Las tablas de cortar de plástico tuvieron su momento, pero se acabó en el momento que se descubrió que esto es lo que pasa cada vez que cortas sobre plástico y que, además, no eran las más higiénicas.
Las tablas de madera han vuelto para quedarse. Es cierto que se rayan, pero pueden recuperarse con un buen mantenimiento. Cuidar una tabla de cortar de madera en buen estado no solo alarga su vida útil, también contribuye a una cocina más higiénica y bonita.
Cómo limpiar y reparar tu tabla de cortar de madera
Muchas personas creen que, cuando se rayan o se mancha, las tablas de madera ya no tienen solución. Sin embargo, lo cierto es que hay formas muy sencillas de devolverle su aspecto original.
Solo necesitas algunos ingredientes naturales y un poco de paciencia. Este truco, que se explica con detalle en la cuenta de Instagram @slowlivingnotes, es ideal para dejarla como nueva, sin esfuerzo y sin gastar dinero de más.
Para lograr este resultado solo tienes que seguir cuatro sencillos pasos: retirar los restos de suciedad, lijar de forma muy sencilla la tabla, higienizarla bien y aceitarla siguiendo un fácil y rápido procedimiento.
Paso 1: Elimina la suciedad y los olores con sal gruesa y limón
La primera fase para recuperar tu tabla de cortar es una limpieza profunda:
- Espolvorea sal gruesa sobre toda la superficie.
- Después, corta un limón por la mitad y frótalo contra la tabla con movimientos circulares. Este proceso no solo elimina restos de alimentos, sino que neutraliza los olores persistentes, como el del ajo o la cebolla. Deja que la mezcla repose durante cinco minutos para que haga su magia. La sal actúa como exfoliante natural, mientras el limón desinfecta gracias a su acidez.
- Luego, enjuaga con agua tibia y seca con un paño limpio. Solo con este procedimiento ya verás un cambio.
Paso 2: alisa la superficie con papel de lija
Si tu tabla tiene muchas marcas de cuchillo o rayas profundas, lo ideal es pasarle una lija fina, de grano 100. Este paso es más fácil de lo que parece:
- Lija suavemente en la dirección de la veta de la madera, sin presionar demasiado. Con eso basta para recuperar una superficie lisa y uniforme.
- Una vez lijada, pasa un paño húmedo para retirar el polvo.
- Déjala secar al aire antes de continuar con los siguientes pasos. Esta parte es esencial si quieres que tu tabla parezca recién salida de la tienda.
Paso 3: Desinfecta la tabla con vinagre blanco
Cuando la madera esté completamente seca, es hora de desinfectar. El vinagre es un potente desinfectante natural, ideal para eliminar bacterias sin dañar la madera.
- Aplica un poco de vinagre blanco por toda la superficie. Puedes usar un paño limpio o directamente verter un poco y extenderlo.
- Deja que actúe durante unos cinco minutos.
- Tras el reposo, vuelve a enjuagar con agua y seca bien.
Es fundamental que la tabla no se guarde húmeda, ya que esto favorece la aparición de moho.
paso 4: Hidrata la tabla con aceite
El último paso es hidratar la madera para devolverle su brillo y elasticidad. Para ello utilizaremos aceite mineral apto para uso alimentario. Evita usar aceite de oliva u otros aceites de cocina, ya que con el tiempo pueden volverse rancios y generar mal olor. El aceite mineral, en cambio, se absorbe lentamente sin dejar residuos.
- Aplica una capa generosa de aceite mineral apto para uso alimentario.
- Extiéndelo con un paño suave por toda la tabla, incluyendo los laterales.
- Deja que actúe varias horas o, mejor aún, toda la noche. Luego retira el exceso con un paño limpio.
Consejos para mantenerla como nueva
Para que tu tabla dure años en perfectas condiciones, solo tienes que seguir algunas pautas sencillas:
- Límpiala con jabón suave y agua tibia después de cada uso.
- Nunca la sumerjas en agua ni la metas en el lavavajillas.
- Sécala siempre con un paño y guárdala en vertical para que respire.
- Repite el proceso de hidratación con aceite mineral cada vez que veas la madera seca o cuando el agua deje de formar gotas en la superficie.
Con este sencillo ritual, tu tabla de cortar no solo estará más limpia, sino que será más segura para cocinar y mucho más bonita a la vista. No hace falta comprar una nueva, con cuidados como estos, tienes tabla para rato.
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