Aunque la especie que causa más infecciones es la Candida albicans, últimamente ha crecido también la incidencia de micosis por Candida glabrata. Puede dar síntomas vaginales, digestivos o incluso a veces aparecer en la boca.

Una dieta inadecuada, ciertos fármacos y unas defensas bajas son las principales causas.

cándidas en la boca: por qué se desequilibran

Lo primero que tienes que saber si tienes síntomas o te han diagnosticado una infección por cándidas, ya sea es en la boca o en la vagina, es que estas levaduras están en todas las personas.

De hecho, suelen vivir en la boca, el tubo digestivo y la vagina sin causar perjuicio, en equilibrio con otros hongos y bacterias como los acidophilus y bifidus, que las mantienen bajo control.

Solo cuando se producen cambios en el pH y alteraciones en la flora, progresan a micelios y colonizan los tejidos, lo que provoca molestias.

 

Candidiasis oral o bucal: síntomas y remedios

Si afectan a la boca, aparecen como pequeñas manchas o placas blanquecinas en la lengua y otras zonas de la cavidad oral. Pueden resultar molestas y desagradables, a veces incluso dolorosas.

Para eliminarlas de la mucosa bucal, te recomiendo que tomes algunas medidas:

  • Evita temporalmente algunos alimentos,como las frutas ricas en azúcar, el pan de trigo o centeno, los hidratos de carbono refinados, la leche y los quesos, los champiñones y las hortalizas ricas en almidón (patata, calabaza...).
  • Empieza el día desayunando una infusión de hierbas (menta, tomillo, salvia) y copos de avena integrales cocidos en agua mineral y espolvoreados con Lactobacillus acidophilus (también los puedes tomar estos probióticos en cápsula).
  • Aumenta el consumo de hojas verdes, hortalizas crudas y germinados.
  • Incluye en tus aliños ajo, jengibre, orégano, romero y otras hierbas antifúngicas.
  • Refuerza tus defensas con complementos que incluyan nutrientes como la vitamina C (1-3 g), la vitamina E (400 UI), los betacarotenos (25.000 UI), la biotina (500 mcg), el cobre (3-4 mg), el hierro (45 mg), el selenio (200-300 mcg) y el zinc (45 mg). El polen aporta muchos de estos nutrientes, por lo que puedes incluirlo en tu dieta, pero no la miel, rica en azúcares que favorecen las cándidas.
  • La fitoterapia también es muy efectiva, por lo que puedes recurrir a plantas inmunoestimulantes como la equinácea (250-500 mg/día), el pao d’arco (500-1.000 mg/día) o la uña de gato (300 mg/día). Ayudan a la inmunidad para que el propio cuerpo combata la infección.