Elegir un destino lejano para las vacaciones puede ser el primer paso para disfrutar de una gran experiencia. Pero viajar en avión muchas horas, atravesando a veces dos o más zonas horarias, tiene su coste: puede provocar ansiedad en personas aprensivas, mareos y, tras el viaje, podemos vernos unos días afectados por lo que se conoce como desfase horario o jet lag, sobre todo si se viaja hacia el Este.

Infusión relajante para los viajes

Esta infusión combina varias plantas que inciden directamente sobre el sistema nervioso central y, al mismo tiempo, actúa globalmente en el organismo. Te aporta tranquilidad, contrarrestando los nervios que te pueda estar generando tu inquietud, tu aprehensión a que todo vaya bien o incluso el miedo a volar o utilizar determinado medio de transporte.

Además, relaja la musculatura e impide que por los nervios la digestión se complique y degenere en malestar, espasmos gástricos o mareos.

Para que te sea práctica en los viajes, deberás haberla preparado previamente y llevártela en un termo o recipiente adecuado. También te la puedes preparar y tomar justo antes de partir.

Ingredientes:

  • ashwagandha en polvo
  • melisa
  • rabo de gato o similar
  • raíz de valeriana
  • frutos de angélica
  • manzanilla
  • mejorana

Preparación:

  1. Mezcla las plantas a partes iguales (por ejemplo, 5 gramos de cada planta).
  2. Separa una cucharada sopera rasa de la mezcla por cada taza que vayas a preparar.
  3. Añade al agua y calienta sin que llegue a hervir.
  4. Apaga el fuego y deja en reposo unos 10 minutos.
  5. Cuela la infusión y añádele unas gotas de zumo de limón, miel de azahar o algún sirope vegetal para endulzar.

La ashwagandha, también conocida como ginseng indio, es una planta adaptógena que te aporta resistencia y vitalidad en las situaciones que generan estrés. La melisa, la valeriana y la manzanilla poseen propiedades relajantes sobre el sistema nervioso.

El rabo de gato, la angélica y la mejorana, así como la misma manzanilla, te ayudarán a mantener la calma a nivel digestivo.

Tómate al menos dos vasos, el último poco antes de partir.

Si no te resulta fácil o no cuentas con las condiciones para hacerte una tisana, una alternativa sería hacerte con las diferentes plantas en forma de tintura o extracto. Las mezclas bien y tomas unas 50 gotas diarias en tres dosis.

4 remedios para combatir el jet lag

El jet lag no es sino un trastorno del ritmo circadiano del sueño, que funciona como un reloj interior que te indica cuándo sentirte despejado y alerta, y cuándo somnoliento. El organismo se basa en la luz solar para saber cuánta melatonina precisa para estimular el sueño y de noche aumenta la producción de esta hormona.

Cuando noche y día se desdibujan en una travesía intercontinental, esta percepción se altera y surgen trastornos del sueño y somnolencia.

Frente a las pastillas para combatir el jet lag o el insomnio, que pueden causar adicción, existen alternativas que te recomendamos explorar si tienes un viaje largo en perspectiva.

Melatonina para descansar de noche

Un primer remedio que te aconsejamos no es una planta sino un suplemento de melatonina, que puedes encontrar en pastilla en herbolarios y farmacias. Ayuda a dormir cuando estás despierto y activo.

La dosis recomendada en adultos va de 0,5 a 5 mg, tomados justo antes de acostarse.

El lúpulo sedante

Entre las plantas relajantes una que puede venir muy bien para conciliar el sueño es el lúpulo (Humus lupulus), de efecto sedante e hipnótico.

Se usan los conos (estróbilos) y el polvillo (lupulino).

Tómala en infusión, con melisa, espino albar, valeriana y amapola, 1 o 2 tazas al día.

Amapola de California, útil para combatir la jaqueca

La amapola de California (Eschscholzia californica) tranquiliza y es ligeramente hipnótica. Además alivia la jaqueca asociada al jet lag y los dolores musculares o neurálgicos.

Utliliza las sumidades aéreas para preparar una infusión. Toma dos o más tazas al día, la última media hora antes de acostarse. 3.

La Schisandra te ayuda durante el día

Las plantas adaptógenas o tónicas pueden ser asimismo muy útiles durante el día cuando el organismo se ve obligado a adaptarse a cambios bruscos en la rutina normal.

Entre ellas puedes probar la schisandra o wu wei zi (Schisandra sinensis), de la tradición medicinal china.

Se usan las bayas frescas, deshidratadas o secas.

Puedes tomar las bayas mezcladas en el yogur, o bien en decocción con menta o anís verde, unas tres veces al día.

Este artículo se ha elaborado con​ la asesoría de Josep Maria Teixé, herborista de El Manantial de Salud