Octubre es un buen mes para viajar. Queda atrás el sofocante calor del verano y las aglomeraciones de turistas, las temperaturas son moderadas y el paisaje se tiñe con colores dorados y anaranjados.

No hace falta ir lejos para disfrutar de lugares con gran riqueza cultural y monumental y de bellos paisajes: España está repleta de destinos maravillosos. La revista National Geographic nos desvela cada mes el mejor pueblo para visitar y en octubre el elegido es un pequeño municipio medieval de Huesca situado a orillas del río Vero, con un rico pasado y rodeado de un entorno espectacular en el que perderse.

Uno de los pueblos más bonitos de España

Toda la geografía española está llena de pueblos hermosos que bien merecen una visita. Con el objetivo de reconocerlos, promocionarlos y preservar su patrimonio cultural y natural, se creó en 2011 la red Los Pueblos Más Bonitos de España, que actualmente está formado por 116 pueblos.

Uno de ellos es el han seleccionado como el más bonito para visitar en octubre los expertos de National Geographic. Se trata de un pueblo de cerca de 350 habitantes ubicado en la comarca Somontano de Barbastro, en Huesca: Alquézar.

 

Un municipio con mucha historia

Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar

Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar

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Sus hermosas calles y monumentos respiran historia. De hecho, su mismo nombre proviene de la fortaleza o alcázar (al-qasr) construida en el siglo IX en lo alto de una piedra caliza con vistas al cañón del río Vero para defender Barbastro de los reinos cristianos.

Del alcázar original queda poco más que un torreón y la muralla. Cuando la disputa entre moros y cristianos se desplazó hacia el sur, la zona perdió su valor estratégico y el rey invitó a que la ocuparan una comunidad de canónigos agustinos, que en el siglo XI empezaron a construir una colegiata románica. De esa colegiata original tampoco queda mucho en la actualidad, más allá de algunos preciosos capiteles.

La actual Colegiata de Santa María la Mayor es un templo gótico construido entre 1525 y 1532 que ha tenido modificaciones posteriores.

Un entramado de calles rojizas

Bajo el alcázar está el pueblo de Alquézar, con sus casas rojizas, su entramado de calles, que se conserva como el original, y sus callejones cubiertos (callizos) que enlazan unas calles con otras.

El acceso al núcleo urbano primitivo se hace a través de un portalón gótico con el emblema de Alquézar. A partir de allím no hay nada mejor que perderse por sus calles para ir descubriendo preciosos rincones, como la plaza porticada de Rafael Ayerbe, sitio de celebración de las ferias y mercados, o el callizo del Pasador de Casa Lailla con su pavimento desgastado por el tiempo.

El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara

pasarelas de Alquézar

pasarelas de Alquézar

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Más allá de la belleza y la historia que recorre sus calles, uno de los puntos fuertes de Alquézar es su entorno natural. De hecho, parte de su término municipal se encuentra dentro del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, el espacio natural protegido más grande de Aragón. 

Alquézar se sitúa en el último de los cañones que perfora el río Vero sobre la Sierra de Guara y es un escenario increíble para practicar barranquismo y escalada.

Alrededor de la villa están sus famosas pasarelas que permiten admirar la belleza del último tramo del Cañón del río Vero, con su combinación de agua y roca, en un recorrido de unos 3 kilómetros que dura unas 2 horas y parte de la Plaza Rafael Ayerbe (antigua plaza Mayor). Hay tramos espectaculares en los que las pasarelas están suspendidas a gran altura, de hasta 25 metros. Eso sí, en otoño conviene informarse especialmente bien de las condiciones climáticas y llevar calzado adecuado para evitar situaciones imprevistas.

En las cercanías de Alquézar se pueden encontrar más de 60 cuevas de piedra caliza con pinturas rupestres, uno de los conjuntos más interesantes de Arte Rupestre Prehistórico, reconocido por la como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998.

El Camino Natural del Somontano de Barbastro

El Camino Natural del Somontano de Barbastro, que recorre la comarca, atraviesa el término municipal de Alquézar por antiguos senderos y caminos que han sido reacondicionados. Consta de tres etapas que recorren zonas de una belleza espectacular.

  • La primera de ellas, Alquézar-Colungo-Alquézar, visita lugares como las Balsas de Basacol, unos aljibes de origen árabe que abastecían de agua a la villa de Alquézar; o el puente de Villacantal, un puente de piedra de dos ojos construido en ángulo, o el puente del Diablo, cuyo nombre recuerda la dificultad que conllevó su construcción. También pasa por Colungo, una pequeña población medieval que cuenta con un centro de arte rupestre y sirve de punto de partida de las visitas guiadas a los abrigos rupestres.
  • La segunda etapa, Alquézar-Las Almunias de Rodellar, es la más exigente y dura unas 8 horas en las que se visita la localidad de Radiquero, la ermita de la Virgen de la Viña (que ofrece una hermosa panorámica del cañón del Balced y de las cumbres de Guara), el angosto barranco de Cautiecho y Puente de las Bruxas y el Tranco de las Olas.
  • La tercera etapa, Las Almunias de Rodellar-Salto de Bierge, que queda más lejos de Alquézar, acompaña el recorrido del río Alcanadre