En invierno son más frecuentes las enfermedades respiratorias como gripes y resfriados. Los cambios de temperatura entre el frío de fuera y el ambiente caldeado de las casas, lugares de trabajo e incluso transportes públicos, junto con la poca humedad ambiental, ayudan a que los gérmenes patógenos vivan una auténtica temporada alta.

Cuando aparece alguna de estas patologías infecciosas comunes no siempre es necesario echar mano a medicamentos que muchas veces tienen efectos secundarios indeseables. Los remedios de la medicina natural y la herboristería se han mostrado efectivos para estos menesteres durante siglos.

Tratamientos generales para combatir las infecciones respiratorias

El tratamiento natural basta para superar las infecciones víricas que no presentan complicaciones. En caso de duraciones excesivas o aparición de síntomas nuevos hay que visitar al médico para que aconseje el mejor tratamiento a seguir o realice las pruebas pertinentes. Estas son las infecciones más frecuentes y los tratamientos indicados:

  • Gripe. Junto al descanso y una dieta ligera, rica en alimentos vegetales frescos, se pueden tomar preparados a base de equinácea, así como homeopatía (Oscillococcinum y Ferrum phosphoricum). Ante los primeros síntomas es eficaz tomar una dosis elevada de cinc (30 mg). La acetilcisteína (600 mg) ayuda a prevenir complicaciones.
  • Otitis. Para prevenirla y tratarla es útil fluidificar la mucosidad nasal con aerosoles de agua de mar. La infusión de raíz de levístico (Levisticum officinale) resulta también eficaz.
  • Anginas. Son recomendables las gárgaras con infusión de salvia, vinagre de manzana rebajado o agua salada. Es importante acudir al médico si las molestias duran más de tres días.
  • Bronquitis. Hay que beber al menos dos litros diarios de infusiones o agua, y realizar inhalaciones y vahos con tomillo para mejorar la respiración.

La ayuda específica de las plantas medicinales

Las propiedades de las plantas medicinales son una ayuda tanto en la prevención como en el tratamiento de los trastornos invernales. Su eficacia viene avalada por generaciones de personas que las llevan tomando durante siglos.

Infusión para evitar infecciones

Ingredientes:

  • 10 g de flores de tilo.
  • 20 g de flores de saúco.
  • 25 g de escaramujo.
  • 25 g de hojas de melisa.
  • 10 g de hojas de frambueso.
  • 10 g de hojas de planta de zarzamora.

Elaboración:

  1. Mezcla todos los ingredientes y guárdalos en un tarro.
  2. Toma una cucharadita de la mezcla por taza y déjala reposar durante diez minutos en agua recién hervida.
  3. Toma tres tazas diarias, coincidiendo con el desayuno, la comida y la cena.

Remedio para la garganta irritada

Es uno de los síntomas comunes de infección respiratoria. Para reducir la intensidad de la molestia y favorecer la curación puedes tomar una preparación a base de jengibre y miel.

Ingredientes:

  • Un trozo de jengibre fresco
  • Miel (puedes sustituirla por algún sirope)
  • Zumo de limón recién exprimido

Elaboración:

  1. Ralla el jengibre fresco y mézclalo con la misma cantidad de miel y unas gotas de limón.
  2. Cada día se toman tres cucharaditas de la pasta, que se deshace en la boca y se traga lentamente.
  3. Los principios activos del jengibre y la miel reducen el dolor y ayudan a atajar la infección.

Baño tonificante con tomillo

Los vahos y las inhalaciones de tomillo son un remedio popular contra la congestión. También son eficaces los baños de pies y de cuerpo entero.

Para realizarlos se prepara una decocción de 500 g de tomillo en cuatro litros de agua que se añaden al baño.

Los beneficios de reaprender a respirar

Para fortalecer los pulmones hay que practicar una respiración profunda y lenta. Sigue las instrucciones paso a paso:

  1. Siéntate con la espalda recta para no oprimir la caja torácica.
  2. Exhala todo el aire por la nariz y a continuación inspira lenta y profundamente también por la nariz.
  3. Lleva la barbilla a la clavícula y corta la respiración durante cinco segundos.
  4. Despega la barbilla y suelta lentamente el aire.

Esta respiración ha de practicarse cada día durante diez minutos, al aire libre y en un lugar tranquilo, alejado de fuentes de contaminación.

Practica el Pranayama

El yoga de la respiración propone una serie de técnicas que suponen un gran entrenamiento para los pulmones. La respiración kapalabhati consiste en realizar series de 30 o 40 exhalaciones muy rápidas, contrayendo rítmicamente el abdomen y sacando el aire por la nariz.

En cambio, sama ortti es una respiración lenta que enseña a dirigir el aire hacia diferentes zonas de los pulmones.
Además de mejorar la respiración, estos ejercicios favorecen el autocontrol emocional.

El doctor Ramon Rosselló explica estas técnicas y ofrece otros consejos en Cómo cuidar tus pulmones para respirar mejor.

Cuando acudir al médico

Los síntomas que hacen necesaria la consulta con el médico son:

  • Una fiebre alta que dure más de 3 días.
  • Dificultades para respirar o "pitidos" respiratorios.
  • Color de la piel amoratado.
  • Dolor de oído o salida de líquido por el oído.
  • Dolor en el pecho, los pómulos o la frente.
  • Desmayo, confusión o desorientación.
  • Regreso de tos y fiebre con más intensidad después de haber desaparecido o empeoramiento de una enfermedad crónica como diabetes o insuficiencia cardiaca.
  • También debe acudirse al médico si no han desaparecido todos los síntomas en el plazo de 10 días.