"El yoga para mamás y bebés refuerza el vínculo madre-hijo"

Conoce los beneficios físicos y emocionales de esta práctica.

Gabriela Nanni

Gabriela Nanni es profesora de yoga desde hace 12 años, formada en Yoga AshtangaVinyasa, Yin Yoga, Prana Flow Yoga y Yoga para embarazadas. Brasileña de ascendencia italiana y afincada en Barcelona, Nanni es miembro de Espacio de Terapias, un proyecto de salud multidisciplinar dedicado a maternidad y crianza, acompañamiento emocional, psicoterapias y terapias corporales y naturales, entre otros abordajes. Todo ello con una visión humanista e integrativa.

En una charla que mantuvimos en Barcelona días pasados nos contó que del 21 al 24 de junio coordinará un curso de yoga para mamás y bebés que impartirá Anne Sobotta, francesa afincada en Brasil especialista en este enfoque, que además ejerce como doula y educadora perinatal y especialista en terapias somáticas.

El curso está dirigido a profesionales dedicados a la asistencia a la mujer durante el parto, posparto y primera infancia, así como a profesionales del yoga y todas las madres interesadas en acudir con sus bebés.

Asimismo, una semana después, los días 29 y 30, Espacio de Terapias traerá por primera vez a España a Janet Balaskas, creadora del concepto de Parto Activo, que revolucionó el escenario del parto natural en la década de los 80. Balaskas impartirá un taller sobre este tema. Ambos eventos tendrán lugar en Espacio de Yoga.

"La clase es un lugar donde es posible perder el miedo"

Durante la entrevista, Gabriela nos explicó los beneficios físicos y emocionales de estas prácticas para la mujer durante un momento tan importante como el parto y el postparto.

—¿Cómo es una clase de yoga para mamás y bebés?

—La clase intenta ser un espacio en el que se respeta ese momento tan especial que es el puerperio. Es importante escuchar y cuidar a las mamás. Hay un momento pensado para su bienestar físico, en el que intentamos transmitirles que no tienen que tener prisa para volver al modelo de mujer impuesto socialmente. Las ayudamos con diferentes asanas a prevenir y mejorar problemas frecuentes en el posparto, como dolores de espalda o diastasis abdominal. Algunos movimientos se practican en solitario y otros con el niño, integrándolo de forma lúdica. Pero ante todo hay propuestas de relajación y el cuidado se hace con una visión sistémica pensada para la díada mamá-bebé.

—¿Y en cuanto al cuidado del niño?

—El apoyo al bebé está pensado para que pueda atravesar las grandes etapas de desarrollo sin problemas y se centra en el masaje, que es una herramienta para que las madres puedan tocar a sus bebés de forma placentera y segura. Ellas son las mejores terapeutas para sus pequeños y por eso el masaje se vuelve terapéutico para ambos.

—¿Qué cuentan las mamás que acuden a clases de yoga con sus bebés? ¿Qué mejoras experimentan?

—Para muchas madres la clase es un lugar donde es posible perder el miedo: de poner al bebé boca abajo, de no saber gestionar el llanto, de no tener suficiente leche, de no corresponder a un ideal, de no conseguir... Para otras es el momento de relajarse profundamente, ya que no pueden hacerlo en casa porque quizá tienen más hijos. Es donde también aprenden a hacer ejercicios para aliviar los dolores del posparto y a solucionar cuestiones relacionadas con el desarrollo del bebé.

El yoga para mamás y bebés, además de ser terapéutico, refuerza el vínculo afectivo madre-hijo. Por otro lado, el hecho de compartir la experiencia con otras mujeres es muy importante porque el posparto es un momento muy solitario para la mujer.

"La clase se convierte también en un espacio de intercambio en el que es posible expresar las dudas y temores sin ser juzgada."

—Muchos bebés sufren cólicos o alteraciones del sueño. ¿Esta práctica es efectiva para atenuar estos problemas?

—Sí, porque se construye con una mirada sistémica y no en plan "mi bebé tiene un problema". El masaje contribuye a la producción de hormonas del bienestar del bebé, con lo cual hay una mejora del sueño. Además, algunas de las técnicas de masaje y de los movimientos de yoga están pensados para mejorar los cólicos o eliminar la mucosidad, entre otras cuestiones.

Otra cosa interesante es que durante la clase solemos poner al bebé boca abajo, con tranquilidad y sin miedo a ningún peligro, controlándolo en todo momento. Esta es una postura importante para él, para fortalecer su espalda y estimular sus órganos. Hoy en día se obvia por el miedo a la muerte súbita pero es interesante que en algún momento del día le ofrezcamos al niño esta posibilidad. Además, es muy efectiva para combatir los cólicos.

—Las manos de la madre mediante el masaje terapéutico son una invitación a la vida…

—Desde luego. Hay que tener en cuenta que el trabajo de parto, durante el cual el feto es empujado hacia el canal de parto por medio de las contracciones uterinas, es el primer masaje que el bebé recibe. En este proceso se estimula su sistema nervioso periférico y sus órganos principales. Los masajes que realizamos posteriormente a los bebés son una manera de alargar esta sensación y de garantizar que el recién nacido no acumule zonas de tensión o rigidez en los músculos y articulaciones, para que pueda relajarse física y emocionalmente.

Pero, además, el tacto es el primer sentido que se desarrolla en el bebé y a través del toque es posible estimular el resto de sentidos: el gusto, la audición, la visión, el equilibrio (el masaje estimula el sistema vestibular, que permite equilibrar el cuerpo con relación al peso de la gravedad) y la propiocepción (el masaje facilita la toma de conciencia de la propia posición corporal en el espacio). Pero, sobre todo, tocar a nuestro hijo, mirarlo, besarlo, darle cariño y hablar con él durante el masaje le transmite la seguridad y la confianza que necesita para crecer feliz.

Devolver el poder del parto a las mujeres

Respecto al taller de Janet Balaskas sobre parto activo, Gabriela Nanni explica que siempre que una mujer goce de buena salud y el parto sea de bajo riesgo no es necesario estar en un ambiente hospitalario para dar a luz.

Janet Balaskas propone desde los años 80 el parto activo, que no es otra cosa que ayudar a la mujer a tomar el control de su parto y recuperar la tradición del nacimiento natural pero en un contexto moderno, en un entorno acogedor y cálido, sosegado, con luz tenue, donde la mujer tenga privacidad sin sentirse observada y esté acompañada de una comadrona a la que pueda recurrir con garantía en todo momento.

La mujer debe poder moverse libremente para poder alternar durante el trabajo de parto las posiciones de pie, de rodillas, de cuclillas, inclinada hacia delante, o si lo prefiere, estirada en la cama, pero de lado, no acostada de espaldas, ya que esto le impide moverse a su voluntad.

Respetando la fisiología del parto se da, además, una mayor liberación de hormonas (oxitocina y endorfinas) que permiten a la madre lidiar mejor con el dolor. Durante el taller Balaskas explicará, entre otras, técnicas de relajación (masajes, acupresión, toque…), así como de respiración y sonido.

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