La tecnología es neutra. Pero dependiendo del uso que le demos o cuánto abusemos de ella, puede facilitar nuestra vida o degradar su calidad más de lo que imaginamos.
Según el estudio Connected Life, de la consultora TNS, pasamos 3 horas al día mirando el móvil o la tablet, 2,3 horas ante el ordenador, y una media de 3,48 horas viendo la televisión. Un tiempo de nuestra vida que no dedicamos a otras actividades, posiblemente más saludables.
Es excesivo, y no solo empobrece nuestra vida, también afecta a nuestra salud, y de una manera más significativa de lo que creemos.
Por eso, al igual que un ayuno periódico es un buen aliado para nuestra salud, ayunar de los aparatos electrónicos es en sí una terapia de desintoxicación: te desintoxicas de los campos electromagnéticos, de la dependencia psicológica que generan, de las radiaciones y del exceso de estímulos cerebrales.
Ayuno tecnológico: una terapia de desintoxicación que mejorará tu salud
El uso de los ordenadores, móviles, redes sociales… depende de cada uno. Pero debemos estar vigilantes y hacer detox de las conductas obsesivas, repetitivas y compulsivas que nos lleven a usarlos innecesariamente, generen dependencia de la aprobación social, bajen la autoestima, promuevan conductas agresivas, narcisistas o egocéntricas, y que nos impidan estar plenamente presentes en nuestra vida.
De hecho, esos son algunos de los síntomas de que abusamos de las pantallas y la tecnología, pero hay muchos otros...
Cómo te afecta el uso excesivo de las pantallas
El doctor Vicente Saavedra, de la clínica Medicina Integral de Barcelona, apunta como problemas habituales la fatiga ocular o astenopía acomodativa, similar a la presbicia, la aparición de «ojo seco» por no parpadear lo suficiente y mayor probabilidad de sufrir procesos irritativos oculares.
Además, como adelantamos el cuello hacia la pantalla, se sobrecargan las cervicales y se producen problemas tensionales, lo que puede acabar generando incluso hernias cervicales.
Para Raúl De la Rosa, responsable de campos electromagnéticos de la Fundación Vivo Sano, el problema va más allá de lo físico. El abuso de las pantallas fomenta el sedentarismo y reduce la capacidad de autocontrol, atención y paciencia, lo que favorece una mayor probabilidad de fracaso escolar, dependencia psicológica de los dispositivos, aislamiento social y también respecto de la realidad.
La dependencia tecnológica, según De la Rosa, se manifiesta con angustia por no estar permanentemente conectado o pendiente de posibles llamadas, con la falsa necesidad de estar siempre disponible.
A su vez, De la Rosa apunta que la comunidad científica viene avisando desde hace años de los riesgos de las microondas de los móviles y otros dispositivos inalámbricos. Multitud de estudios señalan que sus radiaciones pueden favorecer distintos tipos de cáncer y otras patologías.
Las 5 claves de un screen detox
- Contrólate: desactiva las notificaciones de redes sociales, apps y demás herramientas digitales que uses. Chequéalas durante un tiempo limitado (menos de una hora diaria).
- Sin tentaciones: no recurras a la tecnología sin motivos necesarios, por aburrimiento, evasión, compulsión o repetitivamente. Cuando estés tentado, haz algo físico.
- Disfruta: minimiza el uso de pantallas los días festivos y tras la jornada laboral. Disfruta experiencias reales sin dispositivos, tanto las pequeñas cosas, como las grandes.
- Conéctate…a tu entorno personal: cultiva el hábito de prestarle atención y de estar presente en cada momento de tu vida, en tus relaciones laborales, de amistad… ¡Vive más!
- Descansa: al menos por la noche, aconseja De la Rosa, conviene desconectarse de los dispositivos y evitar dormir con el móvil encendido para que la mente descanse y no esté inconscientemente pendiente de llamadas o mensajes.
Lo ideal sería no tener que tomar estas medidas sintiendo que las necesitas urgentemente. Asegúrate también de mantener unos buenos hábitos cuando estés ante la pantalla, como una buena higiene postural, la realización de breves descansos o incluir en tu rutina ejercicios oculares.
Reducirás el impacto que las pantallas tienen sobre tu salud y te resultará aún más provechosa tu desconexión tecnológica.