El masaje o automasaje abdominal, tocarnos el vientre con las manos, puede ser una manera suave y eficaz de tratar y aliviar el estreñimiento puntual o crónico.

Solamente palparse la barriga ya es de por sí muy recomendable, de hecho a menudo lo hacemos de forma inconsciente cuando tenemos molestias como las causadas por el estreñimiento, pero el siguiente paso que convendría dar es que esos toques en el abdomen sean lo más certeros posible para ayudar al intestino a activarse y de este modo mejorar el tránsito intestinal.

Algunas de las técnicas de masaje para el estreñimiento que se han utilizado, tanto en el masaje clásico como en los masajes de tipo Mayr Kur, han demostrado su efectividad. El movimiento peristáltico se puede facilitar con masajes para ayudar al correcto tránsito intestinal. Existen evidencias de que también pueden resultar de utilidad frente al estreñimiento crónico.

Aquí veremos paso a paso cómo masajear los intestinos para ir al baño. Es bueno ingerir un vaso de agua antes de realizarlo para fluidificar el bolo fecal y obtener mejores resultados.

Cómo hacer un masaje para aliviar el estreñimiento

A la hora de dar este masaje abdominal es importante que la presión sea suave, imitando la movilidad natural de los intestinos. Otra recomendación que conviene recordar es que el masaje no debe durar más de 25 minutos.

La mejor postura para realizar el masaje sobre el vientre es la de tumbados boca arriba con las piernas estiradas para poder palpar y percibir mejor los intestinos. El masaje se realiza en dos pasos, uno para sensibilizar la zona y otro para activar el movimiento intestinal.

Una vez te hayas tumbado, respira profundamente y sigue estos pasos:

  1. Fíjate en la respiración e implica al vientre. Realiza inspiraciones profundas moviendo toda la musculatura abdominal.
  2. Poco a poco empieza a dibujar círculos muy suaves, como caricias, para estimular los receptores nerviosos de la zona y estimular la sensibilidad de la piel del abdomen. Ve despacio, en el sentido de las agujas del reloj y aumenta la intensidad gradualmente. Repetir las veces que sean necesarias.
  3. Cuando estés listo, pasa al masaje más específico. Ve haciendo presiones circulares sobre los diferentes tramos del colon, como si los estuvieras bombeando. Esto tiene un efecto drenante. Vacía primero la parte más cercana al recto y al sigma, y a continuación ve subiendo con las manos por el colon, haciendo las mismas presiones circulares, pero siempre bombeando hacia el punto de partida.
  4. Al acabar, vacía todo el recorrido del intestino grueso.
  5. Pasa ahora al intestino delgado y masajéalo con roces circulares.
  6. Al terminar, haz varias frotaciones sobre el colon en sentido descendiente.
  7. Poco a poco ve reduciendo la intensidad hasta volver a los roces suaves en sentido circular.

A veces también puede ser de ayuda estimular las zonas reflejas del intestino. Para ello puedes masajear la zona lumbar. Indirectamente este ejercicio aumentará la motilidad intestinal.

Realizar ejercicios hipopresivos u otros ejercicios que fortalezcan el músculo transverso del abdomen, como meter y sacar el abdomen en la posición de cuatro patas, mejorará también el estreñimiento. También hay algunas posturas de yoga que favorecen el tránsito intestinal.

Precauciones y contraindicaciones del masaje abdominal

No deberá darse este masaje de vientre hasta dos horas después de la última comida.

El masaje debe realizarse suavemente imitando la movilidad natural de los propios intestinos, ya que unas maniobras demasiado intensas podrían estimular los reflejos viscerales e interrumpir el movimiento peristáltico, precisamente el efecto contrario que estamos buscando.

Tampoco deberá realizarse este masaje en las mujeres embarazadas ni si existe una sintomatología aguda, en cuyo caso será aconsejable la revisión médica.