Aida García
Periodista especializada en bienestar y salud
Cada día leemos poesía a través de las redes sociales. Es habitual encontrarse con versos de autores contemporáneos que expresan reflexiones sobre la vida, el amor o la espiritualidad, aunque nada tenga que ver con lo que escribían Bécquer, Shakespeare, Góngora y Lorca. Su destreza en el manejo de los recursos lingüísticos, fónicos y morfosintácticos, así como su estudiada rima y métrica, deja paso a creaciones más directas. Todos los géneros literarios se han visto influenciados por el paso del paso del tiempo y la poesía no iba a ser la excepción.
A continuación tienes 25 poemas cortos y bonitos de autores clásicos y contemporáneos que podrás compartir.
Claros, concretos, concisos y, en su mayoría cortos, así se podría decir que son los poemas que más se consumen en la actualidad, pero ¿significa eso que su calidad es inferior a la de la extravagancia retórica de la poesía barroca, por ejemplo? Lógicamente, se podría abrir un debate, pero también podríamos decir que sobre gustos no hay nada escrito.
No obstante, también cabe la posibilidad de que este auge de los poemas cortos esté relacionado con nuestra sociedad de la inmediatez, que tanto afecta a la capacidad de concentración. Ahora bien, ¿lo importante no es leer? Pues quizá estos versos más directos despierten la curiosidad y permitan llegar a los grandes clásicos, que también son citados en numerosas ocasiones en todas las redes sociales.
¿Cuál es el poema más corto del mundo?
Al parecer, no se ponen de acuerdo a la hora de decidir cuál es el poema más corto del mundo. Si pones “el poema más corto del mundo” en el buscador de Google, verás que los resultados no coinciden. Hay quien dice que lo escribió Borges, otros se lo atribuyen a Gloria Fuertes… Sin embargo, en lo que parece que sí coinciden la mayoría es en nombrar el haiku como el tipo de poema corto más habitual.
El haiku es un poema corto de origen japonés que consta de tres versos sin rima de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente, aunque esta métrica se puede modificar según la necesidad del escritor. En el caso del haiku lo importante es que trate sobre la vida cotidiana o la naturaleza, ya que su función es capturar y dar relevancia al momento presente que es fugaz. Posiblemente, es la concreción y la sencillez de su mensaje y estructura la que hizo que hace unos pocos años su popularidad fuera indiscutible.
Sin embargo, hace siglos que este tipo de poema corto conquistó Occidente, hasta tal punto que fueron muchos los escritores reconocidos que cayeron rendidos ante la fuerza de su mensaje y comenzaron a incluirlos en sus trabajos. Entre los escritores españoles, Borges es un ejemplo de ello que escribió algunos haikus como este:
¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?
25 poemas cortos y bonitos para dedicar
Los poemas cortos tienen una estructura sencilla y sus mensajes son concretos y directos. ¿Te animarías a escribir uno? Dicen que, por ejemplo, los haikus tienen un poder terapéutico porque, no solo potencian la creatividad y la sensibilidad, sino que además hacen conectar con el momento presente, ayudan a expresar emociones, invitan a la relajación y fomentan la autoestima.
Aun así, mientras decides si pruebas o no a escribir el tuyo, aquí tienes 25 poemas cortos y bonitos para dedicar.
1 / 7
¿Deseas que te amen? (Poema de Edgar Allan Poe)
¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
El rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
Y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
Tu gracia, tu bellísimo ser,
Serán objeto de elogio sin fin
Y el amor... un sencillo deber.
2 / 7
Verano del 99 (Poema de Patricia Benito)
Hoy me he arrepentido
de todas las tormentas de verano
en las que me puse a cubierto.
3 / 7
En las noches claras (Poema de Gloria Fuertes)
En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.
4 / 7
Amor propio (Poema de Rafae Cabaliere)
Alejarse cuenta como amor,
amor a la vida,
amor a estar bien,
amor a no pensar más,
amor a uno mismo.
Amor propio.
5 / 7
En lo más adentro (Poema sin título de Juanito Makandé)
En lo más adentro,
en nuestros abismos,
Ahí se encuentran
las verdades asfixiadas
Por la cobardía.
6 / 7
Por una mirada (Poema de Gustavo Adolfo Bécquer)
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… yo no sé
qué te diera por un beso.
7 / 7
La carencia (Poema de Alejandra Pizarnik)
Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Cicatrices (Poema de Luna Miguel)
Mi abuelo tiene una cicatriz en el estómago.
Mi abuela tiene una cicatriz en el pecho.
Mi madre tiene una cicatriz en la garganta.
Mi padre tiene una cicatriz en la rodilla.
Mi amante tiene una cicatriz en el costado.
Mi vida no tiene cicatrices. Solo manchas,
aceite, tiempo quemado:
un rasguño.
Amo, amas (Poema de Rubén Darío)
Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!
El poder de lo diminuto (Poema de Macaco)
La gentil delicadeza del guiño añadido
que convierte la flaqueza en la fuerza y ligereza
para la alegría en pobreza y el cuerpo dolido.
Y sí, a veces sobra la palabra y su sobrevalorado poder escrito.
Mejor no dar por hecho y consumir el hecho.
Mejor una caricia a una receta.
Mejor un gesto a un charlatán rocambolesco.
Mejor lo sutil que su hijo tonto el denso.
Si un día despertara sin palabras (Poema de Rocío Acebal)
Si un día despertara sin palabras,
moriría de hambre o de tristeza.
No tengo nada más: la inútil vocación
de pensar y explicar lo que he pensado.
Enredaderas (Poema de Juan Ramón Jiménez)
Eres como la flor de la rama más alta del cielo.
Tu olor viene ¡qué fino!, de tan lejos
como te subo yo, por la raíz más honda de la tierra, mi beso.
¡Oh, sí! (Poema de Charles Bukowski)
Hay cosas peores que
estar solo
pero a menudo toma décadas
darse cuenta de ello
y más a menudo
cuando esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que
un demasiado tarde.
El amor (Poema de Karmelo C. Iribarren)
Como el viento que encuentra
una rendija
y se cuela en la habitación
y lo desordena todo
libros
facturas
poemas
así llega
en la vida
el amor.
Nada es igual a partir de entonces,
ese caos
es la felicidad.
Pero un día habrá que recoger.
Suerte si no te toca a ti.
El lobito bueno (Poema de José Agustín Goytisolo)
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez
cuando yo soñaba
un mundo al revés.
En el corazón, quizá (Poema de José Saramago)
En el corazón, quizá, o más exacto:
Una herida rasgada con navaja,
Por donde se va la vida mal gastada,
Con total conciencia nos apuñala.
El desear, el querer, el no bastar,
Equivocada búsqueda de la razón
Que el azar de ser nos justifique,
Es eso lo que duele, quizá en el corazón.
El vaso (Poema de Roger Wolfe)
Siéntate
a la mesa.
Bebe un vaso
de agua. Saborea
cada trago.
Y piensa
en todo el tiempo
que has perdido.
El que estás perdiendo.
El tiempo
que te queda por perder.
Ahora me regañas (Poema de Abraham Guerrero Tenorio)
Ahora me regañas porque duermo poco.
Me cuentas que en mitad de la noche suspiro
como si tuviera un toro negro en el pecho
y que sumo los ciempiés y las arañas colgantes
de los párpados del dormitorio.
Me regañas porque no grito las canciones
en el coche, y me ves cansado con ojos chiquititos
pero tú no sabes qué es la mariposa del insomnio
revoloteando sobre un miedo
tan pulcro
tan de estas paredes
tan resbaladizo
tan poco poético
como es la certidumbre
de este ahora que ya fue en incontables ocasiones.
Que ahorita vuelve (Poema de Coral Bracho)
Te hace una seña con la cabeza
desde esa niebla de luz. Sonríe.
Que sí, que ahorita vuelve.
Miras sus gestos, su lejanía,
pero no la escuchas. Polvo
de niebla es la arena.
Polvo ficticio el mar.
Desde más lejos, frente a ese brillo
que lo corta te mira,
te hace señas. Que sí, que ahorita vuelve.
Que ahorita vuelve.
Sin título: Ponerlo todo en duda... (Poema de Teresa Mateo)
Ponerlo todo en duda
es el único modo de
ordenarme
Ejercicios (Poema de Blanca Varela)
Un poema
como una gran batalla
me arroja en esta arena
sin más enemigo que yo
yo y el gran aire
de las palabras
Sueños (Poema de Langston Hughes)
Aférrate a tus sueños
porque si los sueños mueren
la vida es como un pájaro de alas rotas
incapaz de volar.
Aférrate a tus sueños
porque si los sueños se marchan
la vida es como un campo yermo
cubierto de escarcha.
Florecen los almendros (Poema de Claribel Alegría)
Florecen los almendros
en Mallorca
y no estás para verlos.
De mi balcón anoche
los vi fosforecer.
Te llamé por tu nombre,
conjuré tu fantasma,
te perfilé de pétalos caídos
y una ráfaga de aire
te rasgo.
Sin un día despertara sin palabras (Poema de Rocío Acebal)
Si un día despertara sin palabras,
moriría de hambre o de tristeza.
No tengo nada más: la inútil vocación
de pensar y explicar lo que he pensado.
Los dedos de la aurora (Poema de Luis Alberto de Cuenca)
Entraban en mi alcoba sin llamar a la puerta,
deshojando en el aire la flor de su perfume.
Los oía arrastrarse, leves, hasta la alfombra.
Trepaban a la cama y luego, entre las sábanas,
me anunciaban el día con sutiles caricias.