Ahora que tenemos quinoa disponible casi en cualquier supermercado, herbolario, etc., su popularidad ha crecido como la espuma, pero también las dudas sobre cómo cocinarla.
La quinoa, aunque no sea un cereal (es un pseudocereal) se cocina como el arroz, el mijo o el cuscús. Son semillas pequeñas que necesitan de un proceso para hacerlas comestibles.
9 formas inesperadas de cocinar la quinoa
Lo primero que tenemos que hacer si partimos de las semillas crudas es tomar una porción, la que vayamos a cocinar, y lavarla.
No es que venga sucia, es que las semillas están recubiertas de unas sustancias llamadas saponinas que la propia planta produce para su protección, pero que dan un sabor amargo desagradable. Durante la recolección y procesado de la quinoa se eliminan parte de las saponinas, pero en casa es preferible darles un lavado antes de cocinar.
Basta con poner la quinoa (por ejemplo 1 taza) en un colador fino y lavar las semillitas bajo el grifo. Después escúrrelas muy bien.
La quinoa se cuece muy rápido, no es necesario dejarla en remojo. Pero sí podemos remojarla para obtener otras formas de quinoa comestible.