Naranja sanguina

La pulpa roja de esta naranja no solo resulta exquisita, sino que está repleta de antioxidantes. Su vitamina C supera en un 40% a las naranjas ordinarias en la variedad tarocco, que puede proporcionar hasta 60 mg en 100 ml de zumo. Este nutriente aumenta la absorción del hierro, el calcio y el fósforo, y participa en la síntesis de colágeno, por lo que previene el envejecimiento prematuro.

El betacaroteno, otro pigmento antioxidante, abunda más en la sanguina que en otras naranjas. Refuerza el sistema inmunitario y se transforma en vitamina A conforme el organismo la va necesitando. La sanguina, al igual que la naranja común aporta ácido fólico y vitamina B1, relacionadas con el rendimiento intelectual y la prevención de la fatiga entre otras virtudes.

La sanguina o roja es una variedad de naranja que se caracteriza por su pulpa de atractivo color borgoña. Puede ser algo más pequeña que otras variedades y su piel naranja y lisa estar salpicada de motas rojas. Su color se debe a la presencia de antocianinas, una clase de pigmentos más común en las bayas que en las frutas cítricas y que protege la salud de manera eficaz.

 

Un tesoro entre los cítricos
· Las antocianinas, los pigmentos antioxidantes que tiñen la pulpa de las naranjas sanguinas, se acumulan en las vesículas que separan los gajos. Son un potente antioxidante que allí por donde pasa va atrapando radicales libres y favoreciendo su eliminación. De esta manera contribuye a prevenir las enfermedades cardiovasculares, las neurológicas y diversos tipos de cáncer –sobre todo los de colon y estómago– de manera tan eficaz o más que los antioxidantes hallados en el té verde, las bayas o las coles.
· Al inhibir ciertas enzimas digestivas, las antocianinas disminuyen los niveles de glucosa en sangre y reducen la absorción de las grasas después de las comidas, por lo que previenen la obesidad y la diabetes.
· Por otra parte, destaca su efecto sobre el sistema circulatorio, pues aumenta la resistencia de las paredes de los vasos sanguíneos y disminuye su permeabilidad.

 

Cocina gourmet
Aunque es un placer consumir la naranja sanguina como fruta de mesa en plena temporada, puede añadirse a las mismas recetas en las que se emplearían naranjas normales y resulta idónea para elaborar zumos y batidos, así como macedonias, carpaccios, ensaladas, salsas, helados, sorbetes, mermelada y pasteles. Con quesos de cabra o de untar contrasta de maravilla. Los frutos secos y las frutas desecadas combinan bien con la sanguina en platos tanto de arroz, bulgur o cuscús, como de pasta o verdura.

 

Compra y conservación
A la hora de comprar sanguinas, debemos buscar las de piel tersa, con un buen color y sin magulladuras. Conviene además que sean firmes y tengan un buen peso. Es mejor elegirlas de cultivo ecológico y cercano para aprovechar mejor sus vitaminas. Y no deben guardarse con frutas que maduren con rapidez, porque unas y otras desarrollarían sabores indeseables.  

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