El trabajo como voluntario es bueno para la salud

Ayudar a los demás es una de las mejores maneras de ayudarse a uno mismo, pues produce efectos beneficiosos sobre la salud y alarga la esperanza de vida.

ayudar a los demás
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Una de las características de los habitantes longevos de Okinawa, la isla japonesa con mayor concentración de personas longevas del mundo, es que dedican un tiempo a las actividades comunitarias de ayuda mutua. La ciencia ha podido confirmar que el trabajo voluntario es bueno para la salud.

El voluntariado resulta especialmente beneficioso para las personas mayores, según Paul Irving, presidente del Instituto Milken para el Futuro del Envejecimiento y profesor en la Universidad del Sur de California. Tanto que Irving sugiere que los médicos recomienden el trabajo voluntario a sus pacientes mayores, además pedirles que coman bien y hagan ejercicio.

Ser voluntario procura salud y más años de vida

Ayudar a los demás es un objetivo vital. Y tener un objetivo vital claro reduce las probabilidades de morir a corto plazo, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine, que revisó 10 estudios llevados a cabo en los 15 años anteriores y que incluyeron a más de 130.000 participantes.

Otro estudio publicado en Daedalus, una revista académica de Massachussetts Institute of Technology, concluyó que las personas mayores que realizan voluntariado tienen menos hipertensión, menos dificultades de movilidad, habilidades intelectuales mejor conservadas y menor mortalidad.

Todos estos beneficiosos se reflejan en las necesidades de atención médica que requieren los voluntarios: a lo largo de su vida, pasan un 38% menos de noches en el hospital, en comparación con las personas que no realizan trabajo voluntario, según otra investigación pionera, realizada por el doctor Eric S. Kim y la doctora Sara H. Konrath, de la Universidad Indiana.

¿Por qué el voluntariado es beneficioso para la salud?

Una de las razones que explican los beneficios del trabajo voluntario es que implican a menudo una actividad física: por ejemplo, en un banco de alimentos los voluntarios tienen que recoger los productos, colocarlos en estanterías y luego en bolsas.

Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon ha llegado a cuantificar la cantidad de horas de voluntariado que hace falta para conseguir beneficios concretos: 200 horas al año se relacionan con una menor tensión arterial. Otros estudios indican que bastan 100 horas para empezar a experimentar ventajas.

Pero los beneficios no se deben solo a la actividad física. El contacto humano en medio de un vaivén de emociones positivas también produce su efecto. Muchos voluntarios, de hecho, aseguran que su labor les hace sentir un entusiasmo prácticamente juvenil.

El doctor David DeHart, médico de familia en la Clínica Mayo en Prairie du Chien (Wisconsin, Estados Unidos), ha trabajado con miles de pacientes ancianos y por experiencia sabe que el trabajo voluntario reduce el estrés, por lo que no duda en recomendarlo a sus enfermos.

"Las acciones compasivas que alivian el dolor de otra persona reducen el propio dolor y malestar", afirma DeHart, quien él mismo trabaja como médico voluntario en Vietnam, a donde viaja dos veces al año.

¿Cómo hacerse trabajador voluntario?

Hay muchas maneras de hacer voluntariado: tantas como necesidades existen en una sociedad. La Ley española del voluntariado recogen 10 ámbitos donde realizar la acción voluntaria y altruista.

Estos ámbitos son: ambiental, comunitario, deportivo, educativo, internacional, ocio y tiempo libre, en socorro y emergencias, en hospitales, con personas mayores,

En el portal www.voluntariado.net puedes encontrar más información sobre las distintas organizaciones que gestionan el trabajo voluntario en cada uno de estos ámbitos.

Referencias científicas:

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