Buenas noticias para las ocas y patos del mundo. Hasta ahora el conumo de foie gras ya estaba prohibido en más de 15 países por el maltrato extremo que implica su producción pero en los últimos tiempos se ha vetado el foie gras en importantes ciudades como California, Japón, Sao Paulo y Nueva York (a partir del 2022).

Por si eso fuera poco, varios alcaldes de ciudades de francia, la cuna gastronómica del foie, han declarado un boicot al foie. Por el momento, alcaldes de Lyon, Estrasburgo o Grenoble –todos ellos ecologistas– han firmado el boicot a este alimento prohibiendo que se sirva en sus recepciones.

La razón es clara: si bien es cierto que los productos de origen animal siempre implican sufrimiento para los animales, algunos destacan por ser particularmente crueles y el que se le da a las ocas para obtener el foie es inaceptable. De echo, en Francia, hace años que la asociación animalista PETA denuncia el trato que sufren las ocas con el objetivo de inflar de forma artificial su hígado. En Europa, esta práctica de hipertrofiar el hígado de los animales solo está permitida en Francia, España, Hungría, Romania y Bélgica. .

Sí, también en esto encontramos motivos para avergonzarnos; como en todo lo relativo a la protección de los animales, España se encuentra a la cola. Tal como documentó Igualdad Animal durante sus investigaciones en la industria del foie gras española, las granjas de patos y ocas de nuestro país esconden una realidad todavía más oscura de lo que podíamos imaginar.

Por qué deberías dejar de comer foie gras

Cada vez son más las personas que deciden retirar el foie gras de sus menús e incluso cadenas de supermercados que se niegan a comercializarlo, tal es el caso de Coop, la mayor cadena de supermercados de Italia.

El foie gras es un producto controvertido y rodeado de polémica, sin embargo, seguimos mirando con demasiada frecuencia hacia otro lado cuando nos toca elegir entre el placer de nuestro paladar y aquello que atenta contra nuestros valores. Así, en esta incómoda disonancia, resulta fácil que nos engañemos contándonos cosas como que quizá este foie se obtuvo de formas respetuosas con los animales o relativicemos el sufrimiento que provoca.

Pero los animales solo nos tienen a nosotros y a nosotras, dependen de nuestra solidaridad, de nuestra capacidad para ser testigos de su sufrimiento y negarnos a formar parte de él.

Por eso a continuación compartimos 5 razones para sacar el foie gras de nuestras mesas y elegir opciones respetuosas con los animales para celebrar estas fechas con nuestros seres queridos.

1. Paté de hígado enfermo

El foie gras es el hígado enfermo de patos y ocas. Para obtenerlo, los animales son sobrealimentados durante varias semanas en las que sus hígados, debido al esfuerzo extremo del organismo para procesar una cantidad de comida muy superior a la que necesita, contraen una enfermedad llamada esteatosis hepática, también conocida como “hígado graso”.

2. Cómo alimentan a los patos

Para que los animales ingieran la extrema cantidad de alimento necesaria para que sus hígados enfermen, son inmovilizados y alimentados a la fuerza. Para ello, se les introduce por la boca un tubo metálico de hasta 30 centímetros que llega directamente a su estómago.

Este procedimiento, que se repite durante varias veces al día, genera un enorme sufrimiento a los animales y les provoca además hemorragias internas, heridas en el esófago al intentar liberarse por la necesidad de vomitar e infecciones que no suelen recibir asistencia veterinaria.

Como ocurre generalmente en las granjas industriales, resulta más económico dejar morir a los animales enfermos que curarlos.

3. Un hígado hasta 10 veces superior a su tamaño normal

El hígado de los patos y ocas en la industria del foie gras, suele alcanzar un tamaño que llega a ser 10 veces superior al de un ave sana.

Para obtenerlo, se fuerza a los animales a ingerir unos 2 kilos de una pasta de base de maíz al día, esto equivaldría en humanos a ingerir unos 12 kilos de fideos al día.

4. Hacinados en granjas

Además de ser sometidos varias veces al día al cruel procedimiento de la alimentación forzada, los patos y ocas en la industria del foie gras sufren en las condiciones de hacinamiento e insalubridad características de las granjas industriales.

Así, pasan sus vidas hacinados en naves sin luz natural, donde conviven miles de animales, con la consiguiente acumulación de gases tóxicos debido a la concentración de orines y excrementos. Muchos de ellos sufren graves infecciones oculares, dificultades respiratorias y se debilitan por no poder soportar las condiciones a las que son sometidos hasta que mueren sin recibir asistencia veterinaria.

Es habitual que los animales tengan que convivir durante días con los cadáveres de sus compañeros que no lograron sobrevivir.

5. Conscientes mientras son degollados

La organización Igualdad Animal pudo documentar durante su investigación en la industria del foie gras cómo habitualmente los patos llegaban conscientes al momento del degüello, aleteando y pataleando sin parar mientras se desangraban.

¿Cómo podemos llamar “delicatessen” a un producto tan extremadamente violento con los animales?

Por favor, en estas fechas, considera eliminar el foie gras de tus eventos navideños. Podemos hacer mucho por los animales rechazando los productos que proceden de su sufrimiento y compartiendo esta información con nuestros familiares, amistades y personas cercanas para que también se pongan de su lado.

Por unas fiestas de paz también para los animales.