Cuando aparecen manchas blancas en la piel, sobre todo en espalda, hombros y resto del tronco, puede ser que se trate de hongos. La pitiriasis versicolor, también conocida como tiña versicolor, es una micosis cutánea relativamente frecuente y, aunque no es grave, puede afectar a la autoestima y el bienestar emocional de quienes la padecen.

Lo habitual es que el dermatólogo recete una crema antifúngico, pero también existen remedios naturales para tratar los hongos de la piel y favorecer la eliminación de las manchas.

Por qué salen hongos en la espalda y otras zonas del cuerpo

En la piel viven hongos, bacterias y virus que forman parte de nuestra microbiota. Algunos factores pueden producir un desequilibrio y favorecer que proliferen especies patógenas. Esta sería la principal causa de la pitiriasis versicolor.

Pitiriasis versicolor es el nombre científico que recibe la infección cutánea originada por el hongo Malassezia furfur, y aparece con mayor frecuencia en espalda y escote.

Este hongo produce una sustancia que impide que la piel produzca melanina cuando es expuesta al sol. Por eso se vuelve todavía más visible cuando nos bronceamos al sol, porque la piel del alrededor se pone morena pero la zona afectada por los hongos queda decolorada.

Este tipo de hongos que aparecen en la piel de la espalda y otras zonas del cuerpo es más común en jóvenes y adolescentes. No es dolorosa ni contagiosa, pero su tratamiento suele requerir varias semanas y hay que tener presente que, una vez eliminada, la piel tarda unos meses en recuperar su color.

Los factores que pueden favorecerla son:

  • Sudoración excesiva
  • Piel grasa
  • Exceso de humedad
  • Exposición a temperaturas elevadas
  • Estados carenciales
  • Embarazo
  • Ingesta de ciertos fármacos

Tratamiento natural de la pitiriasis versicolor

Aplicarse sobre la piel afectada compresas empapadas en una decocción de melisa y fitolaca es una alternativa a las cremas farmacológicas.

También es efectivo aplicar aceite esencial de orégano o aceite esencial de árbol de té, además de aceite de coco o zumo de limón.

Todos estos productos pueden considerarse antifúngicos naturales, pues tienen poderosos efectos antimicóticos, y su uso continuado durante varias semanas ayuda a acabar con la infección.

Se puede recurrir asimismo a algunos suplementos nutricionales. En casos de micosis cutáneas es recomendable estimular el sistema inmunitario y reforzar la piel con la toma diaria de arabinogalactanos (se suele recomendar una dosis de 200-400 gramos), vitamina C (1.500 mg), vitamina E (50 mg) betacarotenos (6-30 mg) y zinc (12 mg), durante al menos tres meses.

Además podemos cuidar especialmente la alimentación. Procura basar tu dieta en productos frescos y naturales: albaricoques, pepino, frutos del bosque, kéfir, verduras de hoja verde… todos ellos ricos en nutrientes que cuidan la piel.