La leche de búfala es rica en vitamina A, C, K y E, y contiene mucho calcio y hierro, este último aproximadamente tres veces más que la leche de vaca. Además, su contenido en colesterol es un 25% menor que el de la leche de vaca.

La mozzarella de búfala es originaria de la región de Nápoles, al igual que la mozzarella elaborada con leche de vaca. Allí se encuentran la mayoría de las granjas que crían búfalos de agua y producen “mozzarella di bufala”. El problema es que las condiciones en que viven las búfalas son muy criticadas por las organizaciones que defienden los derechos de los animales.

La mozzarella de búfala conlleva el sacrificio cruel de las crías machos

La leche de búfala que se utiliza en la mundialmente famosa mozzarella procede de hembras preñadas. Al igual que ocurre con la producción de leche de vaca, las búfalas deben estar permanentemente preñadas y dar a luz una cría cada año.

Pero mientras que una vaca lechera de alto rendimiento produce casi 30 litros de leche al día, las búfalas sólo producen unos 10 litros. Por eso el precio de la mozzarella de búfala puede llegar a los 40 euros y no hay lugar para el bienestar animal: uno de cada tres terneros es macho y no resulta rentable para los ganaderos, por lo que son sacrificados poco después de nacer. 

Según las denuncias de las organizaciones animalistas como Igualdad Animal y Vier Pfoten International, en muchos casos se abandona a los terneros recién nacidos y se deja que mueran de hambre.  

Según estas mismas fuentes, las autoridades italianas de protección de animales se topan repetidamente con "cementerios de búfalos", donde decenas de búfalos han muerto en agonía. Muchos animales sacrificados son arrojados al río y arrastrados al mar.

Sólo en la región de Campania, 50.000 búfalos machos son sacrificados cada año, según informa al Süddeutsche Zeitung. Por cierto, el problema recuerda al sacrificio por trituración de los pollitos machos, una práctica prohibida en Alemania desde 2022, pero no en España ni en otros países de la Unión Europea.

Nadie quiere la carne del búfalo

Aunque la carne de vacuno macho goza de gran popularidad en todo el mundo, casi nadie quiere carne de búfalo, por lo que no hay un motivo económico para no dejar morir a los machos.

Sólo unos pocos carniceros ofrecen carne de búfalo en su surtido, aunque es magra y muy rica en hierro y calcio. 

Productos de búfala con etiqueta ecológica

No es necesario renunciar por completo a la aromática mozzarella de búfala. Existen algunas granjas de búfalas que apuestan por la agricultura ecológica certificada donde los animales tienen mucho espacio para deambular y los terneros son criados durante meses, aunque finalmente acaban en el matadero como los terneros de vaca. 

Las granjas que se acogen a la certificación biodinámica Demeter son aún más rigurosas y respetuosas con los animales que la certificación ecológica oficial.  Es posible encontrar mozzarella con sello Demeter en tiendas ecológicas bien surtidas. 

Receta de mozzarella vegana

Otras opciones son elegir mozzarella de vaca y, aún mejor, mozzarella vegana. De hecho, puedes elaborar tu propia mozzarella vegana en casa siguiendo esta receta:

Ingredientes:

  • 80 ml de leche vegetal sin azúcar (elige una con poco sabor)
  • 12 g de almidón de tapioca
  • 6 g de maicena
  • 5 g de levadura nutricional
  • 1,5 g de sal

Preparación: 

En una taza medidora combina todos los ingredientes y usa un batidor de mano para mezclarlos durante unos 30 segundos o hasta que los ingredientes secos se hayan disuelto completamente.

Con esta receta se obtendrán unos 100 ml de mozzarella líquida, suficientes para una pizza grande o una lasaña.