Cuando apunta la primavera no deja de ser frecuente que sobrevenga una sensación general de languidez y cansancio, la conocida como astenia primaveral.
Quizás resulte exagerado considerarla un trastorno, pero es cierto que puede llegar a alterar tu ritmo normal de vida.
Tal vez reconozcas alguno de estos síntomas de la astenia primaveral: fatiga injustificada, pesadez de piernas, somnolencia, falta de apetito, irritabilidad, problemas para concentrarse, desmotivación…
El cambio de hora y el clima pueden estar en la base de una disminución en la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar.
Junto a consejos de puro sentido común, como descansar bien, hacer ejercicio moderado, dedicarte a actividades placenteras, hidratarte y no medicarte sin justificación, la fitoterapia te ofrece un buen complemento.
4 plantas tónicas para combatir la astenia primaveral
Algunos de los remedios que ofrecen los herbolarios frente a la astenia primaveral obtienen su efecto tónico de la vitamina C. Otros de su poder adaptógeno, es decir, su capacidad para ayudar al organismo a adaptarse a situaciones que le suponen un estrés.
1. Rosal silvestre
Los frutos del rosal silvestre (Rosa canina) son especialmente ricos en vitamina C, y útiles como suplementación natural para aliviar los síntomas.
Puedes tomarlos en decocción (30 g por litro de agua) o en forma de jarabe o extracto líquido.
2. Espino amarillo
Otro de los frutos ricos en vitamina C son los del espino amarillo (Hippophae rhamnoides), un arbolito frecuente en Europa occidental y presente en el Pirineo de Huesca. Es idóneo para combatir la debilidad y la astenia.
Toma los frutos frescos recién recolectados o bien deshidratados, en infusión. O, mejor aún, en jarabe, 3 cucharadas diarias.
3. Rodiola
Otras plantas son eficaces en primavera por su capacidad adaptógena, es decir, ayudan al organismo adaptarse al estrés y situaciones exigentes.
Entre ellas destaca la rodiola (Sedum rosea), una planta nórdica que puedes hallar también en los Pirineos.
Combate la debilidad y la fatiga, mejora la concentración y la resistencia.
Se usa la raíz en decocción, mezclada con salvia, menta y romero, dos tazas al día, o bien en cápsulas o comprimidos.
4. Té verde
Café y té han sido y siguen siendo los dos principales estimulantes naturales a los que se recurre para activarse.
Elegir variedades como el té verde (Camellia sinensis) es una buena opción.
Junto a la cafeína o teína, que contiene en menor proporción que el café, aporta valiosos antioxidantes y ofrece un suave efecto estimulante, útil para combatir la astenia psicofísica.
Se preparan las hojas en infusión, con limón y menta, caliente o fría, no más de dos tazas al día.