El verano apenas ha llegado, pero los termómetros ya están por las nubes, y las predicciones meteorológicas anuncian que en los próximos días y semanas subirán todavía más.

Ante este panorama, el aire acondicionado se convierte en algo casi imprescindible, pero ¿a qué temperatura conviene ponerlo? Una investigación alerta de que los españoles lo ponemos a una temperatura inferior a la recomendada, lo que aumenta el gasto energético y no es realmente necesario para refrescar la casa más rápidamente.

¿A qué temperatura ponen el aire acondicionado los españoles?

La segunda edición del Barómetro sobre el Futuro de la Climatización en España, elaborado por la empresa Daikin y el Instituto IO Investigación ha analizado, sobre una muestra de 2006 personas de 30 a 70 años de edad, cómo climatizan sus hogares los españoles.

Los datos indican que los hogares españoles ponen en marcha sus sistemas de climatización de verano especialmente entre los meses de julio y agosto, los más calurosos del año, y la temperatura media a la que ponen el aire acondicionado es notablemente baja, inferior a los 22 grados. En concreto, de 21,58 °C, muy por debajo de lo recomendado por los expertos.

¿A qué temperatura deberíamos ponerlo?

En verano hace calor, eso es lo normal. No quiere decir que debamos conformarnos con estar sudando dentro de casa, pero tampoco deberíamos aspirar a temperaturas más propias del invierno.

De acuerdo con el informe, los expertos recomiendan que el interior del hogar esté alrededor de los 24 °C. Con ajustar la temperatura a un intervalo entre los 24 °C y los 26 °C deberíamos estar a gusto.

comando aire acondicionado
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El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), por su lado, indica que  la temperatura del interior de las viviendas en verano debería estar entre los 25 y los 26 °C. En invierno, en cambio, debería oscilar entre los 21 y los 23 °C durante el día, y entre los 17 y 18 °C por la noche.

No es solo una cuestión de confort. Por cada grado que bajamos de los 24 °C, el consumo de energía del aire acondicionado puede aumentar alrededor de un 8%, así que haz cálculos sobre cómo puede llegar a afectar a tu factura de la luz.

Además, tal y como aseguran los responsables del Barómetro, “bajar la temperatura del aire acondicionado más allá de lo recomendado no necesariamente acelera el proceso de enfriamiento de una habitación”. Es decir, aumentas el gasto de energía, pero eso no se transforma en una refrigeración más rápida ni en un mayor confort.

Por otro lado, una diferencia por encima de los 12 °C con respecto a la temperatura exterior no es saludable.

¿Y si no tenemos aire acondicionado?

Sistemas de climatización más eficientes, como la aerotermia, van ganando terreno y cada vez son más las personas que piensan en cambiar a ellos en los próximos años.

Se considera una fuente renovable de energía porque aprovecha la energía térmica del aire para producir aire acondicionado, calefacción y, en algunos casos, agua caliente sanitaria. El problema es que aún resulta muy caro hacer el cambio y no hay suficientes ayudas.

En cualquier caso, todavía son muchas las personas que no tienen ningún sistema de climatización de verano en casa. ¿Qué se puede hacer en este caso para no pasarlo mal cuando las temperaturas suben tanto? Es probable que no consigamos alcanzar las temperaturas ideales que hemos mencionado antes, pero estos consejos pueden ser útiles para sobrellevar mejor el calor:

  • Bloquea la luz solar: cerrar las persianas o cortinas de aquellas partes de la casa donde dé el sol te ayudará a evitar que el calor entre en casa.
  • Crea una ventilación cruzada: abre las ventanas o puertas de los lados opuestos de la casa para que haya una brisa cruzada. Hazlo especialmente a primera hora de la mañana y por la noche, para que el aire fresco expulse al caliente.
  • Coloca los ventiladores estratégicamente: ponlos en las ventanas para potenciar la circulación del aire.
  • Usa hielo y agua: colocar un recipiente con hielo frente al ventilador o frente a las ventanas o un recipiente con agua frente a las ventanas ayuda a refrescar la casa.
  • Refréscate con frecuencia: usa toallitas húmedas y frías, date duchas con frecuencia, pon un pulverizador con agua en la nevera y utilízalo para refrescar tu piel…

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