El tratamiento de pacientes con COVID-19 hospitalizados con complementos de vitamina D reduce los casos de ingresos en las unidades de cuidados intensivos y el número de fallecimientos. Es la esperanzadora conclusión del estudio realizado en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
La investigación, que ha sido liderada por el doctor José Manuel Quesada y que se publicará en The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology, se suma a la creciente evidencia científica de que la vitamina D ayuda eficazmente al cuerpo a combatir la infección por COVID-19.
La vitamina D se sintetiza en la piel cuando se expone a la luz del sol, pero incluso en un país como España, la mitad de la población y el 87% de las personas mayores de 60 años sufren su deficiencia.
La vitamina D reduce los fallecimientos por COVID-19
Los investigadores explican que la vitamina D regula la respuesta inmunitaria y previene la llamada "tormenta de citoquinas" que daña el tejido pulmonar y provoca la muerte de los afectados. También podría reducir la formación de trombos y otras alteraciones vasculares que son culpables de secuelas asociadas a la COVID-19.
El estudio incluyó a 76 pacientes hospitalizados con COVID-19. Todos los pacientes recibieron el mismo tratamiento protocolario: hidroxicloroquina y azitromicina. Además, cincuenta de los pacientes recibieron complementos de vitamina D como terapia adicional, mientras que los 26 pacientes restantes no recibieron ninguna dosis de la vitamina D.
Sólo un paciente del grupo que recibió el suplemento de vitamina D ingresó en la unidad de cuidados intensivos, mientras que 13 de los 26 pacientes no tratados con vitamina D acabaron ingresando en la UCI.
Ninguno de los pacientes del grupo de vitamina D falleció y todos fueron dados de alta sin complicaciones.
De los 13 pacientes del grupo no tratado que ingresaron en la UCI, desgraciadamente dos fallecieron y los 11 restantes fueron dados de alta.
Aunque el estudio tiene sus limitaciones, ya que es un estudio piloto, sin comparación a doble ciego, y con un número reducido de personas, los autores lo consideran una evidencia de que la vitamina D puede formar parte de un tratamiento eficaz. Esta idea puede reforzarse a medida que se vayan conociendo los resultados de otros ensayos que se están realizando en 14 hospitales españoles.
¿Qué forma de vitamina D es más eficaz?
En farmacias, parafarmacias y herbodietéticas se pueden encontrar varias formas de vitamina D o, mejor dicho, precursores de la vitamina D activa. En el estudio del Hospital Universitario Reina Sofía se administró a los pacientes calcifediol, según el siguiente protocolo: 0,532 mg el primer día de hospitalización; 0,266 mg al tercer y séptimo día, y la misma dosis cada 7 días.
El calcifediol, que también se denomina 25-hidroxivitamina D o calcidiol, es técnicamente un metabolito hormonal activo de la vitamina D3. El doctor Quesada, en declaraciones a Teknautas, ha insistido que los beneficios descubiertos solo pueden atribuirse al calcifediol, no al resto de formas de vitamina D. El calcifediol solo se puede conseguir con receta médica.
La concentración de calcifediol en sangre aumenta al tomar otras forma de vitamina D, como la vitamina D3. Esta, que también se conoce como colecalciferol, se transforma en el hígado en calcifediol. La vitamina D3 se puede conseguir como complemento alimenticio sin receta en farmacias, parafarmacias y herbodietéticas.
José Carlos Tutor, investigador en la Universidad de Santiago de Compostela, recomienda una dosis de 5.200 UI (unidades internacionales) al día de colecalciferol para alcanzar unos niveles óptimos de calcidiol en sangre.
Tomar el sol es otra posibilidad. Se estima que 15-20 minutos de exposición al sol puede generar en una persona sana (dependiendo de la estación, la latitud, el tipo de piel y la superficie expuesta) de 10.000 a 20.000 UI de vitamina D.
Vitamina D para todos como prevención
Las evidencias a favor de la vitamina D son ya tantas que el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas José María Benlloch ha propuesto que se administre una dosis moderada de manera preventiva a toda la población para aplanar la segunda ola de la pandemia. La vitamina podría reducir la carga viral en los infectados y reducir las posibilidades de propagación del virus.
Benlloch, que dirige el Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), está a favor de "dar unas dosis no demasiado altas que subieran el nivel de vitamina D de toda la población como profilaxis".
Referencias científicas: