Limpiar el chupete chupándolo no es mala idea

La transmisión de bacterias orales entre padres e hijos puede contribuir al desarrollo de la inmunidad del bebé y prevenir alergias.

bebe madre

A muchas personas puede parecerles antihigiénico, pero las madres y padres que chupan el chupete para para limpiarlo antes de dárselo a su hijo pueden estar haciéndolo bien.

Así lo ha determinado un estudio realizado por el Henry Ford Health System y presentado ante el Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología.

Se reduce el riesgo de sufrir alergias

Según la investigación, los bebés que recibían chupetes chupados por sus padres disfrutaban de un nivel más bajo de anticuerpos, relacionados con el desarrollo de alergias y asma.

En concreto, cuando estos niños tienen entre 10 y 18 meses de edad, presentan niveles más bajos de inmunoglobulinas IgE. El estudio no determina si este beneficio se mantiene a lo largo de los años.

Los autores del trabajo explican que esta protección es debida a que los padres les transmiten bacterias de la boca que favorecen el desarrollo adecuado del sistema inmunitario.

La investigacón confirma los resultados de un trabajo previo, realizado en Suecia, que llegó a las mismas conclusiones. No obstante, los autores advierten a los padres que es necesario realizar más investigaciones antes de tomarse al pie de la letra las conclusiones actuales.

Puede contaminarse con bacterias patógenas del suelo o no

Al margen de lo señalado por el estudio, a efectos prácticos, cabe preguntarse si recoger el chupete del suelo es una buena idea e, incluso, si lo es ofrecer el chupete, esté chupado o no.

Existe una curioso debate científico sobre cuánto tarda un alimento en contaminarse con bacterias patógenas si cae al suelo.

Durante décadas triunfó una norma no escrita que situaba en cinco segundo el tiempo límite. Luego vinieron estudios que lo negaban y recomendaban no aprovechar lo caído y más tarde investigaciones que añadían muchas variaciones en función del suelo (una baldosa es más segura que una alfombra) y del alimento (como si es más o menos seco o dulce, pues las bacterias se pegan a las superficies húmedas y les gustan los azúcares).

Según el caso, el margen de seguridad va de 0 segundos a media hora, lo que deja a los padres un amplio margen de decisión.

El chupete no es necesario

Otra cuestión es la del chupete en sí mismo. Es cierto que sirve para calmar al bebé, ¿pero es la mejor solución?

Llorar es el único medio que un bebé tiene para reclamar alimento, es decir, la leche materna. Darle un chupete es una manera de engañar a su instinto y ahí pueden empezar una serie de problemas de nutrición y control del apetito.

La Clínica Mayo enumera las desventajas del chupete:

  • El uso temprano del chupete puede afectar la lactancia, aunque esto depende de cómo lo utilicen los padres.
  • Es posible que el bebé se vuelva dependiente del chupete para dormir, y esto puede hacer que se despierte y llore por la noche cuando se le caiga de la boca.
  • El uso del chupete puede incrementar el riesgo de sufrir infecciones del oído medio.
  • El uso prolongado puede favorecer los problemas dentales.

Los padres que decidan no dar el chupete a su bebé pierden la oportunidad de chuparlo y traspasarle sus bacterias orales. Pero hay gestos espontáneos como los besos o probar la comida que cumplen la misma función.

Aunque el estudio indique un efecto positivo de que los padres chupen los chupetes también es cierto que comporta ciertos riesgos. Es conveniente evitarlo si se sufre de caries o herpes. También pueden transmitirse los virus del resfriado, la gripe y la mononucleosis.

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