Muchas personas creen que cuanto más se agotan practicando ejercicio, mejor lo están haciendo. Sin embargo, el catedrático de Educación Física Felipe Isidro lo desmiente. "En ejercicio saludable, entrenar persiguiendo la fatiga como si fuera un trofeo es un error de enfoque", asegura el experto.
De hecho, Isidro explica que "la clave para mejorar la salud con eficacia y seguridad mediante el ejercicio es una adecuada gestión de la fatiga". Y es que el experto señala que "la gestión de la fatiga es el quid de muchos entrenos y cuando alguien quiere fatigarse nos convierte –a los entrenadores– en fatigadores". ¿Quieres saber por qué la fatiga no debe contemplarse en el ejercicio físico saludable?
El exceso de ejercicio perjudica la salud
"La vida no tiene ni premios ni castigos, tiene consecuencias", subraya el entrenador experto, que asegura que, "al final, tenemos que tener un sentido común". Y es que, igual de malo es no hacer ejercicio como hacer demasiado, según el experto, que nos pone la comparación del fármaco y el veneno, cuya diferencia está en la dosis. "Si me paso de dosis puedo tener efectos deletéreos", recalca.
Por todo, el experto prefiere no relacionar la palabra deporte con salud, "porque conlleva un rendimiento y un mayor riesgo de pasarte de ciertas cosas, entre ellas, los umbrales de tolerancia de tejidos, la cantidad de estrés oxidativo que puedas tener, etc.", explica.
Mucho volumen e intensidad = fatiga

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Según Isidro, es una circunstancia que se da sobre todo en personas que hacen un entrenamiento muy intenso y muy largo. "Cuando intentas hacer algo muy intenso y encima le quieres meter mucho volumen, aparece algo que es primordial y que debemos tener claro los profesionales del ejercicio, que es la fatiga", explica.
Más fatiga no significa más eficaz
"El que alguien esté fatigado no significa nada", asegura el catedrático. Es más, asegura que la fatiga "le aleja generalmente de la dosis correcta". Y es que Isidro señala que "hay determinados deportes que tienden a buscar esa fatiga, como una maratón, un triatlón o incluso algo que no es deporte, como el Crossfit o el Hyrox. Esto aleja de la salud".
Los tipos de fatiga

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Estos son los tipos de fatiga de los que nos habla el experto y los mecanismos para controlar cada una:
Fatiga neuromuscular
Según Felipe Isidro, es la incapacidad temporal de generar el valor máximo de fuerza aplicada ante cualquier resistencia. Puede ser central, producida por encima de la placa motora y que afecta a estructuras nerviosas involucradas en la activación muscular, o periférica (fibra) en las estructuras por debajo de la placa motora.
"Se debe controlar mediante medición de velocidad de ejecución, realizando la mitad o menos de las repeticiones posibles con una carga dada y evitando así pérdidas de velocidad no deseadas", apunta el entrenador.
Fatiga metabólica
El entrenador lo explica como la acumulación de metabolitos y pérdida de sustratos energéticos y falta de energía (ATP). "Se manifiesta como sensación de ardor y pérdida de técnica y se controla mediante descansos completos, tanto intrasesión –evitando trabajo por tiempo o series al fallo– como intersesiones".
Fatiga cardiovascular
No es más que la incapacidad del sistema cardiovascular para mantener un determinado esfuerzo en el tiempo. "Se manifiesta mediante aumento de la disnea y sensación de agotamiento sistémico", dice el experto, que recomienda controlarla "entrenando por debajo del primer umbral ventilatorio (Z1 y Z2), que debe concretarse siempre individualmente".
Fatiga Perceptiva o Psicológica
Según el entrenador, es una sensación subjetiva de agotamiento que puede preceder a la fatiga real. "Se debe educar en percepción del esfuerzo, monitorizando la carga interna y el estrés psicosocial", recomienda.
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