¿Alguna vez has oído aquello de que no lavarse mucho el cabello reduce la producción de grasa? Es uno de los falsos mitos más extendidos acerca del cabello graso. Aunque antes se pensaba que lavar el pelo con menos frecuencia era bueno para regular la grasa, no solo no es cierto, dejar que se acumule en el cuero cabelludo puede comportar problemas serios, y hasta la caída del cabello.
“La realidad es que el cuero cabelludo graso es genético”, asegura la farmacéutica experta en el cuidado de la piel Aina Salom en un divertido reel en Instagram, "y no se soluciona con champús milagrosos". Hemos hablado con ella para aclarar qué hay que hacer y qué no para cuidar correctamente el cabello graso.
Las causas del cabello graso
Las glándulas sebáceas del cuero cabelludo producen un aceite natural (llamado sebo) que protege e hidrata tanto el cabello como el cuero cabelludo. Aunque es esencial para que el cabello esté sano, un exceso puede hacer que el cabello se vea graso y apelmazado. Así lo explica Aina Salom @ainasalomfarma:
Tener el cabello graso (o, mejor dicho, el cuero cabelludo graso) es algo que tiene que ver principalmente con la genética, con el hecho de que algunas personas tienen las glándulas sebáceas más activas. “Pero hay otros factores que también pueden agravar la producción de sebo”, aclara Salom. Entre ellos están:
- Los cambios hormonales, como los que se dan en la adolescencia o durante el embarazo. Cuando las hormonas andrógenas (como la testosterona) aumentan, las glándulas sebáceas se vuelven más activas.
- El estrés puede provocar fluctuaciones hormonales y aumentar la producción de sebo.
- Tomar determinados medicamentos, como los anticonceptivos hormonales, también puede aumentar la producción de grasa.
- El uso de productos inadecuados para tu tipo de cuero cabelludo.
Qué pasa si no lavas el cabello graso
Hace tiempo que circula el mito de que lavar poco el cabello ayuda a regular la producción de grasa. Ya hemos visto que en la mayoría de casos se trata de un tema genético que no va a cambiar por mucho que dejes de lavártelo.
Es más, la acumulación de grasa en el cuero cabelludo, además de hacer que se vea más sucio o apelmazado, puede tener consecuencias en la salud del cabello. “No es solo un tema estético”, advierte la farmacéutica.
No lavar el cabello con regularidad hace que el exceso de sebo se acumule en el cuero cabelludo junto con la suciedad, las células muertas y los productos capilares. “Puede obstruir los folículos pilosos y crear un entorno inflamatorio que favorece la caída del cabello”, explica. En este entorno, las raíces del cabello se debilitan y aumenta la probabilidad de caída y adelgazamiento del cabello con el tiempo.
“También puede aparecer picor, caspa grasa o incluso dermatitis seborreica en casos más intensos”. El rascado, consecuencia del picor, dañará aún más los folículos pilosos y puede favorecer la caída del cabello.
Cada cuándo hay que lavar el cabello graso
La clave a la hora de determinar con qué frecuencia lavarse el cabello, está en lavarlo siempre que sea necesario, ni más ni menos, y en usar los productos adecuados.
“Si el cuero cabelludo es graso, lavarlo cada vez que se vea sucio no es perjudicial siempre que uses productos suaves”, aclara Salom.
No es conveniente usar champús agresivos que eliminen en exceso la grasa del cabello, ya que de acuerdo con la experta “pueden provocar un “efecto rebote” y estimular aún más la producción de sebo”.
Lo ideal, explica Aina Salom, es “usar un champú con tensioactivos suaves, adaptado al tipo de cuero cabelludo, es clave”, .
Ingredientes adecuados para el cabello graso
Además de usar champús suaves, hay también algunos ingredientes que pueden ayudar a controlar la grasa. La experta destaca dos en concreto que pueden contribuir a controlar la grasa sin irritar el cuero cabelludo:
- El ácido salicílico: un ingrediente que se usa en algunos champús y ayuda a eliminar el exceso de grasa porque es liposoluble (se disuelve en grasa), lo que significa que puede penetrar en el cuero cabelludo y disolver el exceso de sebo.
- El zinc PCA: un compuesto que combina el mineral zinc con ácido pirrolidona carboxílico (PCA). Además de ayudar a equilibrar la actividad de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo, tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que pueden aliviar la irritación del cuero cabelludo y reducir la caspa.
Por último, un consejo importante: “evitar siliconas pesadas si no se necesita, porque pueden acumularse y empeorar la situación”. Están presentes en muchos champús y productos para el cuidado del cabello y puedes identificarlos en la etiqueta por terminaciones como -cone, -xane o -conol.
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