Los orígenes de la fresa cultivada se remontan a 1765, cuando diversos cruces de especies de Fragaria realizados en el Jardín Botánico del Palacio de Versailles dieron lugar al híbrido Fragaria x anasassa, una fresa de mayor tamaño, con aroma y forma similares a la piña o ananá. De ahí su nombre. En este artículo te contamos cómo plantar fresas y los trucos para tener una buena cosecha.

Una vez recojas tu cosecha, es imprescinbible lavar las fresas bien. En este vídeo te contamos cómo:

 

Planta de fresa: características

La fresera es una planta perenne con un tallo central (la corona) desde el que se forman raíces, hojas, estolones e inflorescencias. Los estolones son «ramitas» que emite la planta, paralelas al suelo, y de cuyo extremo nacen nuevas plantas.

En la parte superior de cada hoja hay yemas que producen coronas secundarias, a modo de ramas. Este particular crecimiento genera el efecto de cubrir el suelo que tiene la fresera.

Si los días son cortos y fríos, se formarán coronas laterales. En cambio, si los días son largos y la temperatura es alta, crecerán nuevos estolones. De cada estolón nacerá una nueva planta que, a su vez, generará estolones, y así sucesivamente.

¿Dónde plantar las fresas?

Conociendo los secretos del crecimiento de la raíz de una planta, sabrás si solo puedes cultivarla en el bancal o también en macetas. Las fibrosas raíces de las fresas se desarrollan principalmente de forma superficial, extendiéndose unos 30 cm en sentido lateral y de 30 a 50 cm en profundidad. En consecuencia, también podrás cultivarlas con un sustrato suelto y rico en nutrientes en macetas, mesas de cultivo y vasijas freseras (altas y con bolsillos laterales).

Las flores de las fresas, de color blanco, son hermafroditas. Las polinizan los insectos, en especial la abeja. A esta le atraen mucho los alisos marítimos, así que es buena idea cultivarlos intercalados. La fresa propiamente dicha es un conjunto de pequeños frutos llamados «aquenios», con las semillas expuestas al exterior.

cómo plantar las fresas

La multiplicación se hace separando los estolones de la planta madre de septiembre a octubre. Cuando el plantel ya esté enraizado, puedes trasplantarlo, dejando 30 cm entre cada planta y 40 cm entre líneas.

Los planteles deben acumular horas de frío y «percibir» el acortamiento del día, para acumular sustancias de reserva en sus raíces y desacelerar su fisiología. Así mejora su enraizamiento y producción.

Para garantizarte una buena producción, incorpora de 3 a 5 l de compost bien maduro. Un acolchado de paja es esencial en el periodo de fructificación, de mayo a junio. El de pino bien maduro también es muy recomendable, ya que aporta algo de acidez y evita que crezcan plantas adventicias.

Si las matas han crecido mucho, tienes la opción de dividirlas en octubre. Es una tarea más delicada, ya que separarás parte de la fresera central. Esta tarea mejora el rebrote primaveral. Si abonas y cuidas bien las freseras, producirán durante 3 o 4 años en la misma parcela.

El viento es enemigo de las freseras. Un seto vivo que contenga las ráfagas que inciden en el huerto será una solución.

trucos para tener una buena cosecha de fresas

¿Qué necesitan las fresas para crecer bien? Aquí van algunos trucos para garantizar que crezcan y den frutos. 

  1. Ten en cuenta el suelo: Debe ser profundo, permeable, ligeramente ácido y rico en materia orgánica, que retenga la humedad.
  2. Riega de forma frecuente: El riego ebe ser frecuente y regular, en especial cuando se están formando las fresas. El riego gota a gota es buena opción.
  3. No olvides la luz: Cultívalas en un espacio fresco a pleno sol o sombra ligera.
  4. Búscale buenas compañías: Cultívalas con cebollas, ajos tiernos, alisos marítimos y puerros.
  5. Usa redes para protegerlas. Los pájaros adoran las fresas y se lanzan sobre ellas cuando maduran. Las redes u otros ingenios que produzcan ruido o brillo los espantarán.
  6. Recurre a las "trampas de cereveza": Caracoles y babosas se refugian de día bajo el acolchado y luego atacan de noche o madrugada. Las trampas de cerveza enterradas en el suelo son una solución.