No todos los dolores de cabeza obedecen a las mismas causas y además las personas los experimentan de manera diferente. Reconocer el tipo de dolor puede indicar cuál es el tratamiento más adecuado.

Diferencias entre migraña y dolor de cabeza tensional

Una de las diferencias entre los diferentes tipos de dolor de cabeza y la migraña es la localización.

El dolor de cabeza causado por la tensión generalmente se extiende a ambos lados de la cabeza, mientras que la migraña suele ser unilateral. Solo alrededor de un tercio de los pacientes sienten el dolor de la migraña en ambos lados de la cabeza.

Los afectados también describen el dolor de cabeza por tensión como sordo, de tipo opresivo o tirante. En pocos casos se puede describir como muy intenso o punzante, aunque es posible.

Las migrañas, en cambio castigan a los pacientes con dolores pulsantes o intensos. Algunos de los afectados lo describen como una "tormenta en la cabeza", otros como los pinchazos de innumerables agujas o un martillo neumático rugiente en la cabeza.

La duración del dolor es similar en ambos casos, así que este punto no es de mucha ayuda para diferenciarlos. Tanto el dolor de cabeza como la migraña pueden durar unas horas o varios días.

¿Cómo afecta el ejercicio físico a tu dolor de cabeza?

El ejercicio a veces puede ayudar a diferenciar otros dolores de cabeza y las migrañas.

Por ejemplo, si sufres de dolores de cabeza por tensión, el ejercicio moderado, idealmente al aire libre, suele ser bueno. El dolor suele remitir y los pacientes vuelven a sentirse mejor.

Esto no sucede con una migraña real, en este caso los síntomas empeoran con el ejercicio. Ni siquiera con un ejercicio ligero como el caminar produce una mejoría.

Es más probable que las personas con migrañas necesiten descansar durante un ataque. Muchos pacientes rehuyen la luz diurna, se recluyen en habitaciones oscuras hasta que termina el episodio.

Por tanto, dar un paseo puede ser muy clarificador para saber si estamos ante una migraña u otro dolor de cabeza.

Diferencias en dolores de cabeza y migrañas: síntomas concomitantes

Si bien los dolores de cabeza a menudo cursan con un solo síntoma, el dolor, las migrañas suelen tener síntomas adicionales.

Pueden ocurrir durante el episodio o incluso pueden anunciar un ataque con horas o incluso días de anticipación. Los siguientes síntomas son típicos de una migraña:

  • Indigestión: las personas se sienten enfermas, vomitan o tienen diarrea antes o durante el ataque.
  • Hipersensibilidad: los pacientes son más sensibles a la luz o al ruido. Algunas personas encuentran ciertos olores desagradables, por ejemplo, de alimentos, perfumes o flores.
  • Alteración de la percepción: en algunas personas afectadas hay áreas de la piel, especialmente en la cara y los brazos que se adormecen temporalmente o sienten una sensaciones de hormigueo o similares.
  • Síntomas inespecíficos: en ocasiones, las migrañas también se acompañan de cansancio, apatía o dificultad para concentrarse.
  • Algunas migrañas van acompañadas con aura: el paciente ve destellos de luz, puntos ciegos, líneas, rayos y otros cambios en la visión. Las migrañas con aura ocurren en alrededor del 15 al 25% de los migrañosos.

Dolor de cabeza o migraña: por qué diferenciarlos es importante

Además de las migrañas y los dolores de cabeza tensionales, existen otros tipos de dolores de cabeza. Según la Socieda Internacional del dolor de cabeza, existen más de 240 tipos de dolores de cabeza con causas igualmente numerosas.

Por lo tanto, un diagnóstico preciso es importante para un tratamiento exitoso. A veces, el dolor de cabeza es solo un síntoma sin una causa reconocible. En otros casos el dolor de cabeza es consecuencia de una enfermedad subyacente que es necesario diagnosticar.

Además del tratamiento dirigido, el conocimiento de la causa también ayuda a evitar posibles desencadenantes del problema. De esta forma, quienes padecen migraña pueden evitar el estrés, la falta de sueño o determinados alimentos.

Los dolores de cabeza tensionales son causados ​​principalmente por tensión muscular. Si ésta se resuelve o si los afectados evitan las fuentes de tensión, la frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza suelen disminuir.