Entrenar la memoria es un ejercicio saludable y recomendable a cualquier edad. Resulta interesante también desarrollar otros procesos psicológicos básicos íntimamente relacionados con ella, como el pensamiento, el lenguaje y el aprendizaje. La meta final es mantener una mente despierta, ágil y flexible con la que podamos vivir una vida plena y significativa.

De forma concisa, tener buena memoria significa recordar lo que queremos y en en el momento en que queremos.

Partiendo de los principios básicos de la memoria, unas cuantas técnicas pueden ayudar a conseguir este objetivo.

1. Aquí y ahora

Esta estrategia consiste en repetir, cada vez que nos convenga, esta expresión. Es de muy fácil aplicación y ayuda poderosamente a fijar la atención y concentración en lo que queremos en ese momento, aspecto fundamental de cualquier tipo de memorización.

2. Acrónimos

Con la inicial de distintas palabras se forma una nueva, como ocurre con acrónimos tan populares como RENFE , ONU u ONCE. Funcionan como señales de recuerdo o claves de recuperación y sustituyen una tarea de memorización difícil por otra más sencilla.

3. Contar una historia

Supongamos que debemos recordar siete palabras, por ejemplo: blanco, Juan, China, maleta, verde, jersey, perro. Si elaboramos con ellas una pequeña historia nos será mucho más fácil recordarlas, pues las convertirá en mucho más significativas.

4. Descubrir un patrón

Imaginemos que nos enfrentamos a la tarea de memorizar la siguiente lista de quince números: 258111417202326. La dificultad se reduce enormemente al descubrir que estos números guardan entre sí un patrón regular, de tal manera que sumamos siempre al anterior +3. Una vez descubierto el patrón sólo debemos acordarnos de él y del número de inicio de la serie. En estas circunstancias podríamos "recordar" una serie infinita de números.

5. Asociación para recordar nombres

Los nombres de las personas no siempre resultan fáciles de recordar. Para facilitar esta tarea es muy útil utilizar el principio de la asociación. Por ejemplo, si nos presentan a Rosa , podemos asociar su nombre a una enorme rosa o a una persona de la familia o amiga del mismo nombre; si el nombre es Pedro, podemos pensar en una piedra, los Picapiedra, la verbena, que el día de San Pedro es el cumpleaños de alguien, etc.

Las posibilidades de asociación son infinitas, Y no hay ni buenas ni malas asociaciones: lo importante es que la información asociada sea significativa para nosotros.

6. El método de los Loci

Se trata de diseñar un plano mentalmente, por ejemplo de una casa, e ir colocando la información nueva en cada una de las estancias. Si queremos recuperarla, sólo tendremos que hacer un recorrido mental por la casa e ir "recogiendo" los datos.

7. Fragmentar la información

Para recordar un número relativamente largo, como un teléfono móvil o una cuenta del banco, lo podemos fragmentar en pequeños bloques y asociar cada uno de ellos a algo significativo. Por ejemplo, 254019701193 se convertirá en

  • 25: día de navidad
  • 40: talla de pantalón
  • 1970: año en que sucedió tal cosa
  • 11: mes de noviembre
  • 93: prefijo teléfonico de Barcelona.

8. Creación de imágenes

Por ejemplo, si tenemos que ir a comprar diferentes alimentos los podemos imaginar en un bodegón virtual, formando una imagen clara y nítida.

9. Reflexionar

Es pensar en todo lo que se nos ocurra que pueda estar asociado a lo que queremos recordar, basándose en la idea de que en la memoria cada pieza de información se conecta a otras de una u otra forma.

Por ejemplo, queremos recordar el nombre del protagonista de la última película que hemos visto y en ese momento no nos sale. Podemos entonces rememorar la situación pensando en la música, con quién íbamos, el nombre de la actriz, el olor del cine, cómo iba vestido su personaje, etc. Esta estrategia se utiliza, por ejemplo, en la memoria de testigos.

10. Tres cosas buenas

Se trata de recordar, antes de dormirse, tres cosas buenas que hayan sucedido a lo largo del día. Esta práctica no solo es útil para la memoria, sino que también se propone desde el marco de la psicología positiva para aumentar el bienestar y la felicidad.

Libros sobre el funcionamiento del cerebro y la memoria

  • Los siente pecados de la memoria; Daniel Schacter. Ed. Ariel
  • El cerebro al descubierto; Isabel Güell. Ed Kairos