Nuestra carta de presentación, a veces más elocuente que el nombre y la posición social, es la sonrisa de nuestra cara y, formando parte de ella, nuestros dientes, aunque llevamos una temporada de pandemia en que no vemos enfrente más que caras tapadas.

Algunas culturas son famosas no solo por su sonrisa permanente, sino por no tener apenas caries. Una de esas culturas es la cultura hindú, influida por su medicina ayurvédica. Muchas veces se piensa que en otras culturas más pobres se presume de dientes sin cuidarlos, pero no es verdad. Si pueden presumir de dientes es, sobre todo, porque cuidan de ellos con dos medidas muy sencillas:

  • Una alimentación natural, integral y variada.
  • Unas sencillas pero eficaces técnicas de lavado y cuidado dental.

Hoy día se hacen muchas intervenciones de pequeño riesgo sobre los dientes: empastes, arraigos, prótesis, pero ​¿quién va más allá en el cuidado de los dientes? ¿Quién se preocupa en otras culturas como la occidental de que su alimentación sea rica en fibra, y dura, para que los dientes trabajen? ¿Quién, además de cepillarse dos o tres veces los dientes a diario, dedica un tiempo a estimular las encías?

Aquí te proponemos realizar dos sencillos enjuagues bucales que mejoran la salud de dientes y encías. Más abajo te contamos también cómo mejorar tu alimentación para ejercitar los dientes de forma correcta y ayudar así a mantenerlos en buen estado.

1. Enjuague bucal con aceite por las mañanas

Esta práctica de higiene dental va unida a la dieta, al cepillado de los dientes y al enjuague con cualquier líquido que nos ayude a limpiar la boca. Después de la comida, el líquido principal para limpieza va a ser el agua, pero podemos incorporar por las mañanas el enjuague con aceite a nuestra rutina.

  1. Cada mañana, al levantarte, toma una cucharada de aceite de coco y mueve el aceite por toda la boca y entre los dientes, haciendo buches. Este enjuague, popular en la medicina ayurvédica y conocido como oil pulling, es un buen cuidado para la encía, la flora bucal y la dentina.
  2. Si puedes, repítelo después de comer, para completar el cepillado y el enjuague posterior con agua.
  3. En caso de infección, el aceite de coco es un buen antiséptico. Si hay micosis o aftas virales, puedes añadir una gota de aceite esencial de canela, melisa u orégano. Ten en cuenta que estos, aunque son muy eficaces de forma directa, pueden resultar fuertes o irritantes. Por eso diluimos solo una gota en aceite de coco antes de proceder al enjuague.

En lugar de aceite de coco, también puedes utilizar aceite de sésamo u oliva. Por las mañanas lo podemos combinar con el raspado y limpieza de la saburra lingual, es decir, cepillar la lengua además de los dientes.

Enjuagarse la boca con aceite de coco regularmente ayuda a prevenir la gingivitis, la placa bacteriana, el mal aliento y la caries, ya que disminuye el recuento de Streptococcus mutans.

2. Limpiar los dientes con agua a presión

Como técnica extra se puede practicar un lavado dental con agua a presión. Hay aparatos de agua pulsante que envían chorros a presión variable al cuello del diente y limpian zonas a las que no llega el cepillo.

Se puede hacer también con la alcachofa de la ducha a presión sobre dientes y encías.

La sensación es agradable, limpia entre los dientes y masajea las encías, mejorando su riego sanguíneo y revitalizándolas. Ayuda a tratar la gingivitis y la enfermedad periodontal, así como a limpiar las prótesis de dientes fijas.

Esta rutina debe completarse con el uso del cepillo y la seda dental, aunque si se tienen las encías sensibles se puede hacer solo el lavado hasta que se fortalezca la encía.

Comer cada día alimentos crudos

Además de mantener una buena higiene con el cepillado y los enjuagues bucales, cuidar la alimentación es básico. No se trata solo de llevar una alimentación equilibrada que mantenga en forma las defensas y que incluya alimentos recomendados para el cuidado dental, sino también de recordar que la dieta debe incorporar una buena proporción de alimentos crudos que hagan trabajar a los dientes y las encías.

Al morder una pieza de fruta entera estiramos con los dientes. Machacar raíces, moler granos y semillas... es también bueno para los dientes. Y es que, de hecho, no hay mejor cuidado de los dientes que simplemente el hacerlos útiles con la comida apropiada: una comida, como decíamos, que los haga trabajar, cruda en un 70%.

Y un último apunte: comerse un coco, en sentido práctico y literal, puede ser una forma ideal de cuidar los dientes: beber su agua, masticar la pulpa y con el aceite hacer los enjuagues de las mañanas.