La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular degenerativa que suele afectar a la vista de las personas mayores. Se calcula que su prevalencia es del 1,2% de la población entre 52 y 64 años, con un aumento del 20% en pacientes de más de 75 años, tanto en hombres como en mujeres.
Consiste en un deterioro de la mácula, la parte central y más sensible de la retina, con lo que la visión central se pierde y queda solamente la lateral o periférica. Es decir, deja muy poco campo de visión y afecta a la capacidad para ver los detalles al leer, ver la tele, coser, reconocer caras...
Dos tipos de degeneración macular: seca y húmeda
- En la forma seca o atrófica de la enfermedad, la falta de nutrientes y oxígeno en la retina, causada por anomalías de la membrana que la rodea y del epitelio pigmentario, produce la muerte de las células de esa zona. Con el tiempo, aparece un punto borroso en el centro de la visión que se acaba convirtiendo en una zona opaca cada vez más extensa. Es la forma más habitual y la evolución es lenta.
- En la forma húmeda o exudativa de la degeneración macular asociada a la edad aparecen vasos anormales que sangran y dejan salir líquidos, lo que finalmente acaba destruyendo una gran área de la retina que los rodea. La pérdida de la visión central es rápida; las líneas rectas parecen onduladas y se ven manchas negras fijas.
¿Se puede curar la degeneración macular?
Lamentablemente, la degeneración macular no tiene cura. La meta es ayudar al paciente a ver mejor y estabilizar la enfermedad.
Trtamiento de la degeneración macular húmeda
La degeneración macular húmeda se puede tratar con medicamentos que frenan la generación de vasos sanguíneos como el ranibizumab y el aflibercept.
También se puede aplicar terapia fotodinámica que combina fármacos y láses para sellar los vasos sanguíneos.
La fotocoagulación es otra opción. También utiliza luz láser de alta energía para destruir los nuevos vasos sanguíneos.
Tratamiento de la degeneración macular seca
En algunos casos es posible la intervención quirúrgica para implantar lentes telescópicas.
Tratamiento natural de la degeneración macular
Con objeto de detener o retrasar su evolución es recomendable comer mucha fruta y verdura, así como vitaminas antioxidantes y oligoelementos (verduras, legumbres, cerezas, remolachas, zanahorias, espinacas, etcétera).
- Tomar carotenos antioxidantes no restaura la visión perdida, pero sí reduce el riesgo de sufrir DMAE. Los más efectivos son la luteína y la zeaxantina, que protegen frente a los efectos oxidativos de los rayos ultravioletas. Se hallan en vegetales amarillos y hojas verdes: pimiento, calabaza, zanahoria, espinaca, col rizada...
- Para mantener una buena salud ocular se recomienda tomar 6 mg de carotenos al día.
- Además, se aconseja incorporar otros nutrientes como vitamina C, E y del grupo B (en especial B3 y ácido fólico), flavonoides, zinc y ácidos grasos omega 3.
Una fórmula nutricional contra la degeneración macular
El Instituto Nacional del Ojo, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, patrocinó dos grandes estudios que examinaron el papel de los suplementos nutricionales en la enfermedad.
Los estudios se conocen como Estudio de enfermedades oculares relacionadas con la edad (AREDS y AREDS2).
Los investigadores hallaron que la suplementación nutricional diaria redujo un 25-30% el riesgo de evolución de intermedia a tardía en un plazo de cinco años. También redujo el riesgo de pérdida de la visión en un 19 por ciento.
La fórmula multivitamínica original de AREDS, incluye:
- 500 miligramos (mg) de vitamina C
- 400 unidades internacionales (UI) de vitamina E
- 80 mg de zinc
- 15 mg de betacaroteno
- 2 mg de cobre
Ayudas para la visión
Por otra parte, es recomendable recurrir a técnicas y artefactos de baja visión. Se fundamentan en sistemas ópticos de ampliación de la imagen y luces, ya que aunque las personas con degeneración macular tengan una pérdida de visión central severa, no tienen afectada la periférica o lateral.
Con estas ayudas pueden realizar actividades normales como leer o ver la televisión, aunque no volver a conducir.
Cada persona ha de ir probando según su situación, pues un tipo de ayuda de visión puede ser útil para leer, pero totalmente ineficaz para ver la televisión o enfocar algo a distancia y viceversa.