En las antiguas casas de campo, los abuelos no usaban sprays industriales para limpiar la despensa ni productos perfumados para eliminar olores: usaban hierbas. Y entre las más eficaces, el romero y el clavo ocupaban un lugar privilegiado. Hoy, esta sabiduría vuelve a nuestras cocinas, impulsada por una tendencia creciente hacia un hogar más natural, libre de tóxicos y conectado con la naturaleza.

El romero es una planta aromática con propiedades antimicrobianas, antifúngicas y repelentes. El clavo de olor, por su parte, es un potente antiséptico y repelente de insectos. Juntos forman un dúo infalible para mantener tu despensa en perfecto estado: limpia, protegida y con un aroma agradable.

Despensa limpia y sin bichos con la Maestra Jacobina

Jacobina Griselda Sánchez Rodríguez, más conocida como Maestra Jacobina (@alacocinaconjacobina), es una famosa tiktokera de 74 años que ofrece consejos espectaculares para el cuidado de la casa. 

Su primer truco para mantener la despensa limpia y sin plagas de insectos consiste en aprovechar el poder del romero.

Cuándo caducan los alimentos de la despensa

El aceite de oliva caduca igual que otros alimentos, pero ¿sabes cuándo?

Seasons

El romero, una planta conocida por su fuerte aroma y sus propiedades antisépticas, es perfecto para mantener la despensa fresca, libre de malos olores y con un ambiente seco y protegido.

Jacobina utiliza el romero tanto en forma de ramitas como de hojas sueltas. Lo importante, según explica, es que sea romero fresco, porque se va deshidratando poco a poco y liberando su esencia durante semanas.

Cómo preparar romero para proteger la despensa

Para preparar este sencillo higienizante natural, se necesita:

  • Un pequeño puñado de romero fresco (ramitas u hojas).
  • Un vaso de plástico pequeño.
  • Un trozo de gasa para curación, de las que vienen con un entramado muy abierto.
  • Una goma elástica.

Elaboración:

  1. Se coloca el romero en el vaso, se tapa con la gasa y se asegura con la goma.
  2. El resultado es un vasito aromático que se puede colocar directamente en la despensa.

La experta suele poner un vaso en la parte superior y otro en la inferior de los estantes. Así, el olor se distribuye mejor y se mantiene el ambiente agradable en todo el espacio.

Clavo de olor: pequeño pero poderoso

clavo olor

El clavo de olor posee propiedades antimicrobianas y digestivas.

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La segunda versión del higienizante casero utiliza clavo de olor. Este ingrediente tiene propiedades antifúngicas, repelentes y antibacterianas, por lo que además de perfumar la alacena, ayuda a evitar la aparición de hongos, humedad y pequeños insectos.

El clavo es especialmente útil en climas húmedos o en despensas que almacenan harinas, cereales o granos.

El procedimiento es el mismo que con el romero:

  1. Se toman varios clavos de olor (una cucharada suele ser suficiente).
  2. Se colocan en un vasito de plástico y se tapan con la gasa.
  3. Se cierra el vaso con una goma.

La Maestra Jacobina recomienda alternar entre ambos; a veces usa romero, otras clavo, según el olor que quiera lograr en el momento. También puedes tener ambos a la vez, colocados en distintos niveles de la despensa.

Rutina de mantenimiento: orden y rotación

Más allá de estos trucos, la Maestra Jacobina insiste en que la clave de una despensa sana está en la limpieza y en mantenerla ordenada.

Cada tres meses renueva los saquitos de romero o clavo, y cada dos o tres semanas hace una limpieza general, sacándolo todo, revisando las fechas de caducidad y reorganizando según las  necesidades.

Además,sigue estas pautas:

  • Mantener las harinas, cereales y granola en cajas o botes cerrados, no en sus paquetes originales.
  • Colocar los ingredientes más usados a la mano, como harina, azúcar, hierbas y especias. 
  • Reservar zonas específicas para lo que usan los nietos, como galletas, maíz para palomitas, etc.

Este sistema no solo conserva mejor los alimentos, sino que también hace más eficiente el día a día en la cocina. La despensa se convierte así en un espacio funcional, limpio y lleno de aroma a hogar.

Simplicidad y eficacia al alcance de todos

Lo más admirable de este método es su sencillez: no se necesitan productos caros ni químicos agresivos. Con dos ingredientes que puedes encontrar en cualquier cocina o herbolario, y una gasa, es posible mantener tu despensa en óptimas condiciones.

Además, el aroma natural que desprenden tanto el romero como el clavo no solo desinfecta, sino que también aporta una sensación de calidez muy especial: ese toque de hogar que solo las soluciones tradicionales pueden ofrecer.

Una tradición que se transmite con cariño

La Maestra Jacobina no se limita a aplicar estos trucos para sí misma. También los transmite con cariño a sus hijos y nietos, enseñándoles a cuidar el espacio desde lo natural y lo cotidiano. Como ella misma dice, “no se trata solo de que huela bien, se trata de cuidar lo que se tiene, de agradecer lo que hay”.

Ya sea que optes por el aroma penetrante del clavo o el frescor herbal del romero, este consejo es fácil de aplicar, económico y respetuoso con tu salud y la del planeta. Un pequeño gesto con un gran impacto en tu cocina.

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