Tener plantas en casa es una manera de cuidarnos. Mejoran la calidad del aire, eliminando tóxicos, regulando la humedad y renovando el oxígeno. Pero sobre todo al verlas y cuidarlas nos mantenemos en contacto con la naturaleza, cultivamos nuestra biofilia, con lo que mejoramos nuestro estado mental y físico. Pero no todas las personas somos igual de hábiles con las plantas. En este caso, los cactus acuden en nuestra ayuda.

Las personas que creen que no tienen buena mano para cuidar plantas se acaban interesando por los cactus, porque tienen fama de resistentes y no pasa nada si te olvidas de regarlo... Es cierto que la familia de los cactus (Cactaceae) está compuesta por plantas que están adaptadas a condiciones climáticas extremas. Muchas especies de cactus se han asentado en áreas inhóspitas donde casi ninguna otra especie de planta puede sobrevivir. La razón de esta resistencia es la forma especial de almacenamiento de agua que han desarrollados los cactus.

Los cactus se cuentan entre las plantas suculentas (Del latín "sucus" jugo). En este grupo están todas las plantas que almacenan cantidades relativamente grandes de agua en órganos especiales donde se conserva un largo período de tiempo. Dependiendo de qué parte de la planta se use para almacenar agua, las suculentas se dividen a su vez en suculentas por el tallo, la hoja o la raíz. Una gran parte de las especies de cactus pertenecen a las suculentas por el tallo.

Las principales especies de cactus

Aunque pueden ser muy diferentes, las especies de cactus tienen algunas cosas en común.

  • A excepción de una especie (la 'Rhipsalis baccifera' con forma de serpiente, que procede de África), todas proceden originalmente del continente americano.
  • Los cactus se encuentran en estepas, desiertos o selvas tropicales. Todas estas áreas tienen en común que aquí la precipitación solo se da estacionalmente. Durante la estación seca, los cactus se alimentan a través de sus depósitos de agua.
  • Además, todos los representantes de los cactus tienen las llamadas areolas. Las areolas son disposiciones de espinas, pelos u hojas pequeñas en forma de corona, círculo u óvalo.

Especies y subcategorías comunes de cactus

Los cactus se pueden dividir en cuatro clases:

1. Cactus reales (Cactoideae)

  • Los "cactus reales" contienen 100 géneros, que a su vez comprenden más de 1.500 subespecies. Alrededor del 85 por ciento de todas las especies de cactus pertenecen a este grupo.
  • Crecen hasta 20 metros de altura.
  • Los cactus reales suelen estar provistos de espinas.
  • Algunos bonitos representantes son el bonete de obispo (Astrophytum myriostigma), la reina de la noche (Selenicereus grandiflorus), el asiento de suegra (Echinocactus grusonii), la cabeza de anciano (Cephalocereus senilis), la cola de rata dorada (Cleistocactus winteri) o el cactus de Navidad (Schlumbergera truncada)

2. Cactus de hoja caduca (Pereskioideae)

  • Las 16 especies de cactus del género 'Pereskia' se denominan "cactus de hoja caduca".
  • Son plantas de hoja caduca, parecidas a árboles o arbustos.
  • Sus areolas tienen pelos de fieltro o espinas.
  • Representantes recomendables son: cactus rosa (Pereskia grandifolia) y bleo de chupa o chupamelón (Pereskia bleo).

3. Maihuenioideae

  • Las Maihuenioideae solo incluyen dos especies de cactus con un un tronco suculento y redondo y hojas pequeñas.
  • Lo más característico es que desarrollan flores magníficas de hasta seis centímetros de diámetro.
  • Representantes: espina blanca (Maihuenia poeppigii) y siempreverde (Maihuenia patagonica).

4. Nopal (Opuntioideae)

  • Estos cactus incluyen 15 géneros con más de 300 subespecies.
  • Crecen planos o con forma de árbol.
  • La mayoría de las subespecies tienen espinas.
  • Representantes: alfileres de Eva (Austrocylindropuntia subulata), oso de peluche (Cylindropuntia bigelovii), nopal o chumbara (Opuntia)

Consejos para cuidar los cactus

Los cactus poseen fama de ser plantas de interior resistentes. Eso es cierto solo en parte. Aunque los cactus no se mueren tan rápido como otras plantas, si las tratas incorrectamente, morirán, porque no lo resisten todo. Tienen un problema en comparación con otras plantas de interior: debido a su metabolismo lento, los síntomas de maltrato aparecen tarde y a menudo ya no hay nada que hacer.

Cinco consejos para el cuidado correcto de los cactus:

  1. Sin luz solar directa: aunque la gran mayoría de las especies pueden tolerar e incluso les gusta el sol y el calor, no coloques tu cactus a pleno sol. Un lugar donde la planta reciba suficiente luz natural durante unas horas es ideal. Las ubicaciones orientadas al este o al oeste son las mejores.
  2. Evita las corrientes de aire: especialmente en invierno, debes asegurarte de que tu cactus amante del calor no reciba una corriente fría.
  3. Agua con moderación: dado que todos los tipos de cactus pueden almacenar agua durante mucho tiempo, no debes regarlos demasiado. Los cactus pueden tolerar bien los períodos secos de unas pocas semanas. No debes regarlas a los mismos intervalos que otras plantas de interior. Como regla general, humedece el sustrato cada dos semanas en verano y cada cuatro o cinco semanas en invierno u otoño. En caso de duda, es mejor regar muy poco que con demasiada frecuencia. Demasiada humedad es potencialmente mortal para los cactus.
  4. Evita el anegamiento: las suculentas no pueden tolerar el anegamiento, debes evitarlo.
  5. Regar correctamente: la mejor manera de regar los cactus es ponerlos a ellos y a su maceta en un baño de agua durante un corto tiempo y esperar hasta que su sustrato pedregoso a arenoso esté completamente humedecido. El siguiente baño de agua no debe realizarse antes de que toda la tierra esté completamente seca.