La hipotensión es una alteración que en la mayoría de los casos no tiene consecuencias perjudiciales graves para la salud, a menos que sea debida a una causa subyacente (para saber más sobre la hipotensión puedes leer ¿Qué es la hipotensión arterial y cuáles son sus causas?). La tendencia a experimentar una hipotensión primaria (sin causas conocidas) se puede compensar con medidas naturales.

1. Toma duchas de alternas y duchas Kneipp

  • Afusiones de agua: El agua tibia relaja y alivia los calambres, mientras que el agua fría tiene un efecto estimulante. Si tienes presión arterial baja, debes usar agua fría o cambiar la temperatura, porque entonces tu circulación se activará y tu presión arterial puede aumentar.
  • Afusiones de Kneipp: Se utilizan principalmente en las piernas. Simplemente deja correr agua fría (10-14 grados) del pie a la rodilla, luego regresa al pie y vuelve hacia arriba esta vez a lo largo de la parte posterior de la pantorrilla hasta la parte posterior de tu rodilla y hacia abajo nuevamente. Después de una ducha caliente, puedes tomar una ducha fría de unos segundos. Si te resulta difícil, puedes simplemente darte una ducha fría en las piernas.

2. Bebe agua sin gas regularmente

El agua no solo ayuda con la presión arterial baja desde el exterior, sino también desde el interior. Si eres una de esas personas que a menudo se olvidan de beber lo suficiente, debes beber un vaso grande de agua tan pronto como experimentes los primeros síntomas de presión arterial baja. A menudo esto puede ser la solución.

La deshidratación puede favorecer la presión arterial baja. Bebe 30 ml por kilogramo de peso corporal al día (2,1 l para una persona de 70 kg). Lo mejor es elegir agua sin gas de alta calidad . También puedes tomar caldos.

3. Asegura que consigues todos los nutrientes

Vigila que obtienes los minerales y vitaminas (en especial vitamina B12, vitamina D, hierro, zinc, etc.). Sería buena idea hacerlo junto con un nutricionista. En caso de duda o si un análisis revela deficiencias específicas, toma los suplementos dietéticos apropiados.

Si quieres aumentar la cantidad de nutrientes en tu dieta puedes añadir superalimentos a las recetas, como levadura nutricional y semillas de lino trituradas, y aumentar las raciones de frutos secos y semillas (una o dos diarias al menos), como nueces, almendras, anacardos y semillas de calabaza. Recuerda que en la dieta vegetal no deben faltar las legumbres y los cereales integrales a diario. Si tu dieta es vegana o vegetariana debes tomar un suplemento de vitamina B12.

La deficiencia de vitamina C también puede ser un factor causal en la presión arterial baja. Este nutrientes se encuentra en las frutas y verduras frescas, sobre todo en cítricos, kiwis y pimientos rojos.

4. Consigue la suficiente vitamina D

Tener un nivel de vitamina D adecuado es importante, ya que interviene en la regulación de la tensión arterial y su deficiencia es un factor de riesgo para la hipotensión ortostática (la que se prudece después de incorporase) en las mujeres mayores.

Muchas personas sufren una deficiencia, sobre todo durante el invierno. Esta deficiencia puede contribuir a un buen número de enfermedades crónicas. La vitamina D es la vitamina solar porque su formación se inicia en la piel con la ayuda de la radiación UV. Algunos alimentos aportan vitamina D, pero la principal fuente es el sol.

5. Añade romero a las comidas

El aceite esencial de romero se considera beneficioso para la circulación sanguínea, eleva la presión arterial y resulta vigorizante.

Puedes inhalar directamente del frasquito con el aceite esencial de romero natural y puro. O puedes poner una gotas en difusor de aceites. También se puede añadir al gel de ducha (1 gota de aceite de romero por dosis de gel).

6. Regaliz para la presión arterial baja

El regaliz se suele utilizar para la tos (tiene un efecto antiviral) o para la inflamación de la mucosa gástrica afectada por la bacteria Helicobacter pylori. Contiene el llamado ácido glicirrícico (también llamado glicirricina), que aumenta la presión arterial.

El ácido glicirrícico de la raíz de regaliz inhibe ciertas enzimas, lo que conduce a la activación de la hormona del estrés cortisol y, posteriormente, a un aumento de la presión arterial. Se desaconseja consumir más de 100 mg de glicirricina por día, precisamente porque puede afectar la presión arterial y la mayoría de las personas ya tienen presión arterial muy alta.

La raíz de regaliz seca, que se encuentra en herbolarios, tiene entre 200 y 600 mg de glicirricina por cada 5–15 g. Por lo tanto, puedes hacerte una infusión de regaliz todos los días a partir de 5-10 g de raíz de regaliz y beberla repartida durante todo el día.

No se recomienda consumir productos de regaliz durante más de cuatro a seis semanas.

7. Albahaca tulsi

La albahaca sagrada o tulsi (Ocimum sanctum) es capaz de aumentar la presión arterial baja en mujeres de 18 y 30 años, según un estudio en que se administraron el zumo de 15 hojas de albahaca. Después de 30 días se pudo observar un aumento significativo en la presión arterial previamente baja.

Otras plantas medicinales que pueden ayudar son la mejorana, el jengibre, el apio de monte y el hisopo. Puedes usarlos para hacer infusiones o usarlas en la cocina

Referencias científicas: