Para la medicina naturista no existen los problemas de salud locales, sino problemas de la persona, que se expresan localmente. En concreto, los problemas de piel siempre se han de abordar con un tratamiento general, que incluye una limpieza o depuración interna.
Tratamiento integral del acné
La salud de la piel es subsidiaria de la salud del medio interno, que la nutre. No resultan suficientes los remedios sintomáticos, dirigidos al tratamiento local del acné. Si esos remedios se acompañan de un tratamiento integral, los resultados serán mucho más satisfactorios. Este tratamiento consiste en:
- Dieta depurativa. Inicia el tratamiento con una dieta depurativa durante dos semanas, exclusivamente a base de frutas, verduras y ensaladas. Incluye infusiones o preparados depuradores del organismo, con plantas como cola de caballo, diente de león, fumaria y cardo mariano.
- Buena alimentación. A partir de ahí, construye una dieta añadiendo cereales, legumbres, frutos secos, algas y semillas. Lo ideal es mantener una dieta vegana, sin azúcares o productos refinados (bollería, patatas fritas…) ni hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, café, bebidas gaseosas…) durante unos meses. Resultan aconsejables los alimentos ricos en betacarotenos (tomates, zanahorias, albaricoques, melocotones…), en zinc (pipas de girasol o calabaza…), en vitamina B (levadura de cerveza…) y en omega-3 (semillas de lino o de chía…).
- Contacto con los elementos. Tu piel necesita del contacto con el aire, el agua, el sol y la tierra. Está demostrado que el ambiente de montaña y el de playa (a horas adecuadas) mejora el acné.
- Ejercicio físico. La actividad corporal te ayuda a regular la función de las glándulas sudoríparas y sebáceas, que son las afectadas en el acné. Además, los baños de vapor húmedo o las vaporizaciones locales, acabadas con agua fría, te ayudarán a limpiar la piel, igual que las compresas o mascarillas de arcilla, sobre todo si las preparas con aguas sulfuradas.
- Lavados. Para bajar la inflamación, haz lavados (al levantarte y al acostarte) de agua de tomillo con unas gotas de propóleo o aceite del árbol del té. El jabón de avena es uno de los más idóneos para la higiene de la piel acneica.
Este tratamiento integral puede reforzarlo un profesional con un tratamiento local a base de preparados naturales.
No olvides que no solo tratas tu problema del acné, sino que mejoras tu estado de salud en general.