Para los habitantes de las islas del Pacífico, la palmera de coco no es un árbol cualquiera, se trata del "árbol de la vida", ya que esta especie es, desde hace siglos, una de las mejores fuentes de alimentos y medicinas de estos pueblos tan longevos.
Como suele suceder, alimentos tradicionalmente venerados por las culturas indígenas, como los del cocotero, son redescubiertos por la ciencia de la nutrición moderna al reconocer en ellos buena parte de las propiedades que le atribuía la sabiduría popular.
Esto es lo que estamos comprobando con la palmera gracias a las cualidades únicas del aceite, de la leche de coco y ahora también de su azúcar, una interesante alternativa cuando queremos poner un poco de dulzura a nuestras recetas.
Una de las sorpresas con la que nos encontramos cuando probamos por primera vez este azúcar de color amarronado es que no sabe a coco. Esto es debido a que no se produce a partir del fruto del cocotero, sino que proviene de la savia que se extrae de las flores de su palmera.
Este néctar es sometido a un calor moderado (producido tradicionalmente con leña de cáscara de coco), hasta que se evapora la mayor parte de su humedad y adquiere una consistencia sólida.
Beneficios del azúcar de coco
La gran ventaja de este azúcar es que se trata de un producto integral que, cuando se produce según los sencillos métodos tradicionales, conserva prácticamente todas sus vitaminas y minerales, que no son pocos.
Esto lo convierte en un edulcorante muy superior al azúcar blanco (carente de nutrientes vitales), pues contiene minerales como el fósforo, el magnesio o el zinc, así como vitaminas del grupo B.
El azúcar de coco posee un índice glucémico bajo (entre 35 y 54, según los estudios), solo mejorado por el sirope de ágave (30) o la excepcional stevia (0). Esta cualidad favorece un suministro regular de energía, lo que mejora el funcionamiento del cerebro, reduce la inflamación y evita los desagradables bajones de energía (siempre que se consuma en pequeñas cantidades y, a ser posible, junto con otros alimentos ricos en fibra).
Una buena parte de sus ventajas son debidas a la presencia de inulina, que enlentece la absorción de glucosa, reduce los niveles de colesterol, favorece el desarrollo de la flora intestinal beneficiosa y mejora la absorción de minerales y vitaminas. Pero sus niveles de fructosa son altos, por lo que no es un alimento del que se deba abusar.
En la cocina es muy versátil. Se puede caramelizar, como el azúcar, y tiene el mismo poder edulcorante que el azúcar integral (al que se parece mucho), de manera que si queremos convertir una receta solo tenemos que intercambiar la misma cantidad de azúcar integral por la de coco.
Propiedades nutricionales
Pero el azúcar de coco no solo aporta calorías. También es rica en sustancias beneficiosas, como minerales y vitaminas del grupo B.
100 g de azúcar de coco contienen:
- Calorías: 400
- Sacarosa: 71%
- Fructosa: 3%
- Glucosa: 3%
- Inulina: 4,3 g
- Zinc: 92 mcg
- Hierro: 2,1 mg
- Polifenoles: 150 mg
- Cobre: 2,3 mg
- Potasio: 715 mg