La psoriasis es una enfermedad crónica no contagiosa de la piel, de origen genético en algunos casos y de tipo autoinmune (las lesiones en la piel aparecen como consecuencia de la acción de nuestras células defensivas sobre la dermis).

Los síntomas son piel muy seca y manchas rojas o color berenjena en las zonas de roce (codos, ingles y rodillas), que pueden cubrirse de escamas secas y plateadas. Además se produce picor y en ocasiones dolor. Los brotes pueden tener relación con el estado anímico y puede causar artritis.

La enfermedad suele aparecer entre los 20 y 30 años y entre los 50 y los 60 años. No existen tratamientos realmente efectivos para curarla, pero sí remedios que pueden reducir la frecuencia e intensidad de los brotes.

Claves contra la psoriasis: sol y sal

Una de las máximas del control de la psoriasis es "sal y sol". En verano la incidencia es menor, por lo que se recomienda tomar regularmente baños de sol: la radiación ultravioleta B disminuye la síntesis de ADN y tiene efectos inmunorreguladores. Los baños de mar también son beneficiosos.

Muchas enfermedades de la piel se alteran con los estados de estrés o el desánimo (los disgustos se suelen manifestar rápidamente en la piel), por lo que son convenientes técnicas y terapias como relajación, yoga y meditación.

Dieta y balnearios

No existe una dieta específica para la psoriasis, pero se recomienda evitar los alimentos picantes y seguir una alimentación simple y sin tóxicos. Los alimentos ricos en omega-3 (ciertos frutos secos, semillas de linaza) pueden ser útiles para nutrir y rehidratar la piel.

Se recomienda, asimismo, un aporte regular de ácido fólico (espinacas, col, hoja de nabo y hojas verdes en general), vitamina A y carotenos (zanahoria, col, melón, tomate…), vitamina E (semillas), zinc (copos de avena, pipas de calabaza, alubias…), selenio (acelgas, ajo, aceites de linaza y onagra…) y enzimas que favorecen la digestión de las proteínas (piña, papaya).

El agua sulfurada de los balnearios tiene un efecto antiinflamatorio en la piel, y capacidad antifúngica, antibacteriana y antipruriginosa en las capas profundas de la epidermis. Es uno de los tratamientos de la psoriasis con mejores y más comprobados resultados.

Ante todo tranquilidad

Recuerda lo que he dicho al principio, la psoriasis es una enfermedad incurable, que puede volver en cualquier momento, especialmente si el clima no acompaña o tenemos un disgusto emocional. No alterarse por ello y llevarlo de la mejor manera posible ayuda a acortar y superar los episodios.

Es fundamental la crema hidratante usada regularmente, pues combate las escamas secas y además alarga la vida de las células cutáneas.

Además si se toma metotrexato (el fármaco prescrito usualmente por los médicos alópatas para combatir la psoriasis) conviene tomar cardo mariano (Silybum marianum) porque protege contra la hepatotoxicidad, un efecto secundario de este medicamento.

7 plantas medicinales para tratar la psoriasis

  • Calaguala. El consumo de este helecho tropical de Centroamérica ha de ser por receta médica o en productos farmacéuticos o de herbodietética. Consulta a tu médico.
  • Aloe vera. Nutre e hidrata. No tiene una acción espectacular, pero alivia el picor y parece reducir la descamación. Utiliza un gel de aloe de calidad, o directamente el de la planta.
  • Aceite de onagra. Posee efecto antiinflamatorio y regenerador. Que sea de calidad, como el que se obtiene abriendo una célula o cápsula, que no ha estado en contacto con el oxígeno.
  • Árbol del té (Melaleuca alternifolia). Ofrece un efecto discreto, es un aceite bactericida y muy poco irritante, por lo que su uso en problemas de la piel nos evita en principio una sobreinfección.
  • Capsaicina tópica. Aplicada sobre la piel es irritante, pero su uso a medio plazo con moderación parece mejorar la evolución de la psoriasis. Un aceite en el que hayamos macerado guindillas puede tener suficiente capsaicina. Eso sí, evita abusar, pues irrita la piel.
  • Baños de sal y de avena. O de ambas cosas a la vez. Pon en la bañera 300 g de harina de avena (previamente hervida 5 minutos) y dos puñados de sal marina. El efecto demulcente y nutritivo de la avena se combina de forma ideal con el efecto antipsoriásico de la sal. El baño ha de durar 30 minutos como mínimo y se puede realizar dos o tres veces por semana, o más.
  • Vinagre de sidra. Para el cuero cabelludo. La aplicación nocturna de este vinagre es un excelente suavizante del cabello y parece proteger de los brotes psoriásicos, aunque tiene un efecto secundario: hueles a ensalada toda la noche.