Erísimo

El erísimo (Sisymbrium officinale) es una planta anual de la familia de las crucíferas, muy común en descampados, márgenes de caminos y huertos. Presenta las hojas basales muy segmentadas, con el segmento central más grande que el resto y las hojas superiores astadas.

Las flores son de color amarillo claro y los frutos, silicuas cónicas, aparecen pegados al tallo. Florece durante casi todo el año, salvo en los meses más fríos, y con fines medicinales se cosecha la planta entera, al inicio de la floración. Se usa preferentemente fresca, pero también seca. 

Propiedades medicinales

  • El erísimo contiene un aceite esencial, mucílagos, pectina y heterósidos. Su principal indicación es como bálsamo para mediar en catarros de laringe y curar la ronquera o afonía. El Dioscórides renovado recoge la vieja anécdota del médico que suministró una tisana de erísimo a un cantor de Nôtre Dame (París) que llevaba seis meses afónico: no solo recobró la voz, sino que pudo cantar con un brío como no lo había tenido nunca. Por ello esta planta recibe también el nombre de «hierba de los cantores».
  • Se recomienda, por lo tanto, como remedio para acabar con la afonía y para descongestionar las cuerdas vocales, lo que la hace muy adecuada para profesores, conferenciantes, recitadores, cantantes y cualquier persona que trabaje con la voz, cuando se ven afectados por este problema.
  • El erísimo se emplea también como antiinflamatorio ocular, en caso de párpados inflamados, conjuntivitis e irritación ocular.
  • También actúa como un excelente diurético, en caso de retención de líquidos, edemas, inflamaciones urinarias y piedras en el riñón, combinado con plantas de efectos afines como la cola de caballo, la vara de oro o la gatuña.
  • Asimismo se indica como apoyo para favorecer la eliminación de los cálculos biliares.

Remedios naturales con erísimo

  • Enjuague para la ronquera o infusión: Se puede utilizar la planta fresca, a razón de 50 gramos por litro de agua, en infusión, para aplicar en forma de enjuague o gargarismos o bien tomarla con una cucharadita de miel, hasta 5 tazas diarias mientras persista la ronquera. En caso de enjuague, se recomienda no tragarse la infusión.
  • Tisana para la afonía. El erísimo se combina con plantas que también suavizan la garganta, como la agrimonia, el malvavisco y la malva.
    Cómo prepararla: Se mezclan a partes iguales erísimo seco, agrimonia, raíz de malvavisco y flor de malva. Se hierven cuatro cucharadas soperas rasas en un litro de agua hasta 5 minutos, se deja reposar la infusión tapada otros 10 y se filtra. Se bebe en pequeñas dosis, moderadamente calientes, a lo largo del día.
  • Alivio para ojos irritados: En caso de párpados inflamados, conjuntivitis e irritación ocular, el erísimo suele asociarse al aciano, la eufrasia y el meliloto, a razón de una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua. Cómo prepararla: Se hierve el agua, se deposita la planta y se deja que repose unos 10 minutos. Se filtra bien para evitar que queden impurezas y con la infusión se empapan unas compresas, que se aplican con una ligera presión sobre los ojos cerrados. También puede utilizarse como colirio con la ayuda de un lavaojos.

Presentación

La planta fresca o seca para infusión o maceración en vino blanco; la misma infusión para realizar enjuagues, gargarismos e inhalaciones; colirio para los ojos y jarabe, tintura alcohólica y extracto líquido con malvavisco para gargarismos.
 

Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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