Hibisco

Con la flor de hibisco se prepara una refrescante infusión para el verano, pero además tiene numerosas propiedades para la salud por su poder digestivo y relajante.

 

Variedades de hibisco y para qué se usa

El hibisco es una planta de hasta metro y medio de alto, con las hojas alternas, de forma oval lanceolada, y bellísimas flores solitarias (si bien existen variedades de hibisco doble), de color rojo o verde amarillento, que son comestibles.

Precisa pocas presentaciones para los amantes de las flores y la jardinería. Lo que quizá mucha gente desconozca es que además es un poderoso recurso medicinal, para el que se recolectan las flores poco después de la floración. 

Existen más de 150 tipos de hibiscos, que crecen de forma natural por las regiones tropicales y subtropicales del planeta, pero además se han conseguido variedades muy vistosas para su uso en jardinería, con una amplia gama de colores desde el amarillo al violeta.

Entre las diversas especies de hibisco empleadas en jardinería, destaca la hermosa rosa de China (Hibiscus rosa-sinensis), de enormes flores rojas, el hibisco menor (Hibiscus trionum), de pétalos amarillentos, y también el hibisco o karkadé (Hibiscus sabdariffa), que une a su belleza sus posibilidades culinarias y terapéuticas, que son muchas.


La especie de hibisco más empleada con finalidades terapéuticas es el hibisco de Centroamérica (Hibiscus sabdariffa L.), que se encuentra desde el sur de México hasta Panamá, pero que se cultiva en otras regiones tropicales, como Tailandia o Senegal.

Propiedades medicinales del hibisco

El hibisco contiene abundantes ácidos orgánicos, como el ácido hibísico, málico y tartárico, además de mucílagos, fitosteroles y pectina, y se considera una fuente privilegiada de vitamina C. Destaca por sus virtudes vitamínicas, aperitivas, digestivas y laxantes.

  • Es un remedio ideal para despertar el apetito, combatir la acidez estomacal, las indisposiciones gastrointestinales con espasmos, y la gastroenteritis.
  • Resulta un laxante más bien suave, que estimula el movimiento peristáltico de los intestinos y favorece la evacuación, por lo que se recomienda en periodos de estreñimiento puntual.
  • En combinación con otras plantas afines como el diente de león, el boldo o el agracejo, el hibisco se ha indicado como apoyo para el tratamiento de las disquinesias biliares –como la disquinesia hipotónica de vesícula– y como restaurador natural de las funciones del hígado tras intoxicaciones alimentarias, alergias o una inflamación hepática.
  • El hibisco actúa asimismo como un efectivo diurético y antiséptico, válido para tratar las infecciones en el tracto urinario y para favorecer la inhibición de agentes patógenos.
  • Pero, además, las flores son demulcentes, protegen las mucosas de los conductos respiratorios mitigan la irritación de garganta. Bien  combinada, resulta de utilidad en caso de afecciones respiratorias con congestión, como resfriados, estados gripales y bronquitis.
  • El hibisco es también un tónico circulatorio, del que se ha probado su capacidad para dilatar las arterias y favorecer la circulación sanguínea. Se indica en casos de hipertensión arterial, y para el tratamiento de varices, flebitis, hemorroides y sabañones.
  • Se le atribuye la facultad de disminuir las tasas de colesterol LDL y de triglicéridos en sangre, aunque sobre este punto no parece existir evidencia científica. 
  • Finalmente, se ha usado como tranquilizante para templar ataques de ansiedad y mitigar el insomnio. En momentos de tensión y
    nerviosismo, puede ayudar a relajarse y a tomar distancia de problemas y preocupaciones.
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Cómo tomar el hibisco en infusión

En Asia Menor y en África Oriental las flores del hibisco se toman en una infusión sabrosa y refrescante. que recibe el nombre de té de carcadé, té rojo (por el color que toma), té de romaza o también té chino. Se suele degustar en reuniones sociales o familiares.

En México y el Caribe, denominan a esta infusión "agua de Jamaica", por llamarse "flor de Jamaica" al hibisco; a veces a la mezcla se le añade alcohol.

El hibisco se utiliza a menudo, además, para mejorar el sabor de infusiones muy amargas o insulsas.

¿Cómo preparar el karkadé?

La infusión de karkadé es una bebida tradicional muy apreciada en el norte de África, de Egipto al Sahel, elaborada con flores de hibisco. Cuando aprieta el calor es habitual que la gente se reúna para saborear este té bien frío.

Se toma muy azucarada, tanto en frío como en caliente, y ayuda de forma sorprendente a combatir la sed y la sensación de sofoco que pueden provocar las temperaturas ardientes de estos países. 

Muchos turistas de visita en Luxor o Asuán, en Egipto, recordarán haber sido obsequiados con esta llamativa infusión, en señal de bienvenida. 

  1. Para cinco personas, se colman tres cucharadas de flores de hibisco por un litro de agua.
  2. Se hierve el agua, se retira del fuego y se añaden las flores y cinco cucharaditas de azúcar.
  3. Se reposa, tapado, diez minutos y se toma caliente o frío; en este caso hay quien le añade zumo de lima y hielo. 

En el Chad se prepara un karkadé más especiado que se conoce como karkanji. Para muchos esa es la infusión original: se elabora con flores de hibisco, canela, jengibre y clavo.

Infusión digestiva con hibisco

Como remedio para aliviar los espasmos gastrointestinales, los especialistas recomiendan una infusión de agradable sabor que combina a partes iguales flores de hibisco y dos digestivos más, hierbaluisa y anís verde

Cómo prepararla: Se hierve una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua, durante 1 minuto. Se cuela y se puede tomar como preventivo tras una comida copiosa o fuerte, o cuando ya se ha producido la indisposición.

Té frío de hibisco: infusión oriental refrescante para el verano

En países como Turquía o Irán es costumbre tomar entre amigos la infusión fría de flores de hibisco. 

Cómo prepararla: Se hierve agua y se vierte una cucharadita de flores de hibisco. Se tapa para que no se pierda el aroma y se deja reposar entre 5 y 10 minutos.

Se puede beber a temperatura ambiente o con unos cubitos de hielo. Hay quien mezcla la infusión con bayas de rosal y hojas de melisa, y le añade unas gotitas de limón.

El hibisco en la cocina: una exquisitez gastronómica

Tanto la cocina creativa como la tradicional han sabido sacar partido a las deliciosas hojas y flores del hibisco. 

En la cocina creativa los cálices del hibisco se emplean en salsas y vinagretas, o como ornamento de ensaladas y guisos. Forman parte de los ingredientes de algunos pasteles y con la infusión se han elaborado mermeladas y gelatinas.

En algunos lugares de África, las hojas se consumen verdes y frescas como verdura. En Senegal, por ejemplo, se toman como si fueran espinacas, o bien se incorporan al plato típico del país, el tieboudienne, un guiso de arroz y pescado.

En México se preparan tortillas con las flores –que allí se conocen como flores de Jamaica–, además de cebolla y guindilla.

En algunas islas del Caribe, como Trinidad y Tobago, la infusión de hibisco se combina con cerveza en una bebida muy popular conocida como Shandy Sorrel o Sorrel Tea. También se preparan cócteles de flores con cava o champagne.

Precauciones y contraindicaciones del hibisco

El hibisco no debe tomarse durante el embarazo o la lactancia.

Asesora: J.M.ª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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