La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Causas genéticas, dietéticas y ambientales son las responsables de este trastorno, que no origina síntomas externos pero que deteriora lentamente las arterias y diversos órganos del cuerpo.
La sangre debe tener una cierta presión en las arterias para poder irrigar todos los tejidos. La presión sistólica o máxima indica el momento en que el corazón se contrae, mientras que la presión diastólica o mínima es la que marca la relajación del corazón entre latido y latido.
Existe hipertensión cuando la presión máxima supera los 140 mm Hg o la mínima sobrepasa los 90 mm Hg.
Qué consecuencias tiene la hipertensión
Cuando estos valores se elevan, además de la sobrecarga física que sufren el corazón y todo el sistema circulatorio, se activan ciertas hormonas que contribuyen a degenerar el sistema vascular.
La lesión más frecuente es el endurecimiento de las arterias o arteriosclerosis. También aumenta el riesgo de coágulo sobre una placa de colesterol adherida a la pared de un vaso, la causa más habitual de infarto cerebral o de miocardio entre los hipertensos.
Plantas y suplementos para reducir la tensión arterial
Al no producirse síntomas visibles se suele cometer el error de abandonar los tratamientos antes de corregir la alteración.
La mejor opción es incorporar a la dieta infusiones hipotensoras, muy indicadas en la hipertensión esencial, es decir, cuando se desconoce el origen del trastorno. Aparte de tratar el problema, se evitan los efectos secundarios de los fármacos antihipertensivos.
Además de las plantas medicinales, puedes probar con algunos suplementos que ayudan a controlar la hipertensión.