Seguro que, durante el verano, cuando paseas cerca de mercadillos de artesanía, te has fijado en que muchos anillos o pulseras que se venden tienen una piedra azul con pequeños hilos negros en su interior. Esta gema es la turquesa y hoy te descubrimos todos sus misterios. 

La turquesa es una piedra muy popular conocida por su color característico y también por ser un accesorio de moda que suele estar muy presente en cinturones, pulseras, anillos y pendientes con cierta estética hippie.

Es un mineral con gran historia, porque ya se usaba como ornamento en civilizaciones antiguas como en el Antiguo Egipto o en culturas precolombinas, en las que era una señal de distinción y poder para aquellos que vestían orfebrería con la gema. Ya en esa época se consideraba un amuleto protector del mal de ojo y de cualquier tipo de energía negativa. 

 

Turquesa: propiedades y chakra con el que se relaciona

Como todas las piedras de color azul, la turquesa está relacionada con el chakra de la garganta, así que es la indicada para mejorar la comunicación y saber encontrar las palabras exactas en cada momento. 

La turquesa, en concreto, también se la relaciona con el chakra del tercer ojo, lo que promueve una mayor comunicación con tu yo superior para aprender a leer más fácilmente tu intuición y saber expresar con palabras lo que quiere decirte tu instinto. 

Por otro lado, es la piedra ideal para personas tímidas a las que les cuesta ser espontáneas y, también, para problemas de vocalización o tartamudeo. 

Su energía es suave y jovial, por eso es adecuada para adolescentes y niños que necesitan aprender a expresarse con mayor asertividad y aprender a leer sus emociones y sentimientos. Puede ayudar a controlar y a expresar emociones explosivas como la ira o el dolor. Aporta mucho optimismo y es de gran ayuda durante la meditación.

Como ya hemos visto, en la antigüedad se usaba para amuletos y como signo de protección y así podemos seguir usándola porque es curativa y protectora

A nivel físico, se cree que puede curar y calmar la mente. Como hemos visto que es una piedra que ayuda a la comunicación, también es la indicada para afecciones de garganta, problemas pulmonares y, en general, para todo el sistema respiratorio. Es una piedra útil para quienes enfrentan dificultades emocionales o físicas. 

turquesa piedra preciosa

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La turquesa y la comunicación en la pareja

La turquesa es también una piedra positiva a la hora de relacionarse, puesto que aporta equilibrio y armonía a las relaciones y crea una mayor lealtad y seguridad a sus portadores. 

Es una buena idea, si duermes en pareja, tener una pieza de turquesa en el cabezal de la cama, en la mesita de noche o, incluso, debajo de la cama. Ayudará a armonizar la comunicación entre ambos miembros de la pareja y os permitirá comunicaros de forma asertiva y efectiva.

Tipos de turquesas

Debido a su uso super extendido tenemos diversas clases de turquesa dependiendo de su procedencia. Su precio y valor también dependen de ello, no obstante, por lo que respecta a sus propiedades obtendremos las mismas nos hagamos con una variedad o con otra.  

  • Turquesa tratada: esta clase de turquesa ha sido mejorada con una resina o cera especial, esto significa que tiene un color todavía más azul y brillante, pero su composición química no cambia. Como se ha usado siempre como ornamento, simplemente tiene como objetivo que la pieza se vea más bonita. 
  • Turquesa reconstruida: como bien indica su nombre, se ha creado uniendo diferentes tipos de turquesa. Es como si fuera un puzle y, claro, suele ser mucho más económica que la turquesa tratada o natural. La mayoría de las piezas de bisutería están hechas con este tipo de turquesa. 
  • Turquesa natural: Podríamos decir que es el tipo de turquesa original que se extrae directamente de la tierra. Como sucede con todo en la naturaleza, nada es exacto o igual, así que en la turquesa natural pueden variar las vetas o las tonalidades de azul. Generalmente, se extrae de minas que están en entornos áridos, en zonas de oxidación de yacimientos de cobre. 

Cuidados de la turquesa

Podríamos decir que la turquesa es una piedra todoterreno, así que cuidar de ella es fácil. Simplemente, ponla debajo del grifo durante unos segundos y, si quieres, puedes dejarla una noche bajo la luz de la luna llena. 

No es necesario obsesionarse con la limpieza de las gemas, pero sí tener un poco de consciencia en cuidar de las piezas para que sigan haciendo su función y te sientas en sintonía con ellas. 

¡Disfruta mucho de tu turquesa y, siempre que mires al mar, piensa que llevas sus colores en el bolsillo!