El dolor es el primer motivo de consulta médica, con gran diferencia sobre todos los demás. "Me duele aquí" es la frase que abre ese curioso nexo entre médico y paciente, por el cual este no solo informa de su problema, sino que se predispone a una mejoría.

Y es que este síntoma tan común es la manera que tiene el cuerpo de indicar que algo no anda bien. Pero también suele ser el detonante que lleva a acudir a un profesional para resolver la situación.

Se tiende a creer que los factores que han motivado el cuadro doloroso obedecen a una causa clara y rápida de resolver. Sin embargo, aunque a veces eso es cierto y una simple pastilla puede calmar un dolor de cabeza o una lumbalgia, no siempre ocurre así. Las causas no siempre están claras.

Es entonces cuando el dolor se convierte en un síntoma de gran valor, que puede ayudar a descubrir facetas de nuestra vida que habíamos ignorado. Al aflorar esos problemas a la superficie se puede intentar sanear el terreno en profundidad y dar un giro positivo a la existencia.

Clases de dolor

El dolor puede ser articular, muscular, neurálgico, vascular... y cualquiera de ellos, agudo o crónico:

  • Dolores agudos: Por definición, los dolores agudos, como el dolor provocado por un golpe, duran menos de 15 días.
  • Dolores crónicos: suelen durar más de tres meses y un ejemplo es el dolor oncológico.

También hay dolores pasajeros pero que se repiten periódicamente, como el dolor menstrual o las migrañas.

Sin embargo, existen dolores de los que no somos conscientes. El dolor que descubrimos en las plantas de los pies al recibir un masaje de reflejoterapia podal, descrito como "dolor agradable" por la mayoría de personas, es un ejemplo. Cuando se tiene algún problema orgánico, como un estreñimiento crónico, los puntos del intestino grueso en la planta del pie duelen de forma oculta, y de algún modo nos los llevamos de paseo cuando caminamos.

Lo mismo sucede con los demás dolores reflejos, como los de acupuntura. Así pues, tanto si somos conscientes del dolor como si lo hemos olvidado después de incorporarlo a la normalidad cotidiana, ese dolor es la señal con la que el cuerpo advierte de que hay algo que conviene abordar.

Tratar el dolor de forma natural

Ante un dolor eventual y leve cada persona tiene su propia manera de actuar; de hecho, con recursos sencillos se suele resolver el caso. Por ejemplo un baño de agua caliente en los pies al llegar a casa puede calmar una cefalea que se ha desarrollado tras pasar frío.

Un suave masaje en los hombros permite disipar la tensión acumulada durante el día y prevenir futuras contracturas. Y aplicar una pomada con árnica o con menta es un modo de paliar el dolor por una leve torcedura de tobillo.

El problema surge cuando nos encontramos frente a un dolor más intenso o duradero, o bien que se presenta de forma cíclica. Es entonces cuando se hace preciso aplicar un tratamiento adecuado para cada caso.

Veamos a continuación algunos de los dolores que se sufren con más frecuencia y cómo pueden tratarse de forma natural.

1. Tendinitis: aliviarlas con ondas de choque

La inflamación de los tendones, asociada o no al deporte, es un problema que afecta a numerosas personas.

Con gran frecuencia el tratamiento convencional con fármacos antiinflamatorios no es suficiente, y además se han agotado otras opciones: sesiones de rehabilitación, infiltraciones, cirugía (pues esta a menudo no garantiza buenos resultados).

Sucede así, por ejemplo, en las tendinitis del hombro (como la del manguito de los rotadores), las del codo (tanto la epicondilitis del tenista como la epitrocleitis del jugador de golf), la trocanteritis de la cadera (un tipo de bursitis), la tendinitis rotuliana de la rodilla (jugadores de baloncesto), o la de la planta del pie (fascitis plantar).

En estos casos las denominadas "ondas de choque", idénticas a las utilizadas para disolver los cálculos renales (litotricia), resultan de gran ayuda.

La diferencia es que se aplican sobre el cuerpo sin sumergirlo en agua. Se trata de ondas de presión de tipo mecánico, que rompen los compuestos de calcio en las tendinitis calcificadas como si se tratara de piedras del riñón. En el caso de las tendinitis no calcificadas, las ondas de choque producen analgesia por cambios en la transmisión nerviosa terminal.

Además resultan antiinflamatorias gracias al aumento en la degradación de los mediadores químicos de la inflamación por un proceso denominado "hiperemia inducida", que mejora el funcionamiento tendinoso y hace desaparecer el dolor. Suelen ser necesarias entre tresycinco sesiones.

El reposo también es importante, pues la restricción de actividades evita el esfuerzo de la zona afectada y acelera la curación. Habrá que ir con cuidado al realizar ciertos movimientos, especialmente aquellos en los que intervenga el músculo afectado.

2. Dolor de espalda por una contractura: las mejores técnicas manuales

Los fósiles de los antecesores del Homo sapiens indican que muchos ya padecían dolor de espalda a causa de la artrosis de las vértebras. ¡Otra cosa es saber cómo percibían ese dolor!

Parece que al verticalizar la postura adquirimos las condiciones para sufrir cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias con más facilidad.

Ante un dolor de espalda pertinaz el diagnóstico es primordial, y para ello habrá que acudir a un buen profesional. Esos dolores que los pacientes describen con expresiones terribles –tanto los llegan a sufrir– son atribuidos muchas veces erróneamente a los huesos, a pesar de que las vértebras están en óptimas condiciones y las radiografías no revelan ninguna anormalidad.

Cuando se trata de una contractura, las manos de un buen terapeuta corporal pueden diagnosticar con exactitud qué está sucediendo y tratar el caso de forma adecuada, en ocasiones sin necesidad de que el paciente diga una palabra de lo que le pasa. Tal vez el problema no se halle solo en la zona que duele, sino que puede que sea un dolor relacionado con otras partes del organismo y se materialice en una concreta a través de la interacción de las cadenas musculares, las fascias y el tejido conjuntivo.

  • Los expertos en osteopatía o quiropráctica pueden localizar y tratar manualmente la raíz de esos nudos.
  • La RPG trata el dolor con posturas y ejercicios. De hecho, "reeduca" al cuerpo para que adopte las posturas adecuadas que le son propias, con participación de la respiración. Se realizan suaves estiramientos musculares y se mantiene la postura correcta, con la asistencia permanente del terapeuta. El paciente no se centra solamente en un punto concreto que le duele, sino que se trabaja de manera global para descubrir el origen del problema –normalmente una mala postura–, corregirlo y eliminar el dolor. Este estiramiento de espalda es un ejemplo.
  • Mediante la acupuntura, el acupuntor sentirá en sus dedos los pulsos del paciente que reflejen el estado de sus diferentes órganos, así como los puntos de acupuntura que se muestren dolorosos a lo largo del trayecto del meridiano que discurra por la zona dolorida. Uno de los más afectados suele ser el meridiano de la vesícula biliar, que transcurre por el cuello y el músculo trapecio del hombro. Cuando esto sucede, además de una mala postura en el trabajo, también puede haber tensión nerviosa o rabia contenida, emoción que según la acupuntura bloquea y altera energéticamente a la vesícula biliar. Se trata de una situación muy frecuente en la práctica clínica, y relativamente fácil de tratar a través de puntos de acupuntura locales y otros que se encuentran en las piernas y los pies, pues el meridiano de la vesícula biliar llega hasta los dedos de los pies.

3. Lumbalgias: prueba con acupunura

En este problema la acupuntura suele ser la terapia más eficaz, por encima de los analgésicos convencionales, como han confirmado diferentes estudios. La solución depende de cada paciente, pero puede requerir tratar los puntos del meridiano de la zona afectada, como el meridiano de la vejiga, el meridiano más largo del cuerpo humano.

4. Hernia discal: la ayuda de la RPG

Cuando una protrusión del disco intervertebral aumenta de tamaño, el "bultito" que sale entre dos vértebras presiona una estructura nerviosa vecina y el dolor está asegurado.

Hasta hoy, el único remedio propuesto por los traumatólogos es quirúrgico. Pero la hernia suele producirse por un mal uso reiterado del cuerpo.

En este caso, la RPG puede ser la terapia natural más efectiva a largo plazo. El experto en RPG determinará cuáles son los errores posturales que han repercutido en la génesis de la hernia y prescribirá los mejores ejercicios para subsanarlos.

Suelen realizarse estiramientos activos y pasivos que corrigen los acortamientos musculares que favorecieron ese cuadro, lo que libera la zona dolorida de su exceso de presión. Será entonces posible revertir la hernia sin operarse, e incluso confirmarlo con tomografías (TAC) y resonancias (RMN). Al evitarse la cirugía y la cicatriz, no se deteriorarán la plasticidad y la capacidad regeneradora de los tejidos.

El camino de la curación requiere generar el espacio entre vértebra y vértebra que necesitaba el disco intervertebral.

5. Dolor de cabeza: cuatro terapias naturales muy efectivas

En la cabeza empiezan o terminan todos los meridianos considerados yang: los del estómago, intestino grueso, intestino delgado, vejiga, vesícula biliar y triple calentador. Eso significa que la cabeza es el extremo más yang (fuego) del cuerpo, y que cualquier alteración en estos órganos puede ser responsable de un dolor de cabeza. Por ejemplo:

  • Una mala digestión.
  • El estreñimiento.
  • La litiasis biliar.

La acupuntura lo tiene en cuenta y es una de las terapias que más puede ayudarte frente a los dolores de cabeza. Sin embargo, hay otras que también obtienen muy buenos resultados, como la reflexología podal, la hidroterapia y la terapia neural

  • Acupuntura: Uno de los principales responsables de la cefalea es de nuevo el meridiano de la vesícula biliar, pues discurre por el lateral de la cabeza, entre las sienes, la zona temporal y la zona occipital (antes de bajar por el hombro), que es donde afecta una migraña o "hemicránea" (literalmente "mitad del cráneo").

    ​Una vez armonizada la energía con acupuntura, pueden quedar libres de síntomas durante años, y solo requerir alguna sesión de mantenimiento muy de vez en cuando.

Aunque no sepan acupuntura, quienes sufren migrañas saben señalar perfectamente los puntos del meridiano de la vesícula biliar localizados en la cabeza, porque el dolor lo sienten en esa zona.

  • Reflejoterapia podal: Es excelente para el dolor de cabeza. Tenemos más de 70.000 terminaciones nerviosas en la planta del pie. Mediante la presión en los puntos terapéuticos es posible tonificar, sedar o desbloquear diferentes partes del cuerpo, lo que alivia los síntomas y da paso a la resolución del problema.
  • Hidroterapia: Cuando tenemos un dolor de cabeza de origen digestivo, una sencilla pero eficaz práctica de hidroterapia puede resolverlo en unos minutos. Consiste en aplicar una compresa de agua fría en el vientre. Para ello se prepara un paño de hilo de forma rectangular y que abarque toda la barriga. Se moja en agua fría, se escurre hasta que no gotee y se coloca sobre el abdomen. Previamente, el paciente se habrá tumbado sobre una toalla, que ahora envolverá el cuerpo, y que se sujeta con imperdibles. Para esta práctica el único requisito es haber hecho la digestión. La reacción que produce el organismo en unos escasos 20 minutos puede liberar de una pesada cefalea.
  • Terapia neural: Resulta eficaz en cefaleas resistentes. La terapia neural consiste en la aplicación subcutánea de una gota de un anestésico local (lidocaína o procaína). Esta mínima cantidad de anestésico influye en el sistema nervioso vegetativo y desencadena diversas acciones a distancia. Ofrece resultados similares a los de la acupuntura.

El dolor: mejor prevenir que curar

Las cosas que nos suceden están en íntima conexión con el cosmos. Probablemente nada ocurre porque sí, pues no somos independientes del resto del mundo. Esta reflexión se aplica a cualquier dolor, pero también cuando se sufren accidentes, leves o no tan leves.

Por ejemplo, ¿por qué nos caemos un día cualquiera?

Estamos en casa o en la calle, realizando un movimiento habitual, y de repente perdemos el equilibrio. Puede tratarse de un percance sin importancia o tal vez generar una lesión. Incluso puede que olvidemos la caída, pero quizá a los pocos días experimentemos un problema de salud mayor o un serio contratiempo vital.

Cuando el ritmo o la dirección que lleva una persona la alejan de su esencia, se torna más vulnerable. Algo en su interior reclama una pausa para reconsiderar la situación, sea familiar, emocional, laboral, espiritual... o quizá un poco de todo ello a la vez.

Ocasiones para enfermar o desfallecer no faltan. Se diría que el cuerpo aprovecha una de las múltiples que se presentan; entonces no queda más remedio que permanecer en casa unos días o incluso solicitar ayuda terapéutica. Al reposar o al dejar de obrar por inercia se dispone de tiempo y perspectiva para analizar las cosas.

El dolor ayuda a reconectar, porque se acompaña de todo un conjunto de sensaciones que puede ser útil descubrir y analizar.

Adoptar hábitos más saludables

Ante el paciente que se queja de dolor el médico o el terapeuta primero intentan distinguir de qué tipo de dolor se trata y qué estructuras corporales lo están causando. En caso de dolores recientes pero de gran intensidad, a veces un tratamiento local puede ser suficiente.

Pero los dolores crónicos es probable que exijan un cambio más a fondo de costumbres, estilo de vida y posturas.

La buena noticia para quienes sufren dolor agudo, y sobre todo dolores crónicos, es que, como hemos visto,la medicina alternativa ofrece un amplio abanico de posibilidades para librarse del dolor sin tomar fármacos, o reduciendo sustancialmente su dosis. Así se alivia también al sistema metabólico y se da un más que merecido descanso al hígado y los riñones.

El riesgo de abusar de analgésicos, antiinflamatorios y otros fármacos

Hace años que los analgésicos, junto con los ansiolíticos, son los medicamentos más vendidos. Hay muchos tipos de fármacos contra el dolor y algunos tienen una larga lista de efectos secundarios. Entre los más graves figura la insuficiencia renal cuando se toman antiinflamatorios de forma regular durante mucho tiempo.

No olvidemos que la insuficiencia renal lleva a la hemodiálisis a las personas que por un motivo u otro han tomado muchos antiinflamatorios a lo largo de su vida.

Por otro lado, combatir el dolor con un analgésico puede aliviar el malestar sin llegar a la raíz del problema. Con el tiempo, eso puede hacer que el dolor se instale de forma definitiva y que vaya apareciendo intermitentemente, con mayor o menor intensidad.