Cuando las temperaturas suben, nuestros pies y nuestra nariz pagan el precio. El sudor y la humedad quedan atrapados en las zapatillas, creando el ambiente perfecto para las bacterias causantes del mal olor.
Aunque los desodorantes específicos y productos comerciales prometen resultados milagrosos, lo cierto es que muchas veces solo camuflan el problema sin eliminarlo. Quizá uno de los remedios caseros naturales más popular para eliminar el mal olor de zapatos y zapatillas sea el bicarbonato de sodio, pero existe otro, tal vez menos conocido, que resulta especialmente eficaz por su poder bactericida. Un experto explica cómo utilizarlo.
Aceite de árbol de té para que el calzado huela bien

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El aceite de árbol de té se revela como una solución altamente efectiva en este contexto. Omar Bielsa (@Omar_homedecor), experto en hogar, asegura que este aceite esencial resulta especialmente eficaz para acabar con los malos olores en el calzado, especialmente durante los meses más calurosos del año. "Realmente te va a sorprender", asegura el experto.
Su aplicación no solo neutraliza el hedor, sino que además deja un aroma fresco y natural en las zapatillas.
Cómo usar el aceite de árbol de té en las zapatillas
La forma de utilizarlo no puede ser más sencilla. Solo necesitas un bote pequeño con pulverizador, agua y unas gotas del aceite de árbol de té.
Se mezclan bien, se rocía el interior de las zapatillas y se deja secar al aire libre. Si quieres potenciar el efecto, puedes hacerlo por la noche y dejar que actúe hasta la mañana siguiente.
Su capacidad antibacteriana actúa sobre la raíz del problema, eliminando las bacterias responsables del mal olor y no simplemente enmascarándolo.
Además, el aceite de árbol de té es un todoterreno, porque se puede aprovechar para infinidad de usos en casa, para el cuidado del pelo y para otros cuidados naturales que te aportarán bienestar.
Pero en el caso de las zapatillas, su combinación de acción desinfectante y aroma herbal lo convierte en un aliado imbatible.
Otras 4 soluciones caseras igual de eficaces
Aunque el aceite de árbol de té es una excelente opción, no es la única. Existen otros remedios caseros que pueden ayudar a eliminar el mal olor de tus zapatillas sin gastar demasiado.
1. Bicarbonato en spray o en forma de plantilla
Uno de los más eficaces es preparar tu propio spray desodorante. Solo necesitas bicarbonato de sodio, un poco de alcohol y agua hervida.
Esta mezcla actúa como neutralizador de olores y, si le añades unas gotas de aceite esencial (como lavanda o limón), obtendrás un resultado doble: calzado sin olor y con fragancia agradable.
Otra solución simple es el uso de plantillas desodorizantes caseras. Para ello, llena una media fina o un trozo de tela con papel picado y dos o tres cucharadas de bicarbonato.
Puedes añadir unas gotas de aceite esencial, anudarlo y colocarlo dentro del zapato por la noche.Absorberá la humedad y eliminará los olores. Se puede reutilizar varias veces y es económico.
2. Meter las zapatillas en el congelador
¿Has pensado alguna vez en meter tus zapatillas en el congelador? Por raro que suene, funciona. El frío extremo elimina muchas de las bacterias responsables del mal olor.
Solo tienes que colocar los zapatos en una bolsa hermética y dejarlos en el congelador durante la noche.Al día siguiente, asegúrate de dejarlos que se templen antes de volver a usarlos.
3. Cáscaras de naranja y limón
También puedes recurrir a productos que normalmente acabarían en la basura. Las cáscaras de cítricos, como limón o naranja, se pueden dejar dentro del calzado durante la noche. Sus aceites esenciales naturales actúan como ambientadores naturales.
4. Posos de café o bolsas de té
Lo mismo ocurre con los posos de café (bien secos) o con bolsitas de té usadas. Todos ellos absorben la humedad y dejan un aroma sutil pero agradable.
Mantener la sequedad es la clave

Unas zapatillas deportivas colgadas en una cuerda, secándose al sol. El fondo muestra un cielo azul
IA Copilot Microsoft
Por último, no hay que olvidar que la principal causa del mal olor en el calzado es la humedad. Una ventilación adecuada después de cada uso es fundamental.
En invierno, se recomienda colocarlos cerca de una fuente de calor (como un radiador), y en verano, aprovechar el sol directo. También se puede recurrir al clásico truco de rellenarlos con papel de periódico para que absorban rápidamente la humedad.
Si las zapatillas tienen plantillas extraíbles, conviene sacarlas para que se sequen por separado.Este gesto simple puede marcar la diferencia y prolongar la frescura del calzado día tras día.
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