El lifting facial realizado con acupuntura es una especialidad más que se ha desarrollado a partir de los principios de la medicina tradicional china. Como su nombre indica, tiene por objeto reducir las arrugas de la cara y el cuello, hacerlas más tenues y, según su profundidad, llegar incluso a eliminarlas. Pero con el tratamiento se trata la salud y no solo la belleza.

¿Cómo funciona?

Como en cualquier sesión de acupuntura, las agujas equilibran el movimiento del chi (energía), eliminan posibles bloqueos a lo largo de los meridianos (canales de energía) e incrementan el flujo sanguíneo en la zona tratada.

Es la propia sangre la que, al proporcionar más nutrientes, mejora el aspecto de la piel, dándole mayor luminosidad, humedad y tersura.

Las agujas que se utilizan en estas sesiones son aún más finas y pequeñas que las habituales de acupuntura. En muchos casos resultan indoloras. Paralelamente, se mejora el resultado con el uso de electroterapia y, en algunos casos, con la ayuda del láser.

Orígenes de la técnica

Esta técnica específica nació hace unos treinta años cuando un médico chino, experto en parálisis faciales unilaterales, comprobó que en la parte de la cara que había estado inmovilizada y que se había recuperado, la piel tenía mejor tono, más luz y menos arrugas.

Como sucede a menudo en la acupuntura, la práctica y la sutil observación habían llevado a la solución sin buscarla.

¿Cúantas sesiones hay que realizar?

Un tratamiento completo consta de 8 a 10 sesiones. Una vez acabado, se estima que la piel recupera el estado que tenía de 5 a 10 años antes. Hay que tener en cuenta que cuanto mejor sea el estado en el que se encuentre la piel, más tiempo se va a mantener el resultado.

También el cuidado que se haga de la piel tras las sesiones resulta básico: hay que beber suficiente agua, tomar el sol con mesura y utilizar alguna crema hidratante.

Se recomienda realizar una sesión de mantenimiento cada 2-6 meses. Este intervalo de tiempo depende del estado inicial de la piel y de la edad del cliente: a mejor estado menor necesidad de mantenimiento, y a mayor edad menos tiempo recomendado entre sesión y sesión.

¿Tiene riesgos?

El único riesgo que se corre es la aparición puntual de algún hematoma. Por ello es conveniente que el terapeuta disponga en su consulta de una crema de árnica y se recomienda asimismo que el cliente tenga una en casa por si llegara a necesitarla.