Las setas no dejan de aparecer en los titulares porque se descubren continuamente nuevos efectos beneficiosos sobre la salud de los que se puede disfrutar si se comen con suficiente regularidad.

Por ejemplo, los hombres que comen setas tres veces por semana tienen un menor riesgo de desarrollar un cáncer de próstata,en comparación con los hombres que solo comen setas una vez a la semana.

Otras investigaciones señalan quelas personas mayores que comen 300 g de champiñones al vapor a la semana reducen su riesgo de padecer demencia a la mitad.El último estudio ha mostrado que el consumo regular de setas se asocia también con un menor riesgo de depresión.

Las setas previenen el desánimo

Para realizar este trabajo, los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) examinaron los datos de más de 24.600 adultos y encontraron que aquellos a los que les gusta comer setas sufren menos de depresión.

Incluso cuando se tuvieron en cuenta otros factores de riesgo conocidos para la depresión en la evaluación, como ciertas enfermedades preexistentes, consumo de determinados medicamentos y dieta poco saludable, etc.), la conexión entre una dieta que contiene setas y la disminución del riesgo de depresión fue obvia.

Los antioxidantes de las setas previenen enfermedades mentales

Las setas contienen ergotioneína, una sustancia antioxidante que puede proteger las células y los tejidos del cuerpo del daño que provocan los radicales libres.También contienen otro poderoso antioxidante, el glutatión.

"Las setas son la mejor fuente de ergotioneína, un aminoácido con efectos antiinflamatorios que no puede ser producido por el propio cuerpo humano", explica el científico Djibril Ba.

"Cuando aumenta el nivel de ergotioneína en la sangre, disminuye el estrés oxidativo, un mecanismo de acción que a su vez podría aliviar los síntomas típicos de la depresión", que está asociada con procesos inflamatorios crónicos.

Contienen sustancias que protegen las neuronas

Los champiñones blancos son las setas más consumidas. Además de las sustancias mencionadas, también contienen mucho potasio, un mineral que también puede tener un efecto favorable sobre la depresión y la ansiedad.

La seta Hericium erinaceus (melena de león) también estimula los factores neurotróficos. Estos son factores juegan un papel importante en el desarrollo y en la protección de las células nerviosas. Promueven, por ejemplo, la formación del llamado factor de crecimiento nervioso, que también podría ayudar a prevenir la depresión.

En el año 2019 se realizó un estudio clínico en el que se examinaron los efectos de la melena de león en 77 participantes con depresión, ansiedad, trastornos del sueño y de la alimentación.

Después de 8 semanas de tomar cápsulas con un 80 % de extracto de micelio y un 20 % de extracto del cuerpo de la seta, la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño se redujeron significativamente.

¿Qué setas y cuántos setas comer?

La ergotionina abunda en los champiñones, las setas ostra, las shiitake y probablemente también en otras especies.

Los estudios muestran correlaciones positivas entre el consumo de setas y la depresión con cantidades de solo 5 g al día.

Conviene recordar que no se puede confiar en uno solo en unos pocos alimentos para mantener la salud. Los alimentos solo pueden producir beneficios en el marco de una dieta y un estilo de vida salusables.

Referencias científicas: