Llevar una dieta saludable, rechazar los alimentos procesados, hacer ejercicio físico y reducir el consumo de alcohol es más eficaz que los fármacos para prevenir y combatir algunas enfermedades que afectan al corazón, sobre todo en el caso de las personas jóvenes y de mediana edad con síntomas tempranos, como hipertensión arterial, según un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos).

Un estilo de vida saludable podría prevenir 26.000 casos de enfermedad cardiaca y evitar 2.900 muertes relacionadas con el corazón en diez años en los Estados Unidos, estiman los autores del estudio publicado en la revista.

La dieta puede reducir el riesgo de enfermedad cardiaca incluso en caso de hipertensión

Modificar la dieta es la manera más inteligente de reducir la probabilidad de sufrir una enfermedad cardíaca, aunque ya se tenga una presión arterial alta. Esto significa que basar la alimentación en las verduras, las proteínas sin grasas, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales es la mejor estrategia para conservar un corazón sano.

El consejo de los investigadores es introducir o aumentar la presencia de estos alimentos en la dieta, al tiempo que se evita el consumo de carnes rojas, sodio y alimentos y bebidas con azúcares añadidos, como los que se encuentran en las comidas rápidas y los alimentos ultraprocesados.

Podrían prevenirse muchas enfermedades cardiacas

Casi nueve millones de estadounidenses de mediana edad, de 35 a 64 años de edad, sufren de hipertensión en etapa temprana que no está siendo tratada, estiman los investigadores. A menos que hagan cambios en el estilo de vida, su enfermedad cardíaca puede desarrollarse y volverse más grave, posiblemente incluso terminando en un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

En España se estima que el 42% de la población mayor de 18 años sufre de hipertensión arterial, de la que el 37,4% están sin diagnosticar y probablemente no toman conscientemente ninguna medida preventiva. La hipertensión en etapa temprana se define como una presión sistólica (número superior) mayor de 139 mmHg o una lectura diastólica (número inferior) mayor de 80-89 mmHg.

Dieta baja en hidratos de carbono para el corazón

Otro trabajo científica revela que una dieta baja en hidratos de carbono puede reducir el riesgo de enfermedad cardiaca. No solo eso, sino que puede sustituir el tratamiento con estatinas para conseguir una disminución significativa de las tasas de colesterol malo en sangre.

Según el artículo de los doctores Benjamin Bikman, de la Universidad Brigham Young, Benjamin T. Bikman y Paul Mason, una dieta adecuada es la mejor manera de controlar los factores de riesgo para las enfermedades cardíacas. Desde su punto de vista, tomar estatinas para reducir los niveles de LDL puede resultar contraproducente y no es necesario si se sigue una dieta baja en carbohidratos.

La teoría actual sobre la salud del corazón se basa en la falsa noción de que una dieta rica en grasas es la causa principal de las enfermedades cardiovasculares porque incrementan los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C), que provoca aterosclerosis o estrechamiento de las arterias.

El verdadero culpable es el azúcar

Una de las primeras pistas de que la teoría era falsa surgió cuando los investigadores monitorearon a personas con hipercolesterolemia familiar (HF), una tendencia genética hacia los niveles altos de colesterol LDL. Aunque esperaban que los niveles de mortalidad de los pacientes con HF aumentaran a medida que aumentaban sus niveles de LDL, las muertes por ECV disminuyeron con la edad, independientemente del perfil de LDL.

Según los estudios más recientes, el verdadero culpable es el azúcar y especialmente una dieta de comidas y bebidas altamente procesadas y con azúcares añadidos. Mantener una dieta baja en carbohidratos, en la que estos alimentos se limitan o incluso se eliminan, es la mejor manera de reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Referencias científicas: