Pariente próxima de la genciana, la centaura menor (Centaurium erythraea y la muy parecida Centaurium linariifolium) comparte con aquella su calidad de planta muy amarga, una característica que era bien conocida desde la antigüedad y que la convierte en una buena aliada del hígado.
Como recoge el doctor Font i Quer en su Dioscórides renovado, ya Andrés de Laguna se refiere a esta planta como «hiel de tierra» por su excesivo amargor, que la hace paradójicamente muy útil para descongestionar el hígado y para resolver las durezas del bazo.
Y cuenta que en Italia las mujeres se valían del cocimiento de esta planta para teñirse de rubio el cabello, lo que se conocía por vino de biondella, que significa «rubio» en italiano.
La centaura es una planta delicada, con las hojas basales en roseta y las superiores opuestas. Sus flores se reúnen en ramilletes terminales y tienen los pétalos de color rosa púrpura, extendidos en forma de estrella.
Florece desde el mes de mayo y durante el verano, y se cosechan las sumidades floridas poco antes de que empiecen a fructificar.
Propiedades medicinales
- La centaura menor contiene glucósidos amargos como la centapicrina, flavonoides, ácidos fenólicos y taninos. Destaca por su gran capacidad para estimular las secreciones digestivas, hepatobiliares y pancreáticas. Al igual que las demás plantas de alto contenido amargo, puede ser considerada también un estimulante de las defensas inmunitarias del organismo.
- Es digestiva y actúa como un excelente tónico hepático, ideal en caso de congestión y atonía del hígado.
- Asociada al diente de león y a la achicoria, se indica en decocción para la falta de apetito crónica y para restaurar las funciones del hígado tras un empacho, intoxicación o alergia alimentaria.
- Se le atribuye un ligero efecto reductor del colesterol LDL o «malo», así como de los niveles de glucosa en la sangre, por lo que se indica como apoyo en diabetes leves.
- En uso externo se aplica sobre úlceras dérmicas, llagas y como desinfectante de heridas, así como en colirio para aliviar la conjuntivitis y la inflamación de los párpados.
Fórmulas de herbolario
- Para dar alivio al hígado: La centaura menor se combina con boldo para elaborar una tisana depurativa de marcado sabor amargo.
Cómo prepararla: Se combina centaura menor con hojas de boldo y se añaden a la mezcla dos o tres piezas de anís estrellado para atenuar su sabor amargo. Se precisa una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua. Se deja macerar la noche entera, en la nevera, y al día siguiente se filtra.
Cómo tomarla: Puede tomarse la infusión, endulzada con una cucharadita de azúcar integral, en ayunas, tres veces al día. - Como apoyo en diabetes leves: Los herboristas recomiendan una fórmula muy ajustada que combina la centaura con vainas de judía, travalera y estevia, un endulzante apto para diabéticos.
- Cómo prepararla: Se macera una cucharada de la mezcla por medio vaso de agua durante toda la noche y se toma en ayunas.
Presentación
Se encuentra en planta seca para infusión, en tintura, en infusión para colirios y en decocción para lavados y friegas.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»