Las dietas muy bajas en carbohidratos como la “keto” son cada vez más populares, en buena medida porque un ejército de influencers la promueven como adecuadas para perder peso, ganar energía y salud. Pero lo cierto es que no existe un consenso entre los médicos y nutricionistas: muchos advierten que a medio y largo plazo puede favorecer el desarrollo de enfermedades, algunas graves.  

La dieta cetogénica puede reducir la calidad nutricional

En un artículo publicado en la revista especializada Frontiers in Nutrition, un equipo de siete científicos de Estados Unidos y Canadá analizó de cerca la llamada dieta cetogénica.

Destacan que la calidad de la dieta puede verse afectada si se limita severamente la ingesta de carbohidratos. La dieta cetogénica suele limitar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, al tiempo que aumenta el consumo de productos de origen animal.

Una dieta muy baja en carbohidratos puede no aportar suficientes nutrientes, como tiamina, folato, vitamina E, vitamina B6, calcio, magnesio, hierro y potasio. También puede ser pobre en fibra y en antioxidantes vegetales.  

¿Qué enfermedades puede provocar la dieta cetogénica?

 Aunque la dieta cetogénica, como lo demuestran un número significativo de estudios, puede ayudar a corto plazo contra los síntomas de la epilepsia y puede reducir el peso (como otras dietas que restringen grupos enteros de alimentos que forman parte de la dieta habitual), a largo plazo los riesgos de enfermedades graves aparentemente superan las ventajas.

Los autores del artículo antes mencionado descubrieron que las dietas muy bajas en carbohidratos favorecen enfermedades cardíacas y renales, así como diabetes, cáncer y alzhéimer.

Dieta cetogénica y diabetes

Inicialmente la dieta cetogénica parece tener un efecto positivo sobre la diabetes. Los estudios analizados demuestran que en un primer momento se reducen los niveles de azúcar en sangre y el peso corporal.  

Sin embargo, estos efectos beneficiosos dismiminuyen con el paso del tiempo.  Además, la dieta cetogénica parece afectar la tolerancia a la glucosa y aumenta los marcadores inflamatorios en el cuerpo. Podrían ser las consecuencias de aumentar el consumo de alimentos grasos, carnes y productos lácteos. 

Dieta cetogénica y cáncer

En cuanto a la relación entre la dieta cetogénica y el cáncer, actualmente faltan datos a largo plazo. Sin embargo, los científicos destacan en su trabajo que un mayor consumo de carnes rojas y procesadas está relacionado con un mayor riesgo de cáncer.

Alimentos que forman parte de una dieta equilibrada y saludable, como la mediterránea, como los cereales integrales y las frutas, apenas forman parte de la dieta cetogénica.

Dieta cetogénica y enfermedad de Alzheimer

Cuando se trata del Alzheimer, la dieta cetogénica también parece depender de los alimentos equivocados. La carne, los huevos y los productos lácteos ricos en grasas, como la mantequilla y el queso, suelen formar parte de esta dieta y, según los estudios actuales, están asociados con un mayor riesgo de padecer alzhéimer.

Lo interesante, sin embargo, es que, según otro estudio, la dieta cetogénica puede mejorar a corto plazo los síntomas en personas que ya padecen alzhéimer. Pero, según los estudios, este efecto positivo sólo es a corto plazo. 

Dieta cetogénica y salud del corazón

Perder peso casi siempre es una buena noticia para el corazón. Sin embargo, una serie de investigaciones muestran que, lamentablemente, este efecto no se produce con una dieta muy baja en carbohidratos. Aunque ayuda a perder peso, tiene un impacto negativo sobre el colesterol tanto a corto como a largo plazo. Como resultado, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.

Dieta cetogénica y enfermedad renal

Si bien la dieta cetogénica se utiliza en medicina específicamente para tratar la epilepsia, se han demostrado efectos negativos, como un mayor riesgo de formar cálculos renales, que los científicos atribuyen al consumo excesivo de proteínas de origen animal.

Los investigadores advierten que la enfermedad renal crónica también podría verse favorecida precisamente por este comportamiento alimentario.

Dieta cetogénica antes y durante el embarazo

Por último, pero no menos importante, los investigadores también advierten contra seguir una dieta cetogénica antes o durante el embarazo. La evaluación de estudios ha demostrado que puede aumentar el riesgo de defectos de nacimiento y diabetes gestacional.

Senescencia celular

Un estudio reciente muestra, además, que la dieta cetogénica puede acelerar el envejecimiento celular en varios órganos, incluidos los riñones y el corazón. Según los ensayos realizados con animales de laboratorio, condujo a procesos inflamatorios que tuvieron implicaciones clínicas. Esto sucedió independientemente de si los ratones recibieron una dieta cetogénica rica en grasas saturadas o insaturadas.