Garcinia

Para quien necesite o desee adelgazar, el fruto de la garcinia puede ser de ayuda por su gran poder saciante. Con él se elaboran numerosos suplementos nutricionales.

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La garcinia o tamarindo malabar (Garcinia cambogia L.) es un árbol nativo del sur de India y probablemente de Malasia e Indonesia, que se cultiva también en otros países del sureste asiático y del África tropical. 

De la garcinia se aprovecha la pulpa madura del fruto y en menor medida también la corteza. El fruto es verde o amarillento, de corteza gruesa y dura, y por fuera se parece a una pequeña calabaza. La pulpa, dividida en gajos, contienen numerosas semillas en su parte central. La corteza, convertida en polvos, se usa también como condimento de cocina en la India y como astringente.

Se comercializa el fruto en forma de zumo, pero tiene un sabor algo insípido. Su principal uso es el medicinal.

Propiedades de la garcinia

La garcinia contiene ácido hidroxicítrico, lactonas hidroxicítricas, antocianósidos, mucílagos, taninos y vitamina C.

El ácido hidroxicítrico tiene la capacidad de bloquear de forma parcial la síntesis de los ácidos grasos, inhibiendo la acción de la ATP ���la molécula trifosfato de adenosina, en la que se almacena la energía y desde la que se distribuye a todas las células de nuestro organismo– y de los niveles de citrato liasa del cuerpo. Tiene diversos efectos:

  • Reduce la transformación de los azúcares en grasas.
  • Aumenta la neoglucogénesis hepática
  • Disminuye la acumulación de ácidos grasos en el tejido adiposo
  • Aporta una sensación de plenitud gástrica que no invita a seguir comiendo.

Se cree también que el ácido hidroxicítrico podría reducir los niveles de serotonina en el cerebro, lo que llevaría emparejado una menor necesidad comer, de modo que comer ya no resultaría tan placentero. 

Por todo ellos a la garcinia se le atribuyen propiedades adelgazantes, saciantes, digestivas, hipolipemiantes, antibacterianas, vasoprotectoras, antioxidantse, antiparasitarias y astringentes (la corteza).

Para qué sirve la garcinia

La garcinia o tamarindo malabar es uno de los más celebrados remedios naturales y de herbolario para favorecer la pérdida de peso, en personas con sobrepeso y como apoyo en caso de obesidad.

Entre sus beneficios se encuentra también el de ayudar a optimizar la quema de grasas y azúcares en dietas especiales para deportistas profesionales y amateurs, y el de ayudar en el tratamiento del colesterol.

El ácido hidroxicítrico reduce la presencia de grasas, en forma de colesterol LDL, en el torrente sanguíneo. Es un buen recurso para dar apoyo a dietas que nos ayudan a bajar los niveles de colesterol y de triglicéridos. Previene la aparición de trastornos vasculares. 

En la India, la garcinia o tamarindo malabar es un remedio tradicional para facilitar la expulsión de parásitos intestinales, como lombrices. 

Cómo se toma la garcinia

La forma usual de encontrar garcinia es en cápsulas, con densidades entre los 350 y los 800 mg. Según el caso, se recomienda tomar una o dos cápsulas antes de las dos comidas principales. 

Se encuentra también en forma de comprimidos.

Otra posibilidad es utilizar la corteza de garcinia en polvo, que se utiliza como digestivo y astringente. Se encuentra de importación (Kerala) por internet.

No será fácil hallar el fruto de garcinia crudo o en zumo.

El extracto de garcinia se incorpora en algunas cremas y pomadas lipolíticas, que se aplican en masaje sobre las zonas adiposas. 

Contraindicaciones

La garcinia es básicamente una planta segura. No obstante, cabe consumirla a dosis ponderadas.

Si se está siguiendo un tratamiento farmacológico para el colesterol, la obesidad o la diabetes, es recomendable consultar con tu médico antes de iniciar la toma de garcinia.

¿Es mala para el hígado?

Algunos estudios científicos han señalado que un sobre consumo de garcinia podría ocasionar daño hepático. Por un consumo elevado se han reportado también problemas digestivos, como diarreas, asi como cefaleas, náuseas y sequedad de boca.  No obstante, se requieren de más estudios clínicos que confirmen o descarten tales efectos indeseados.

Por Jordi Cebrián, periodista especializado en fitoterapia

 

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