¿Alguna vez has sentido que tu casa te habla? Tal vez no literalmente, pero si sigues los principios del feng shui, podrías descubrir que cada rincón y cada elemento tienen algo que decirte y transmiten también un mensaje al exterior. 

Si hay una parte de la casa que tiene un papel crucial en todo eso son las ventanas. No solo porque dejan pasar la luz, sino porque —según el feng shui, la antigua práctica china que busca la creación de espacios habitables que promuevan el bienestar— también influyen en tu claridad mental, en tu energía y hasta en cómo te enfrentas a la vida.

Hablamos con Maite Pérez (@activafengshui), experta en feng shui, para que nos cuente cómo cuidar de estas “ventanas al alma del hogar” de forma natural y consciente.

Las VENTANAS SON LOS OJOS  DE LA CASA y hablan de ti

Para Maite, la comparación es directa: “En feng shui decimos que la fachada de una casa es como el rostro de una persona, y las ventanas son sus ojos”. Es decir, si los ojos reflejan el alma, las ventanas hacen lo mismo con la energía de tu hogar.

Según el feng shui, las ventanas no son solo elementos arquitectónicos, sino portales de energía (chi). Una ventana bien cuidada puede ayudarte a estar más centrado e, incluso, a tomar mejores decisiones. Pero una ventana descuidada puede hacer justo lo contrario.

“La forma en la que cuidamos estas ventanas tiene un impacto directo en la claridad mental, la visión interior y el bienestar de quienes viven allí”, explica la experta.

En la tradición del feng shui, las ventanas representan cómo nos comunicamos con el mundo exterior, y su estado y apariencia simbolizan cómo está nuestro mundo interior. Una ventana sucia, bloqueada o rota podría estar diciéndote algo más profundo que solo "necesito un trapo y que me dejen limpia".

No se trata solo de mantener las ventanas limpias

Para empezar, mantener los cristales limpios es fundamental, pero eso es solo la base. “Además de mantener los vidrios limpios, lo cual es esencial para que la energía (chi) fluya con claridad, también recomiendo revisar que las ventanas abran y cierren bien, sin esfuerzo”, explica Maite. Si chirrían o están atascadas, podrían estar reflejando bloqueos en tu vida, falta de visión o dificultades para tomar decisiones.

También hay que evitar que presenten algún desperfecto: “Esto debilita la protección energética de la casa”.

Lo que ves desde tus ventanas también cuenta

¡Y ojo con lo que se ve a través de las ventanas! Si frente a tu ventana hay un parque, plantas o un cielo abierto, genial.Eso eleva tu energía.

Pero si lo que ves es una pared gris o un callejón deprimente, puedes contrarrestarlo. “Puedes suavizarlo con cortinas, cristales facetados o plantas”, asegura Maite.

Estos consejos están totalmente alineados con lo que enseña el feng shui tradicional: el entorno inmediato de la ventana puede reforzar o debilitar el flujo de chi, y los elementos que colocas alrededor ayudan a modular esa energía.

¿Cómo y cuándo se limpian los cristales?

Nada de químicos agresivos o limpiacristales de supermercado para limpiar los vidrios de las ventanas. Maite apuesta por lo natural y sencillo: “¿Cómo limpiar los vidrios? Con ingredientes naturales, como agua con vinagre blanco de limpieza o limón, y secar con un paño suave”.

Pero no se trata solo del qué, sino del cómo. Y aquí entra una clave que muchas veces pasamos por alto. “Lo más importante es hacerlo con intención: mientras limpias, piensa en todo lo bueno que deseas ver más claro en tu vida”. Este principio es muy común en el feng shui: cualquier acción, por pequeña que parezca, se vuelve poderosa si la haces conscientemente, con foco y propósito.

También recomienda "hacerlo cuando no dé el sol directo, para evitar marcas, y porque, de paso, ese momento más neutro del día favorece la introspección".

Algunos consejos del feng shui sobre las cortinas

No hay reglas rígidas sobre el uso de las cortinas. Maite aconseja tener en cuenta "el momento del día y de la necesidad del espacio". "Me gusta la flexibilidad: por la mañana, abrirlas para que entre la luz natural y activar la energía; por la noche, cerrarlas para dar intimidad y contener el Chi”,revela.

Esto se alinea con la teoría del yin y el yang del feng shui. Durante el día, hay que potenciar el yang (activo, luminoso), y de noche se favorece el yin (introspectivo, protector). Las cortinas cumplen un rol esencial en ese cambio de ritmo y energía.

Los mejores materiales para las cortinas

No todo vale cuando hablamos de vestir las ventanas. Las cortinas gruesas, oscuras o de materiales sintéticos pueden cortar el flujo de energía o incluso crear un ambiente opresivo. En cambio, Maite sugiere tejidos ligeros, naturales y que acompañen el ciclo de la luz. 

“Me encantan los tejidos ligeros y naturales como el lino o el algodón —indica—. Los estores enrollables de lino claro o las cortinas vaporosas en blanco roto o tonos tierra suaves permiten que la luz entre sin ser agresiva y crean una atmósfera serena y cálida”.

Si necesitas más privacidad o quieres filtrar aún más la luz, puedes ir a un sistema de doble cortina: “Puedes combinarlas con una segunda capa más opaca, en tonos neutros o empolvados, como el beis, el salmón claro o el verde oliva suave”.

La idea no es bloquear, sino suavizar. Tamizar la luz sin apagarla. Eso tiene un impacto directo en cómo te sientes en ese espacio.

Para terminar, Maite nos deja con una reflexión simple, pero poderosa: “Las ventanas nos conectan con el mundo, y cuidarlas con cariño es también cuidar de nuestra mirada hacia la vida”. Así que la próxima vez que limpies un cristal o elijas una cortina, recuerda: no es solo una cuestión de apariencia, es una forma de cuidar tu energía.

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