El extracto de harpagofito se considera el mejor recurso de herbolario para tratar problemas reumáticos, por sus excepcionales propiedades antiinflamatorias y analgésicas. En algunos países, como Alemania y Francia, está catalogado como medicamento antiinflamatorio y se receta como tal.

Propiedades del harpagofito

El harpagofito contiene glicósidos iridoides, entre ellos el harpagósido, al que se atribuye su potente acción antiinflamatoria, además de procúmbido y harpágido, fitosteroles, flavonoides, ácidos triterpénicos y pequeñas proporciones de aceite esencial.

Se le atribuye, por otra parte, una acción diurética, hipolipemiante, antiespasmódica y, por sus usos tradicionales, también febrífuga, hipoglucemiante y cicatrizante.

Cómo actúa contra el dolor

Varios estudios científicos han avalado la eficacia de los extractos de harpagofito para aliviar el dolor y rebajar la inflamación en trastornos de tipo reumático, con un efecto equiparable a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), con los que se puede combinar en caso de necesidad.

Para ser útil debe contener un mínimo de 9,5 mg de harpagósido, el elemento antiinflamatorio, por cápsula y tomarse de 8 a 12 semanas.

Se indica en artritis reumatoides, principios de artrosis y dolor por gota. Puede ayudar a reducir o sustituir los fármacos.

Otros beneficios del harpagofito

  • Es un diurético potente, útil para eliminar el exceso de ácido úrico en hiperuricemias leves o incipientes.
  • Por vía oral, se muestra resolutivo frente al dolor de espalda o cervical recurrente o crónico y tensiones por las malas posturas.
  • Con plantas adecuadas como la mejorana o la betónica, ayuda a calmar migrañas nerviosas o cefaleas tensionales provocadas por fatiga, tensión ocular o resfriados.
  • Por ser una planta muy amarga, se ha indicado como estimulante del apetito para situaciones de debilidad, anemia y anorexia leve.
  • Se usa como apoyo en hipocolesterolemias, alteraciones hepatobiliares, diverticulosis intestinales y espasmos gastrointestinales, aunque todavía no hay suficiente evidencia científica que respalde su eficacia.

Cómo se toma el harpagofito

La forma más usual es en cápsulas, unos 2,5 a 3 g diarios en tres dosis, en función de la intensidad del dolor.

Se puede encontrar también en polvo (hasta 3 g diarios en tres dosis), en extracto líquido, la tintura alcohólica (50 gotas al día disueltas en agua o zumo) y la planta seca para decocción.

La siguiente infusión o té de harpagofito es un ejemplo de cómo se utiliza la planta seca:

Infusión para el dolor lumbar

Esta fórmula magistral con harpagofito ayuda a combatir el dolor de espalda, en particular las lumbalgias. También es útil para desinflamar y aliviar el dolor en la osteoartritis.

Se mezcla a partes iguales harpagofito, calaguala, sauce blanco, ulmaria y anís estrellado. Se hierve una cucharada sopera rasa de esta mezcla por taza de agua, a fuego bajo, unos 4-5 minutos. Se deja enfriar y en reposo toda la noche y se bebe durante el día. Hay que procurar tomarla de 4 a 8 semanas seguidas.

Precauciones y contraindicaciones

El harpagofito es en general bastante seguro, aunque hay que ceñirse siempre a las dosis prescritas.

Por prudencia y a falta de estudios, se desaconseja en el embarazo, la lactancia y menores de 12 años. Tampoco se recomienda en caso de gastritis o úlcera gastroduodenal (aumenta los jugos gástricos), ni de cálculos biliares. Por otro lado, conviene consultar al médico si se toma medicación, pues puede haber incompatibilidades (por ejemplo con la warfarina, los antiácidos y fármacos tan comunes como el omeprazol, el diazepam o la loperamida).