El salmorejo es una sopa fría tradicional de la cocina española, originaria de Córdoba, que se ha convertido en un plato muy popular tanto en España como en otras partes del mundo.
La receta tradicional del salmorejo incluye ingredientes como tomates maduros, pan, aceite de oliva, ajo, vinagre y, a menudo, huevo duro y jamón como guarnición, aunque también se puede elaborar salmorejo sin pan. Si prefieres una versión vegana de salmorejo sin huevo ni jamón, sin sacrificar el sabor tradicional, toma nota de la receta y los consejos que te damos a continuación.
Cómo se hace el salmorejo vegano
El salmorejo es un plato simple, pero muy sabroso y típico de más sitios, ya que los ingredientes son muy usados en la cocina mediterránea.
Si quieres hacer un salmorejo vegano, puedes utilizar como guarnición otros ingredientes proteicos de origen vegetal, por ejemplo:
- Garbanzos tostados a modo de picatostes. Tuéstalos al horno o a la sartén y ponlos al servir. Aportan muy buen sabor y textura crujiente.
- Tofu: preferiblemente tofu ahumado o marinado, porque tendrá mucho más sabor. Córtalo en daditos y ponlo por encima.
- Perejil frito: coge un manojo de perejil, lávalo y sécalo muy bien. Calienta al menos un dedo de aceite en una sartén a fuego medio-alto y pon el perejil. Cuando esté crujiente, sécalo con papel de cocina absorbente. Rómpelo con la mano para ponerlo sobre el salmorejo al servir.
- Crackers salados integrales: córtalos con la mano en trocitos y colócalos por encima del salmorejo al servir. Hay muchas variedades para elegir, también con semillas como lino y quinoa, así que puedes cambiar siempre que quieras.
- Sésamo tostado: puedes tostar sésamo en una sartén sin aceite, o comprarlo tostado (yo recomiendo tostarlo en el momento), dará muchísimo aroma.
- Ralladura de limón: si quieres un toque fresquito y cítrico, ralla un poquito de piel de limón sobre el salmorejo al servirlo.
Salmorejo: receta sin huevo ni jamón
Aquí tienes una receta paso a paso para preparar un salmorejo vegano sin huevo ni jamón:
INgREDIENTES:
- 1 kg de tomates maduros
- 200 g de pan (preferiblemente pan duro o del día anterior)
- 1 diente de ajo grande
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Opcional: picatostes, daditos de tofu o sésamo tostado para decorar
PREPARACIÓN:
En primer lugar, deja el pan, cortado en trozos, en un bol con un poco de agua y el vinagre para que se ablande un poco.
Lava bien los tomates y córtalos en trozos grandes.
Coloca los tomates troceados en un recipiente para batir, o en el vaso de la batidora, junto con el pan. Agrega el diente de ajo pelado, el vinagre de manzana y un poco de sal. Estos ingredientes le darán el sabor característico al salmorejo.
Tritura todos los ingredientes durante 2-3 minutos hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Asegúrate de que no queden trozos grandes de tomate ni pan sin triturar.
Una vez que la mezcla tenga una consistencia uniforme, añade el aceite de oliva virgen extra poco a poco mientras sigues batiendo. Esto ayudará a emulsionar el salmorejo y le dará una textura más cremosa. Continúa batiendo hasta que el aceite se integre por completo.
Prueba el salmorejo y ajusta la sal y el vinagre según tu gusto personal. Si lo prefieres más ácido, puedes agregar un poco más de vinagre.
Transfiere el salmorejo a un recipiente y déjalo enfriar en la nevera durante al menos una hora antes de servirlo. El salmorejo se sirve tradicionalmente frío, lo que lo convierte en una opción refrescante para los días calurosos de verano.
También puedes decorar el salmorejo con pequeños trozos de pepino y pimiento rojo, que añadirán color y frescura al plato.
Lo que te sobre, guárdalo en recipientes bien cerrados en la nevera.
Si al ir a servir tu salmorejo tiene una capa de agua en la superficie, es que se ha separado la emulsión. Lo único que tienes que hacer es batirlo de nuevo 1 minuto.
Consejos para un salmorejo sin huevo ni jamón perfecto
El pan es esencial para darle la textura adecuada al salmorejo, por lo que no debes omitirlo. El pan tradicional para el salmorejo es el pan de telera y similares, que son panes muy densos y con mucha miga, pero puedes utilizar el pan que tengas, también integral y sin gluten. Evita el pan de molde, no queda bien.
- Otra forma de espesar el salmorejo es utilizando otros ingredientes en lugar de pan: patata cocida, aguacate, tofu sedoso, anacardos dejados en remojo, etc. Cambiará el color y un poquito el sabor, sobre todo en el caso del aguacate.
La principal diferencia entre el salmorejo cordobés y la porra antequerana es la densidad final de la sopa: la versión de Antequera lleva más pan y nos queda una crema más consistente.
- Si deseas una textura más ligera y menos espesa para tu salmorejo, puedes agregar un poco de agua fría mientras lo bates. Añádela gradualmente hasta obtener la consistencia deseada.
Si quieres potenciar el color del salmorejo y que quede más rojo, utiliza otro tipo de tomates que no sean de pera o de rama. En verano tenemos un montón de variedades super carnosas y rojas, y puedes mezclar los tomates que quieras.
- Para un extra tanto de color como de sabor, añádele tomates secos rehidratados en agua. Con 4 mitades ya se nota.
Si lo que quieres es añadir un poco más de sabor a tu salmorejo, puedes incorporar algunas especias como comino, pimentón dulce o cayena en polvo. Añádelas en pequeñas cantidades y ajústalas según tu preferencia.
- Si te gusta experimentar, puedes agregar otros ingredientes como remolacha cocida, zanahoria o pimiento rojo asado para darle un toque diferente al salmorejo. Recuerda ajustar las cantidades y equilibrar los sabores para obtener el resultado deseado.
- En lugar de vinagre de manzana puedes utilizar vinagre de vino (para un sabor más fuerte) o vinagre de arroz (para un sabor más dulzón). También puedes añadir encurtidos o su líquido en lugar del vinagre.
Para un toque extra de omega-3, utiliza aceite de lino en lugar del aceite de oliva, y sírvelo con nueces peladas por encima.