El síndrome, enfermedad o fenómeno de Raynaud se caracteriza por la palidez y posterior coloración azulada (cianosis) de la piel de los dedos, especialmente de las manos, tras su exposición al frío, a cambios bruscos de temperatura, a vibraciones o a situaciones de estrés. Esos cambios de color van seguidos de enrojecimiento reactivo y, en ocasiones, de hormigueos.

Evitar los estímulos que provocan síntomas

En estos casos es aconsejable evitar los desencadenantes como el frío y el estrés. Se ha de tratar de mantener calientes manos, pies y cabeza mediante guantes, calzado aislante y gorros.

Resulta útil también realizar baños alternos de manos y pies: agua caliente tres minutos y después fría unos pocos segundos. Se aconseja asimismo dejar de fumar, evitar el café y el té, y medicamentos como los anticonceptivos con progesterona.

Si el fenómeno se produce de forma inesperada, se pueden poner los dedos en agua templada o en una cavidad del cuerpo caliente (axila, ingle o incluso boca). Se mantienen así al menos hasta que vuelvan a su color normal.

Nutrientes y plantas para el síndrome de Raynaud

También podemos abordar el problema desde el punto de vista de la nutrición. Se ha comprobado que la niacina o vitamina B3 (250 mg, 2 o 3 veces al día) ayuda a disminuir los ataques y su duración.

La vitamina E (400- 600 UI diarias) y el magnesio (250-500 mg al día) evitan los espasmos, sobre todo cuando hace frío; y lo mismo ocurre con los aceites grasos esenciales omega-3 (1.000 mg diarios) y omega-6 (500 mg al día).

Si se comprueba mediante análisis un descenso del cinc eritrocitario, se deben tomar 50 mg de este mineral, asociado con manganeso (3-5 mg) y con vitamina B6 (50-100 mg).

Tomar ginkgo (Ginkgo biloba) en extracto o infusión puede reducir la frecuencia de los ataques. Es importante llevar una dieta sana y realizar ejercicio físico a diario.

Aromaterapia

Algunos aceites esenciales ayudan a restablecer la circulación periférica de forma rápida, especialmente el de romero y el de siempreviva. Para utilizarlos, mezcla:

  • 25 gotas de aceite esencial (AE) de romero qt cineol
  • 10 gotas de AE de siempreviva
  • 4 ml de aceite vegetal de calófilo
  • 5 ml de aceite vegetal de avellanas.

Aplica unas gotas en las zonas afectadas según necesites.

Si estás tomando anticoagulantes, sustituye el AE de siempreviva por tomillo qt tuyanol.