En nuestro país no se encuentra equinácea púrpura (Echinacea purpurea) de manera silvestre. En cambio, se halla como planta decorativa en jardines y parques. No es, por tanto, difícil hacerse con una planta, pero si vamos a utilizarla con fines medicinales para aprovechar sus propiedades siempre debe ser de cultivo ecológico para evitar la exposición a pesticidas.

La equinácea no precisa cuidados especiales y con sus vistosas flores rojizas atraen a multitud de abejas y mariposas. Como planta medicinal ya era apreciada por los nativos norteamericanos, que la empleaban en problemas respiratorios y heridas.

Es destacable su efecto de protección inmunitaria y la puedes consumir en forma de comprimidos, infusiones o tinturas, que puedes encontrar en herbolarios.

Pero si dispones de una planta, aquí te contamos cómo hacer tu propia tintura de equinácea para reforzar la inmunidad.

Su preparación lleva una semanas, así que no pienses que la vas a poder consumir en los próximos días. Es un recurso para incorporar a tu botiquín natural que te puede ser útil en los meses venideros.

La equinácea frente a los coronavirus

El SARS-CoV-2 que causó la epidemia COVID-19 es un coronavirus, como muchos otros que causan al menos el 10% de los resfriados comunes. Por supuesto, el SARS-COV-2 puede causar muchas más complicaciones.

Se ha comprobado que la equinacea puede reducir el riesgo de contraer una infección respiratoria. Una revisión de estudios de la Cochrane Collaboration reunió las mejores investigaciones y concluyó que las personas sanas que toman equinácea tienen entre un 10 y un 20% menos de probabilidades de contraer un resfriado.

Cómo se prepara la tintura de equinácea

Se elabora a partir de las raíces, las flores o los tallos, ya sean frescos o secos.

La raíz de la equinácea se puede cosechar entre octubre y abril, y las partes aéreas, de julio a septiembre.

Para secar las flores, corta los tallos bastante abajo, reune varios de ellos con flores y forma un ramo que atarás con un hilo y dejarás secar boca abajo en un lugar ventilado.

Ingredientes para 200 ml de tintura:

  • 200 ml de alcohol apto para consumo de al menos 40% (puedes utilizar vozka, aguardiente u orujo). Recuerda que el alcohol de farmacia está desnaturalizado y no se puede consumir.
  • 50 g de planta seca o 100 g de planta fresca
  • Un embudo
  • Un colador pequeño
  • Un filtro de café
  • Un tarro con rosca de cristal
  • Un frasquito de cristal oscuro para almacenar la tintura

Elaboración:

  1. Trocea la planta o coloca la planta seca en el tarro; apriétala ligeramente.
  2. Rellena con el alcohol hasta que la planta quede cubierta.
  3. Cierra el tarro y déjalo reposar entre cuatro y seis semanas a temperatura ambiente.
  4. De vez en cuando agítala para que los principios activos se puedan liberar mejor
  5. Transcurrido el tiempo cuélala y trasvásala al frasquito

No olvides de etiquetar la tintura con la fecha y guardarla en un lugar fresco y oscuro. Tu tintura se mantendrá durante un año.

Cómo se usa la tintura de equinácea

El efecto fortalecedor del sistema inmunitario de la equinácea púrpura es perfecto para emplear en la estaciones de transición como la primavera y el otoño.

Si quieres hacer una cura de fortalecimiento toma durante varios días diariamente de 15 a 20 gotas.

La ingesta no debería de sobrepasar las dos semanas, ya que el sistema inmunitario no se puede mantener estimulado indefinidamente. Luego deberías hacer una pausa de por lo menos dos semanas.

Plan de choque y aplicaciones tópicas

Ante cualquier síntoma de enfermedad puedes tomar una dosis de 50 gotas mezcladas con una infusión o un vaso de agua. A continuación seguirás la cura durante tres días con entre 10 y 20 gotas.

Externamente puedes usar la tintura en heridas que curan mal, quemaduras, inflamaciones y picaduras de insectos. Diluye de 10 a 20 gotas en agua y embebe una gasa que colocarás sobre la parte afectada.

Por supuesto, siempre debes acudir al médico para que realice un diagnóstico correcto de tu sintomatología.

Se recomienda no tomar equinácea si se sufre alguna enfermedad autoinmune como la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide.

Referencias científicas: