Una de las cosas que más asusta a veces es notarse el corazón y sentir que el ritmo se altera o es desigual. La mayoría de palpitaciones o pequeñas arritmias serán benignas y no tendrán trascendencia, pero otras esconderán algún problema cardiaco más grave.

La sensación de cada uno y el electrocardiograma en urgencias servirán para descartar la gravedad.

Ya sean lentas (bradicardia), rápidas (taquicardia) o irregulares, es importante valorar las arritmias y tratarlas cuando sea necesario, tanto para compensarlas como para evitar complicaciones en el futuro.

En las arritmias que precisan tratamiento, se siguen usando la amiodarona, el sotalol y betaadrenérgicos, pese a que hay datos que cuestionan el uso de estos fármacos.

Al aparecer nuevos métodos, el tratamiento en casos graves se está desplazando a la implantación de desfibriladores y marcapasos, o a la ablación.

La bibliografía médica muestra una gran disputa entre quienes recomiendan el desfibrilador o los fármacos, y hay quienes no recomiendan ninguno.

La ablación es una cirugía nueva y no está completamente lista para ser una primera opción. Se usa en pacientes dispuestos a asumir el mayor riesgo, generalmente jóvenes y con corazones de estructura muy buena.

Soluciones sencillas para prevenir las arritmias

Ante las dudas sobre grandes y caros tratamientos hay unas recomendaciones básicas que ayudan en el tratamiento y en el mantenimiento de la calidad de vida.

• Come despacio y evita las comidas difíciles de digerir o muy flatulentas. Evita llenar el estómago del todo al comer. Una gran comida, al distender el estómago, puede estimular los nervios vagales aferentes, lo que puede favorecer la fibrilación auricular.

• Practica la relajación pues parece tener un efecto positivo sobre las arritmias.

Haz ejercicio aeróbico con regularidad ya que aumenta la amplitud de la frecuencia cardiaca normal, por lo que disminuye el riesgo de muerte súbita y el potencial de arritmias auriculares. También modula otras alteraciones del ritmo, como la taquicardia sinusal. La recomendación principal sería controlar que las pulsaciones no suban demasiado.

4 ayudas para aliviar una taquicardia

Cuando ya estás sufriendo una taquicardia hay 4 ayudas que pueden aliviarla.

1. Observa tu respiración

Tomar conciencia de ella no solo calma sino que potencia la respiración natural con que responde el cuerpo para frenar la taquicardia.

2. Retén el aire

Fíjate en cómo coges el aire y luego lo retienes. Si alargas la retención (como en la técnica kumbakha del yoga), estimularás el nervio vago, lo que desacelerará el latido cardiaco.

3. Traga saliva

Cada vez que tragas, estimulas también el nervio vago. Puedes hacerte con un vaso de agua y concentrarte en beberlo a pequeños sorbos, tragando con fuerza.

4. Toma una infusión

Toma una taza de infusión de agripalma, espino blanco y angélica (una cucharadita de la mezcla a partes iguales). Aprovecha para beberla tragando bien a pequeños sorbos. Esta infusión también puede tomarse de forma preventiva. Su eficacia se basa en la acción de los flavonoides del espino blanco (Craetus monogyna) que regulan el ritmo cardiaco.

El ginkgo es otra planta útil preventivamente porque mejora la microcirculación en el cerebro y en el corazón. Toma una infusión al día.

Ten en cuenta que muchos de los medicamentos antiarrítmicos originales se derivaron de plantas. Hoy algunos médicos consideran varias plantas útiles para tratar arritmias ventriculares y supraventriculares.

Lo que deberías eliminar

• El alcohol es uno de los principales factores desencadenantes de la fibrilación auricular y la ectopia ventricular.

• La cafeína suele ser otro desencadenante de extrasístoles, pero no necesariamente de fibrilación auricular. Además de en el café y las bebidas de cola se encuentra en el té, aunque en menor cantidad.

• Los alimentos que te dan alergia pueden provocar una reacción que produzca palpitaciones.

• Las grasas trans, que se encuentran en bollería industrial, alimentos fritos, grasas recalentadas o pasteurizadas, se han relacionado con aumento del paro cardiaco en personas con arritmias.

• La nicotina del tabaco, sobre todo si se combina con alcohol, aumenta las probabilidades de que se desencadene una arritmia.